un vecino llamado... Julià Peiró, periodista

«Sant Gervasi tuvo grandes locales de la noche barcelonesa»

<b>El periodista televisivo de la fiesta nocturna </b>en la década de los 80 sigue conectado a la noche, ahora a través de libros que rememoran aquella época dorada. Sant Gervasi, el barrio en el que vive Julià Peiró, es uno en el que más discotecas y clubs han tenido que cerrar.

Hogar y lugar de trabajo «Aquí escribo mis libros»SU PISO DE RÍOS ROSAS, CALLE EN LA QUE COEXISTIERON HASTA SEIS BARES DE COPAS, ESTÁ LLENO DE RETRATOS DE LA HIJA Y DEL NIETO DE PEIRÓ.

Hogar y lugar de trabajo «Aquí escribo mis libros»SU PISO DE RÍOS ROSAS, CALLE EN LA QUE COEXISTIERON HASTA SEIS BARES DE COPAS, ESTÁ LLENO DE RETRATOS DE LA HIJA Y DEL NIETO DE PEIRÓ.

CARME ESCALES
BARCELONA

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Sus crónicas de la noche de la jet set catalana despidieron durante mucho tiempo los Telenotícies de TV-3. No había fiesta a la que Julià Peiró no asistiera, acompañado de un cámara de televisión. Pero si por algún trabajo este periodista es recordado de manera especial es por La casa dels famosos, el primer programa de Televisió de Catalunya que mostró dónde vivían o veraneaban personajes conocidos.

Peiró con su característica entonación decía: «Som a la casa dels famosos». Así daba comienzo una distendida charla de aproximación a la vida cotidiana de actores, artistas, ricos y vedettes del momento. Hoy, el famoso que se dio a conocer junto a todos ellos es él. Julià Peiró nos muestra su casa, sus quehaceres más habituales y sus lugares más frecuentados en Sant Gervasi.

Desde 1975, el periodista tiene un piso con una gran terraza en Sant Gervasi, un barrio que ha visto cambiar mucho desde entonces. «Antes estaba lleno de torres, era zona de segunda residencia, pero hoy ya solo quedan algunas rodeadas de edificios», señala Peiró. El periodista, inmerso en la redacción de su próximo libro, Barcelona, Barcelona, ¿qué fue de tu noche divina?, pasa muchas horas en casa, a tan solo una manzana de la calle de Balmes, pero situada en una tranquila vía, ajena al ajetreo del tráfico.

Cenas y teatro

Lejos ya de aquellas noches divinas de la ciudad y de su nocturnidad laboral y vocacional, Julià Peiró concentra ahora su vida social en cenas y tertulias. «Y, como mi actual pareja es una gran apasionada del teatro, también salimos mucho a ver espectáculos, especialmente los de pequeñas salas, ese teatro alternativo que no es negocio, pero que tiene un gran nivel. Se están haciendo cosas muy buenas en pequeños teatros», puntualiza el periodista.

Espectáculos y cenas son algunas de las actividades que Peiró sale a buscar fuera de Sant Gervasi. «Aquí hay un rico tejido comercial, un poco de todo, y todo bueno. Yo no soy de ir a comprar lo de cada día, pero me gusta seleccionar, por ejemplo, los quesos y detalles para una cena en días especiales y aquí hay muchas tiendas con un producto excelente», explica. «Pero, de noche, Sant Gervasi, como toda Barcelona, ha cambiado mucho en los últimos años. La mayoría de locales han desaparecido. Quedan algunos restaurantes, pero salas de fiesta, no hay», afirma. «Desde la democracia, hay menos vida nocturna en la ciudad. El que sale cada noche, ya sabe dónde ir, pero si quieres salir con alguien un día determinado, porque ha venido de visita, no sabes dónde ir», dice Peiró. «Yo me he divertido mucho en los bares», reconoce el autor del libro Anys de pit i cuixa.

«Los años del posfranquismo fueron de lujuria y disbauxa total», recuerda el periodista, que nació en plena guerra civil, en 1938. «De pequeño viví en el Berguedà. En Barcelona, he vivido en diferentes distritos. Cada vez que cambiaba de novia, cambiaba de barrio», explica. Cuando se afincó en Sant Gervasi, en el 75, la zona alta albergaba emblemáticos locales de fiesta como «Boccacio, Papagayo, Baccara. Charlie Max, Ribelino's... Todos ellos, grandes locales, marcaron la época dorada de la noche barcelonesa, y la mayoría estaban en Sant Gervasi», concreta Peiró.

Mitos y famosos

De bar en bar y de discoteca en discoteca, Julià Peiró alimentó, en la zona alta de la ciudad, una interesante agenda de contactos, en un momento en el que, según el periodista, «el que era famoso lo era para toda la vida», precisa. «Ahora, la carrera de famoso es más corta, puede durar solo unos meses. Desde el gran despliegue de los medios de comunicación, televisión e internet, las celebridades cada vez son más momentáneas», declara Peiró que, particularmente, no se considera en absoluto mitómano. «Quienes son mis amigos, lo son al margen de la fama que puedan tener», afirma el periodista. Su programa en el que visitaba a famosos llegó a alcanzar un 84% de cuota de pantalla. «Solo había una competencia, Televisión Española, la audiencia que teníamos en TV-3 era brutal», explica Peiró.

Hoy, a este vecino de Sant Gervasi «barrio en el que vivió Mercè Rodoreda», puntualiza, le preocupa más bien poco la vida social de los protagonistas de la prensa rosa. Sí lamenta, sin embargo, que la ciudad haya perdido locales donde ir a bailar los domingos por la tarde, o donde el volumen de la música no impida hablar. «La gente necesita un lugar para relacionarse y esta ciudad, como todas las grandes urbes, cuanto más crece más se deshumaniza. Y tenemos suerte porque Barcelona ya no pueda crecer más», apunta.