Gestión hídrica

Los lagos del área de Barcelona se ponen a punto para el verano al acercarse el fin de la sequía

El Área Metropolitana de Barcelona ha renovado el agua de los lagos de parques de Santa Coloma de Gramenet, Badalona, Esplugues, Sant Joan Despí y Sant Just Desvern

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Operarios del AMB trabajan en la renovación del lago del parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet

Operarios del AMB trabajan en la renovación del lago del parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet / Josep Cano / Àrea Metropolitana de Barcelona

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Santa Coloma de Gramenet
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Los lagos de los parques metropolitanos se encuentran en la fase final del proceso de vaciado de agua, limpieza y posterior rellenado. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) declara que "una vez el Plan de sequía ha vuelto a la fase inicial de alerta y la pluviometría ha mejorado", el equipo de parques del ente supramunicipal ha "revisado y valorado" el estado de los lagos. En concreto, el aspecto, la calidad del agua y las condiciones de vida de la fauna existente de las grandes lenguas de agua situadas en las zonas verdes de la conurbación barcelonesa.

La jefa de la oficina de instalaciones de parques del AMB, Sara Arguedas, considera necesario llevar a cabo estas tareas para "garantizar la calidad del agua durante los meses más delicados a causa del aumento de temperaturas"; y favorecer así el estado óptimo de la vida acuática. "En verano, las temperaturas son más elevadas lo que hace que estos espacios sean más delicados a la hora de mantener la biodiversidad", explica Arguedas.

Concretamente, el AMB ha llevado a cabo el vaciado y la renovación de los lagos de los parques de Can Solei i Ca l'Arnús de Badalona; el de Can Vidalet, en Esplugues de Llobregat; el de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet; los dos del parque de Torreblanca, a caballo entre Sant Joan Despí y Sant Just Desvern; y el lago del Jardí Botànic de Barcelona y el estanque del Jardí Botànic Històric. El plan contempla otras actuaciones como la identificación de especies invasoras y control de fauna exótica, la reparación de las instalaciones asociadas o el mantenimiento de la vegetación.

Vaciado del agua del lago del parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet

Vaciado del agua del lago del parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet / Josep Cano / Àrea Metropolitana de Barcelona

Así, para el vaciado del agua del lago se usan bombas de aspiración y mangas para extraer el agua y, cuando es posible, se aprovecha para regar las plantas del parque. Esta tarea es más o menos compleja en función de la calidad del agua y la presencia de sólidos en suspensión y lodo que se pueda haber acumulado al fondo.

En cuanto a la limpieza del interior del lago, se retira el lodo generado por la sedimentación y todos los elementos que hayan caído en él (restos vegetales, troncos, ramas y voluminosos inorgánicos).

Sistema de tuberías del lago del parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet

Sistema de tuberías del lago del parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet / Josep Cano / Àrea Metropolitana de Barcelona

Además, estas tareas de vaciado se hacen durante los meses de invierno para evitar intervenir en época de nidificación de pájaros acuáticos y en época de reproducción de especies protegidas, como algunos anfibios, y minimizar el impacto en la fauna salvaje: "Intentamos interferir lo menos posible, no utilizamos ningún tipo de herbicida o desinfectante", apunta Arguedas.

Dejando atrás la sequía

La entrada en fase de alerta del Plan de sequía en noviembre del 2022 implicó la prohibición de la cumplimentación total o parcial de los lagos, excepto los que eran elementos de apoyo vital para la vida acuática. Basándose en estos requerimientos, el AMB paró la cumplimentación de balsas y canales de agua donde no había presencia de fauna acuática y mantuvo al nivel imprescindible de las balsas con fauna acuática asociada, manteniendo este criterio a lo largo de la fase de excepcionalidad.

Con la entrada en fase de emergencia del decreto de sequía (el 2 de febrero del 2024), solo se podían llenar láminas de agua que acogieran fauna en peligro de extinción o fauna destinada a la recuperación de especies autóctonas. El criterio del AMB fue mantener el nivel de agua de pequeñas balsas alimentadas con agua no potable y lagos de grandes dimensiones que acogen fauna diversa.

Los 52 parques que forman la red de parques metropolitanos de Barcelona (XPM) están distribuidos en 34 municipios y disponen de elementos de agua como lagos de grandes dimensiones, canales, balsas o estanques. El AMB señala que estos puntos de agua tienen "funciones vitales" para el medio ambiente, como por ejemplo la termorregulación de los espacios, la mejora de la biodiversidad y la presencia de fauna (avifauna, anfibios, insectos, etc.) y la mejora de la calidad paisajística.