PSICOLOGÍA

Alcanza el control emocional con estos 6 consejos

La frustración o el enfado pueden impedir el correcto funcionamiento de una persona en su vida normal

El buda del siglo XIII en bronce de la colección Thyssen, subastado en Christie's.

El buda del siglo XIII en bronce de la colección Thyssen, subastado en Christie's. / periodico

Ángel Rull

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La correcta toma de decisiones y la asertividad son dos de las habilidades más útiles y valoradas actualmente. Nos ayudan a desenvolvernos en la sociedad, en el trabajo y en nuestras relaciones. Pero sin un buen manejo emocional, aparecerán la ira y la tristeza.

Si se desbordan, perderemos el control y la adaptación. Por eso, llegar a un control emocional es imprescindible para el desarrollo óptimo como seres racionales.

Emociones útiles

Las emociones surgen como producto de la evolución del 'homo sapiens'. Tienen una función biológica y social. Nos ayudan a alcanzar lo que queremos, desde alimentos hasta una vida en pareja plena.

Solemos pensar que solo son emociones válidas las positivas, mientras que las negativas se convierten en un lastre. Este pensamiento es erróneo, ya que cada emoción es útil y válida. Nos mandan mensajes sobre nuestras necesidades y motivaciones. Por eso, siempre hay que escucharlas y darles espacio.

Controla tus emociones

Dominar tus emociones te ayuda a desarrollar la asertividad y mejorar tus relaciones. Entenderlas y dirigirlas es fácil si sabemos cómo.

1. Toma distancia. Distánciate física y emocional cuando la situación te desborde. La mejor elección siempre es aplazar las conversaciones cuando no se está llegando a un punto de acuerdo. Sentir enfado ante estas situaciones es normal, pero la rabia puede cegarnos.  

2. Cambia la perspectiva. Enfocar el problema ayuda a encontrar mejores y más fáciles soluciones. Una buena técnica es vernos desde arriba, como si estuviéramos fuera de la casa. Cambiamos el enfoque mental a través del distanciamiento físico en imaginación. Un recurso muy útil en la toma de decisiones importantes.  

3. Genera la autocrítica. ¿Hasta qué punto estás enfocando bien la situación? ¿Estás usando las mismas herramientas de siempre queriendo nuevos resultados? Busca alternativas, formas diferentes de actuación. Para eso, analiza de forma crítica si lo que estabas haciendo estaba funcionando. Si funciona, repítelo. Sino cámbialo.

4. Mente en blanco. Prácticas como la respiración diafragmática, la natación o meditar nos ayudan a calmar la velocidad de los pensamientos. Frenarlos hace que se dirijan mejor y se construyan nuevas herramientas de inteligencia emocional. Además, el deporte tiene la capacidad de quemar el estrés de forma natural por la liberación de endorfinas.

5. Promueve el humor. El humor es una de las 24 fortalezas personales en las que se basa la Psicología Positiva. Esta habilidad nos permite ampliar perspectiva, relativizar y desdramatizar las situaciones negativas.  

6. Libera tus emociones. Escribir sobre ellas o hablar con un amigo pone orden al flujo de pensamientos. Esta técnica es útil para esquematizar lo que sentimos fuera de nuestra cabeza. Desde esa perspectiva somos capaces de fomentar la autocrítica y enfrentar mejor el estrés.

Si queremos minimizar los pensamientos negativos primero debemos aceptarlos para así dejar que tengan su espacio y puedan fluir hasta desaparecer. La inteligencia emocional es útil en sociedad y determina el éxito que tendremos en las metas que nos propongamos.

Ángel Rull, psicólogo clínico.