UNA historia de SARRIÀ-SANT GERVASI... Fachada del Col·legi d'Aparelladors

Un poema visual de Brossa en la fachada

La obra, con 100 letras de 16 colores, luce desde 1993 en el Col·legi d'Aparelladors

Arte urbano Sede del Col·legi d’Aparelladors, en Bon Pastor, 5.

Arte urbano Sede del Col·legi d’Aparelladors, en Bon Pastor, 5. / FRANCESC CASALS

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BEATRIZ PÉREZ / Barcelona

«¿Es poesía? ¿Es escultura? Yo siempre digo que es Joan Brossa». El historiador y crítico de arte Daniel Giralt-Miracle explica así el Poema visual per a una façana, del célebre poeta catalán, que ha cumplido 20 años en la fachada principal del Col·legi d'Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d'Edificació de Barcelona (CAATEEB), en la calle del Bon Pastor, 5. Se inauguró el 15 de junio de 1993, con música de Wagner, la favorita de Brossa (1919-1998).

Poema visual per a una façana, concebido por Brossa pero ejecutado por el artista plástico Josep Pla-Narbona, está compuesto por cien letras de 16 colores, de las cuales 50 forman el rótulo del CAATEEB y las otras 50 se ordenan alfabéticamente por la fachada.

Entre todas predomina la A, en referencia a la palabra «aparejadores». La obra culmina con la escultura de un saltamontes (en México, símbolo de la inteligencia), situada en lo alto de la misma. «Era una fachada muy anodina. Brossa le dio personalidad», apunta Giralt-Miracle y añade que, a principio de los 90, los únicos que hacían intervenciones en el espacio urbano eran los escultores.

Tridimensionalidad

«En Poema per a una façana, Brossa expandió su poesía y ocupó con ella los espacios urbanos», dice el historiador. Pero no fue la primera vez que lo hizo: en 1984 creó la pieza tridimensional Poema visual transitable, situada en el velódromo de Horta.

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En estas dos décadas, Poema visual per a una façana se ha convertido, en palabras de Giralt-Miracle, en un «nuevo y brillante referente urbano». Opina lo mismo la presidenta del CAATEEB, Maria Rosa Remolà: «Hay muchas personas que vienen a ver esta fachada». La A y el saltamontes han acabado por convertirse en los símbolos del colegio. La entidad, además, tiene previsto el próximo año hacer obras en el edificio para que la escultura del saltamontes, de difícil visibilidad desde la calle, se pueda visitar.

De momento, el Col·legi d'Aparelladors celebrará mañana el aniversario del poema con la colocación de una placa conmemorativa en la planta baja del edificio y una charla sobre la obra de Brossa.