Radiografía del documental que dignifica la memoria vecinal de los que levantaron Santa Coloma

Cajas, papeles, mapas, revistas, cintas, cartas, libros, proyectos, planos. Todo eso es lo que se encuentran Xavi y Jordi Valls cuando bajan hasta un sótano oscuro y lleno de polvo, enfrentándose cara a cara con el legado de su “papa”, el arquitecto Xavier Valls, impulsor del Pla Popular de Santa Coloma de Gramenet, un proyecto urbanístico que transformó un suburbio en la Santa Coloma ciudad de hoy día. Así empieza el recién estrenado documental Perifèria, una aproximación a la figura de Xavier Valls y todo el contexto de luchas vecinales durante el franquismo en Santa Coloma.

“La historia del Pla Popular es una historia espectacular y muy singular; era una lástima que no se hubiera explicado más profundamente, documentándolo bien”, afirma la periodista Odei Etxearte, directora y guionista del filme, quien reconoce “fascinación” por saber “cómo era un suburbio y las carencias que tenían sus vecinos”. La Santa Coloma de hace 40 años carecía de lo más esencial: alcantarillado, iluminación, asfalto de las calles, falta de transporte público o escuelas y ambulatorios.

Perifèria penetra en preguntas que muchas veces se dan por sabidas: ¿cómo se construye una ciudad? o ¿quién decide dónde colocar una escuela? “El Pla Popular tenía como objetivo transformar un suburbio en una ciudad. Y no entender la ciudad como un espacio lleno de equipamientos, sino un lugar más allá de lo material”, afirma Etxearte, que publicó en 2014 el libro De suburbi a ciutat. El Pla Popular de Santa Coloma de Gramenet, documentando estas cuestiones.

Todas las reivindicaciones, en un contexto de dictadura franquista, se cristalizaron a través de la lucha vecinal y los movimientos sociales. La Administración de ese momento no iba a solucionar las problemáticas y solo la organización de la ciudadanía permitió gestar este proyecto de ciudad. Tras las elecciones municipales de 1979, los primeros comicios democráticos desde la Segunda República, entran en las instituciones todos esos movimientos sociales, de la mano del PSUC, para aplicar un proyecto ambicioso de ciudad, lejos de los planes urbanísticos anteriores con planteamientos especulativos. 

La figura de Xavier Valls

“Humano, cercano, simpático, conciliador, sonriente, protector, apasionado”. El hijo del arquitecto, Xavi Valls -con el mismo nombre que el padre-, verbaliza todos estos adjetivos al ser preguntado por cómo recuerda a su padre. Reconoce haberse “construido” ese imaginario a lo largo de los años, ya que su padre fue asesinado en 1987, cuando él tenía 10 años, por la banda terrorista ETA en Hipercor.

Valls era arquitecto y la cabeza pensante del Pla Popular, aunque fue su mujer, Maria Josep Olivé, quien le hizo ver cómo “el urbanismo puede ser político”, relata el hijo. La figura de la esposa del urbanista también tiene su protagonismo en la película, como una de esas muchas mujeres invisibilizadas por la historia. “El papel de las mujeres muchas veces no está muy reconocido cuando fueron muy importantes, ya que varias reivindicaciones que se materializaron en el Pla Popular fueron reivindicadas por ellas. Hay una mirada muy femenina en este proyecto urbanístico”, señala el hijo de Olivé.

Xavier Valls, cuya figura, tanto en términos históricos del municipio como por ser víctima de ETA, ha sido reivindicada en actos conmemorativos locales, fue propuesto alcalde en dos ocasiones. Era una persona cercana a las clases trabajadoras y realizó mucha pedagogía en temas sobre distinta índole urbanística. Su militancia transitó de Bandera Roja hasta las filas del PSUC, aunque siempre prefirió mantenerse en la retaguardia planificando o formando a vecinos de Santa Coloma en cuestiones urbanísticas o inmobiliarias, relatan sus allegados.

Diálogo generacional

El documental entabla un diálogo constante entre el pasado y el presente. Entre aquellos que hicieron posible otra Santa Coloma y los que ahora la viven en sus propias carnes. La hemeroteca teje un potente recorrido que va de los vídeos en blanco y negro de los años 70 hasta la actualidad de una Santa Coloma que se mantiene diversa, mestiza y plural.

Etxearte, que ha compartido la dirección con Xavier Esteban, considera a las generaciones muy distintas, aunque afirma que comparten “puntos en común”: “El mundo ha cambiado. No era lo mismo hacer lucha vecinal en una dictadura que hacerla en un contexto de democracia. La intención es ver qué están haciendo los jóvenes actuales, ya que el Pla Popular lo impulsaron la juventud de esa época”, señala la periodista, quien relata que aprovecharon el conflicto de Ciutat Vella, que coincidió con el primer rodaje, para establecer el diálogo y “hacer un poco de puente” entre estas dos visiones.

Dídac Espí, de 20 años, es uno de los jóvenes que en el filme hace de puente y muestra la visión de una generación marcada por otras realidades. ¿Qué legado ha recogido la generación actual del Pla Popular? “Todo. Las reivindicaciones del ambulatorio, las plazas o el alumbrado es el resultado de la Santa Coloma de hace unos años”, afirma Espí, quien señala algunas luchas vecinales que se han quedado por el camino como un parque de Can Zam “verde y frondoso”.

Mirada al futuro

Mirada al futuroLa cámara del presente en la película retrata una Santa Coloma, con la música de Isma.L y Queral Lahoz de fondo, muy de verdad y lejos de los prejuicios: “El imaginario colectivo de Santa Coloma que tiene la gente de fuera, con temas de delincuencia, suciedad o amontonamiento de edificios, dista mucho del pensamiento de los vecinos, ya que nunca he pensado que fuera una ciudad fea”, sentencia Odei acerca del estigma que se relaciona con la periferia. A esta cuestión, la periodista achaca el papel de los medios de comunicación, los cuales “siempre sacan temas negativos”. “Me hace mucha ilusión llevar Santa Coloma a los cines”, comenta felizmente Xavi Valls, al hilo de enseñar una Santa Coloma distinta a la mediática.

Para los problemas de ahora, Etxearte no considera necesario un nuevo Pla Popular, aunque sí apuesta por un “proceso de participación ciudadana” en un proyecto de ciudad para el futuro. Por su parte, Espí, activista de Salvem La Ciutat Vella, considera que la gestión del centro de recursos juveniles Mas Fonollar debería pasar a manos de los jóvenes y que fuera un espacio de encuentro. Fuentes municipales del Ayuntamiento de Santa Coloma han declinado pronunciarse en este reportaje sobre el documental.

“Si mi padre viera Santa Coloma ahora estaría muy orgulloso en relación con el Pla Popular, aunque estaría enfadado por mejorar cuestiones como la pobreza y la vivienda”, señala el hijo del arquitecto, que actualmente, por paradojas de la vida, trabaja en temas de participación ciudadana y urbanismo. Etxearte, por su parte, considera que “hay otra forma de construir las ciudades, desde abajo y con participación ciudadana. La gente tiene mucho que decir acerca de cómo debe ser la ciudad. Son quienes sufren las carencias, los beneficios o los perjuicios de las actuaciones que se hacen. El Pla Popular demostró que es posible”, sentencia.