Evacuación en la calle Pirineus, 9-11

La reforma de los pisos desalojados en febrero en Santa Coloma por riesgo de derrumbe costará unos 80.000 euros de media por familia

El informe del estado del inmueble dicta que "no se puede garantizar la seguridad estructural de los techos del edificio" y confirma la presencia de "cemento aluminoso"

El Ayuntamiento asegura que estudia otras opciones para aminorar la carga sobre la propiedad

Evacuados unos 60 vecinos de un edificio en Santa Coloma tras la aparición de grietas en la estructura interna

Una pareja de policías locales custodia la entrada al edificio de la calle Pirineus de Santa Coloma desalojado por riesgo de derrumbe en febrero de 2024

Una pareja de policías locales custodia la entrada al edificio de la calle Pirineus de Santa Coloma desalojado por riesgo de derrumbe en febrero de 2024 / MANU MITRU

Gerardo Santos

Gerardo Santos

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Diez meses después de ser desalojados los 89 residentes del número 9-11 de la calle Pirineus de Santa Coloma de Gramenet tras detectarse deficiencias en la estructura que comprometían la seguridad del inmueble, el Ayuntamiento ha entregado esta semana el 'Anteproyecto de rehabilitación estructural y energética' a las 29 familias afectadas. El informe, al que ha tenido acceso en exclusiva EL PERIÓDICO, propone tres escenarios de reforma, cuyos presupuestos oscilan entre los 71.645 euros y los 87.031 euros.

El consistorio colomense encargó al Consorci Metropolità de l'Habitatge la redacción del informe para analizar las diferentes alternativas que permiten incluir la necesaria reforma del edificio en el programa de rehabilitación del consorcio y obtener una subvención Next Generation, que pasa inevitablemente por incluir en los trabajos mejoras en la eficiencia energética: "En esta fase hemos conseguido que desde el Consorcio Metropolitano de la Vivienda se asuma el coste del estudio y anteproyecto para la rehabilitación", declara a este medio el primer teniente de Alcaldía del área de Urbanismo, Toni Suárez.

Según los datos facilitados por el consistorio colomense, tres familias han pasado estos meses viviendo en pisos de amigos o familiares; dos más, en pisos propiedad de la Sareb; otras dos, en pensiones o apartamentos costeados por el ayuntamiento; tres más, en pisos facilitados por la Agència de l'Habitatge de Catalunya; otras ocho, en viviendas de la empresa pública Gramepark; y las 11 restantes, en viviendas de propiedad municipal: "Desde el minuto uno hemos estado al lado de las familias y en coordinación con el administrador de la comunidad —continúa el concejal Suárez—, el ayuntamiento ha proporcionado una solución habitacional a todas las familias que lo han necesitado".

Presencia de cemento aluminoso

El inmueble, construido en 1968, adolece de graves problemas estructurales, según se lee en el anteproyecto de reforma: "Estamos delante de una estructura de baja calidad con un material de baja durabilidad y una ejecución deficiente". Por todo ello, "no se puede garantizar la seguridad estructural de los techos del edificio". El diagnóstico de los males estructurales del inmueble pasa por la presencia de "cemento aluminoso" en las semiviguetas de todos los techos, lo que provoca que se hayan detectado "130 viguetas con lesiones graves, principalmente grietas provocadas por la corrosión del acero que se expande y produce desprendimientos en el hormigón".

Además, aunque las semiviguetas de los techos tendrían que haber sido reforzadas, según se lee en el informe, "con colmatados de hormigón de buena calidad y en un grosor suficiente, la realidad es que la geometría de la semivigueta fue completada con un mortero de media-baja calidad con una resistencia muy inferior a la de un hormigón estructural". Por todo ello, "se considera imprescindible proceder al refuerzo estructural de los techos del edificio", así como al "refuerzo de la estructura vertical" del inmueble, ya que la estructura existente "no es suficiente para soportar las cargas que se tendrán que transmitir".

Así, de entre los trabajos que serán necesarios para que el edificio vuelva a ser habitable, el informe destaca el refuerzo de la estructura horizontal y vertical de todo el inmueble, la rehabilitación energética (imprescindible para poder subvencionar la obra), la adaptación de la entrada y la instalación de un ascensor para hacer accesible la finca, la reforma del interior de las viviendas y la retirada del fibrocemento con amianto.

De todas maneras, el Ayuntamiento de Santa Coloma asegura que estudia otras opciones para aminorar la carga sobre la propiedad: "Ahora vamos a esperar la valoración que hagan los propietarios para intentar que sea lo menos costoso posible, pero los vecinos y vecinas saben que pueden contar con nuestro apoyo", zanja Toni Suárez.

Suscríbete para seguir leyendo