PSICOLOGÍA

Cómo identificar a una persona tóxica: 7 rasgos que les caracterizan

Actitudes negativas que contagian a todo el que se acerca y que repercuten directamente en la autoestima

Una mujer joven llora

Una mujer joven llora / Pexels

Ángel Rull

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Las personas tóxicas son nocivas para el bienestar mental de sus semejantes. Las podemos encontrar en el trabajo, en nuestro círculo social o, incluso, en la familia. Nos impiden sentirnos felices y minan toda autoconfianza.

Si crees que alguien de tu entorno puede estar interfiriendo negativamente en tu vida, lee los siguientes 7 rasgos. Te ayudarán a identificar a una persona tóxica y poder tomar una decisión sobre su influencia en tu día a día.

No eres el problema

Una de las características definitorias de las personas tóxicas es que llegan a hacerte creer que el problema eres tú. Por este motivo, afectan de forma tan negativa a la autoestima: un comportamiento que gira en torno a que el resto no vale y todo lo hacen mal.

La revista 'Psychology Today' recoge este hallazgo en 'How to Handle the Most Toxic People in Your Life', una guía para sobrevivir a la toxicidad. Según los autores, no siempre se es consciente de que se está haciendo daño al otro. En ocasiones, se debe a problemas de personalidad o a una baja autoestima patológica.

Identifica la toxicidad

Las características definitorias de las personas tóxicas son claras y concretas. No cambian notablemente con el tiempo, ni se deben a una racha. Son rasgos directamente asociados a su personalidad.

1. Producen emociones negativas en el otro. Es una de las características centrales. Cuando se mantiene una conversación con ellos, todo gira en torno a sucesos estresantes negativos. Al despedirte, notas como tu nivel de energía ha bajado y te sientes agotado. Aunque hay momentos positivos, el tono general es malo.

2. Egocentrismo. Todo gira alrededor de la persona tóxica. Las cosas que tú le cuentas parecen no interesarles, de hecho, a menudo, no te escuchan. Hablan de lo que les ocurre, de lo que sienten y zanjan todo aquello que trate de otra persona de forma frívola y cortante.

3. Quejas continuas. Son especialmente negativos. El foco de su atención siempre va a la queja. Nunca nada está a su gusto. Da igual si se trata de una relación de pareja o la comida en un restaurante: nada estará a la altura de sus expectativas.

4. Críticas frecuentes. Critican a todo el mundo delante de ti, da igual lo cercana que sea la otra persona. De hecho, te hacen dudar de si no harán lo mismo cuando tú no estés. Esta forma de anular e infravalorar a los demás reza a su necesidad de reafirmarse. Hunden a los demás para quedar ellos por encima.

5. Falta de empatía. Como decíamos, muchas veces no son conscientes del impacto negativo que sus acciones tienen. Esto se debe a la falta de empatía base. Su egocentrismo les impide ver más allá, lo que se suma a la necesidad de anular al otro.

6. Victimismo. Esto les permite ser el centro de atención. De esta forma, desvían el foco sobre su crueldad y falta de empatía. Aunque puedan parecer personas duras y seguras, se esconden frecuentemente sobre el papel de víctimas.

7. Falta de metas vitales. Se dejan llevar por la inercia de los acontecimientos. No suelen tener planes de futuro ni decisiones sobre el trabajo o sus carreras. Cuando son conscientes de ello, recurren al papel de víctimas. Todo va contra ellos y nadie les permite avanzar.

¿Sientes que puedas tener a una persona tóxica en tu vida? Si alguien de tu entorno encaja en este perfil, seguramente estés viendo cómo influye negativamente en ti. Tienes la decisión de elegir hasta dónde permites que el otro influya en ti.  

Ángel Rull, psicólogo.