CRÓNICA DE LAS PROTESTAS DEL 18-O

La calle de la 'huelga-no huelga' en Santa Coloma contra la sentencia del 'procés'

Unos mil manifestantes se movilizan en Santa Coloma contra la sentencia del 'procés'.

Unos mil manifestantes se movilizan en Santa Coloma contra la sentencia del 'procés'. / MANUEL ARENAS

Manuel Arenas

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Este 18 de octubre, día elegido por los sindicatos independentistas Intersindical-CSC e IAC para convocar una huelga general en Catalunya contra la sentencia del 'procés', la avenida Santa Coloma de Santa Coloma de Gramenet, una de las vías principales del municipio del Barcelonès, ha visto cómo sus ciudadanos hacían una 'huelga-no huelga' en protesta por las condenas del Tribunal Supremo a los líderes independentistas.

A las 12:00 h de la mañana, unas 1.200 personas -según un agente de la Policía local a pie de calle- se movilizaban en la avenida a favor de la huelga y contra la sentencia del 'procés': "Se vende Estado español", se leía en una pancarta a la cabeza de la manifestación. A las 12:30 h, prácticamente nadie secundaba ya la huelga en la avenida por donde había pasado la marcha -ya de camino a Barcelona, donde se unifican todas las 'marxes per la llibertat'- media hora antes, y los comercios y negocios retomaban el ritmo habitual de cualquier día laborable en la urbe de 118.000 habitantes.

A pesar de ello, los impulsores de la marcha se mostraban sorprendidos por la afluencia ciudadana. "¡Madre mía, cuánta gente!", comentaba Aitor Blanc, exconcejal de SOM Gramenet al frente de la concentración, cuando ésta se acercaba al puente del Potosí. Ciertamente, los manifestantes pasaron de unas pocas decenas a la hora de la convocatoria (11:30 h) en la plaza de la Vila, a centenares y centenares mientras se leían manifiestos contra la "represión autoritaria" del Gobierno y se daba inicio a la marcha hacia Barcelona.

El independentismo es minoritario en Santa Coloma -sólo 3 concejales, los de ERC, de los 27 en el Pleno lo son-, pero la actual y compleja actualización del conflicto catalán ha atraído a las movilizaciones catalanas de estos días sensibilidades diversas, un fenómeno global en Catalunya que quedaba representado en una aislada bandera republicana española en el desfile colomense.

Una mayoría de negocios abiertos

De los muchos y diversos negocios de la avenida Santa Coloma, apenas una decena de ellos permanecían cerrados este 18 de octubre, un clima de normalidad laboral generalizado en todo el municipio: aunque el Ayuntamiento -gobernado por el PSC con mayoría absoluta- decretó servicios mínimos, no se ha posicionado públicamente a favor de la huelga y, de hecho, la mayoría de trabajadores municipales han acudido hoy a su puesto de trabajo.

Una pescadería, abierta. Una tienda de telas, abierta. Una panadería, abierta. Un bar de jubilados, abierto. Una negocio de arreglos, abierto. Una cooperativa de vinos, abierta. Un establecimiento de frutas y verduras, abierto. Un 'Todo a 100', abierto. Un kebab, abierto. Una pastelería, abierto. Un Condis, abierto. Un supermercado, abierto. Una farmacia, abierta. Una tienda de móviles, abierta. Viajes El Corte Inglés, abierto. Una cervecería, abierta. Un restaurante chino, abierto. Una joyería, abierta. Un centro veterinario, abierto. Una óptica, abierta. Loterías y Apuestas del Estado, claro, abiertas.

¿Qué había cerrado en la avenida de la movilización independentista tras su paso? Un asador, un centro de estética y fotodepilación, una consultoría-asesoría, una fábrica de cerveza artesanal, un bar, una agencia inmobiliaria y un negocio de recambios y accesorios para el automóvil. Poco más.

El curioso caso de la farmacia de Schrödinger

Algunos de los vecinos colomenses que han decidido no hacer huelga expresaban su desconcierto y desubicación ante la actual situación en Catalunya. "¿Por qué ha decidido no hacer huelga?". "¿Huelga? ¿Qué huelga?", contestaba -pidiendo su anonimato- el propietario paquistaní de un establecimiento de frutas y verduras, que reconocía no tener conocimiento de la compleja coyuntura política catalana. "Este local es muy pequeño...", se excusaba.

Por su parte, los propietarios chinos de un 'Todo a 100' puntualizaban que, aunque su negocio estuviera abierto, "nos parece muy bien que la gente salga a la calle y proteste, como hemos visto esta mañana en Santa Coloma, lo que no nos gusta es el fuego y los coches destrozados que vemos en la televisión", señalaban sobre los desórdenes públicos que acontecen noche tras noche en las calles de Barcelona.

Son las 12:45 h de la mañana, la concentración ha dejado atrás hace rato la avenida Santa Coloma y una señora espera en la puerta de la farmacia Enric Alé, que tiene la persiana bajada y está aparentemente cerrada. "Señora, parece que la farmacia hace huelga". "No, no, estoy esperando al dependiente, lo que pasa es que ha bajado la persiana porque los de la huelga le han dicho que cierre y le ha entrado el pánico". Al poco, el farmacéutico sale a entregarle a la mujer su medicamento y niega la mayor: "A mí nadie me ha dicho que cierre; he bajado la persiana porque hay mucho mangui y ahora estoy solo". El curioso caso de la farmacia cerrada y abierta al mismo tiempo, como el gato de Schrödinger, muerto y vivo a la vez.

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