PSICOLOGÍA

Sube tu autoestima en 5 pasos

La falta de confianza y seguridad en uno mismo es uno de los problemas más tratados por los psicólogos

Una imagen de 'Sonrisas y lágrimas', con la actriz Julie Andrews en el centro.

Una imagen de 'Sonrisas y lágrimas', con la actriz Julie Andrews en el centro.

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Falta de confianza, inseguridad y una percepción negativa sobre sí mismo son síntomas claves de la baja autoestima. Un problema en aumento que condiciona la vida de muchas personas.

Limita la actuación y el desarrollo óptimo de todo aquel que lo sufre. Pero, si nos basamos en varios pasos, podemos empezar a fortalecerla y desarrollarla.

Esto nos ayudará en nuestra vida profesional, social, familiar y de pareja.

Síntomas de la baja autoestima

Varios síntomas puedes hacernos ver que no contamos con el nivel óptimo de autoestima. Los principales indicadores son los siguientes:

  • Búsqueda de aprobación de los demás. Necesitamos reafirmar aquello que hacemos en base a lo que opinan los demás. Nos basamos en lo que quieren o piensan aquello más cercanos a nosotros.
  • Mala sociabilidad. Relacionarse poco por miedo a ser juzgado o por pensar que no se cuenta con nada interesante que aportar al otro.
  • Apatía. Falta motivación para alcanzar metas. Aparece por la autovaloración negativa, pensando que no se cuenta con todo aquello para conseguir lo que nos proponemos.
  • Inseguridad. Falta de confianza y desvalorización.
  • Relaciones tóxicas. Personas cercanas con los que se mantiene una relación desequilibrada.
  • Sentir que no merecemos cosas buenas.
  • Infelicidad. Es una constante en las personas con baja autoestima. La felicidad nunca se alcanza porque parece que nos faltan siempre elementos clave.
  • Imposibilidad en la toma de decisiones. Creo haber tomado siempre decisiones incorrectas por un sesgo perceptivo negativo. Esto determina la inseguridad al tener que elegir nuevos caminos.

5 pasos imprescindibles

Contar con claves concretas y convertirlas en hábitos aumentaran fácil y rápidamente la autoestima.

1. Elimina el exceso de autoexigencia. La motivación, el esfuerzo y la exigencia son valores fundamentales para alcanzar todo lo que una persona se propone. Pero un exceso de autoexigencia acaba creando una situación de bloqueo. Nada nos parece suficiente y creemos no contar con el mérito o las herramientas necesarias para alcanzar lo que nos proponemos.

2. Cambia tus palabras. El ser humano está formado por lenguaje. A través de las palabras construimos, pero también derribamos. Aquello que decimos conforma nuestros esquemas mentales y esos esquemas determinan nuestra forma de ser y actuar. Elimina todas aquellas palabras de desprecio o desvaloración hacia ti mismo. Introduce otras más positivas y reales.

3. Atiende tus necesidades. Presta atención a lo que necesitas y a lo que realmente quieres. Para ello son importantes tus emociones. Todas tienen una utilidad, desde la alegría hasta la tristeza, pasando por la rabia. Son válidas y pueden indicarte cómo te sientes realmente. Busca aquello que te haga sentir mejor a corto, medio y largo plazo

3. Acéptate. Cambiar aspectos de tu físico o de tu personalidad es posible pero no siempre necesario. Lo que eres, tu personalidad y tu cuerpo son indicadores de la persona que hay detrás. Nos definen, nos acercan a los demás y siempre son válidos.

4. Espacio. No siempre es necesaria la compañía. Para trabajar tu autoestima, escucharte y atender tus necesidades necesitas espacio. Tiempo a solas, para reflexionar y para tener ocio sin compañía, te ayudarán a conectar contigo y ganar en autoconfianza.

La autoestima es inestable, cambiante y depende de nosotros mismos y del entorno. Su inestabilidad nos permite modificarla, adaptarla a las exigencias sociales y orientarla para que trabaje a nuestro favor.

Dejar de ser nuestro peor enemigo es una de las claves para ganar en seguridad y confianza, aumentar nuestra autoestima y sumar bienestar a nuestra vida.

Ángel Rull, psicólogo clínico