METÁFORA DE PUGNA LOCAL PRE MUNICIPALES

El conflicto urbanístico anquilosado en el centro de Santa Coloma que confronta dos modelos de ciudad ante el 26-M

Una pancarta de la Plataforma Salvem Ciutat Vella de Santa Coloma.

Una pancarta de la Plataforma Salvem Ciutat Vella de Santa Coloma. / PLATAFORMA SALVEM CIUTAT VELLA

Manuel Arenas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De puertas para afuera, la cuestión que más ha podido marcar el discurso político de la última parte de este mandato en Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès) ha sido la seguridad. Sonados hechos delictivos, contundentes reclamaciones policiales y curiosas políticas en el espacio público han contribuido a ello, más allá de que la criminalidad, según datos oficiales de finales del 2018 en esta ciudad catalana, es más baja que en otras comparables por habitantes, como Mataró (Maresme), u otras comparables por proximidad, como Badalona (Barcelonès).

Sin embargo, en términos locales, hay un ámbito en Santa Coloma que ejemplifica metafóricamente mejor que la seguridad la confrontación de modelos políticos de ciudad de cara al mandato que seguirá a las elecciones municipales del próximo 26 de mayo. Este ámbito es el urbanismo y los ejemplos son diversos, desde el parque de Can Zam hasta el paseo de la Salzereda pasando por el Plan Especial de Reforma Interior (PERI), en el cual nos vamos a centrar a continuación.

En el sustrato de esas transformaciones urbanas subyace la clásica pugna entre un modelo de crecimiento económico más expansivo, apoyado por el Gobierno municipal del PSC, y otro modelo de crecimiento más restrictivo, que apela habitualmente a la conservación del patrimonio histórico y prioriza la identidad local en detrimento de los grandes cambios, propio de formaciones a la izquierda del PSC como SOM Gramenet En Comú Podem. Sin ir más lejos, este mismo choque ya se ha visto en otras grandes urbes catalanas como L’Hospitalet o la propia Barcelona.

En Santa Coloma, el PERI, una modificación urbanística que afecta a pleno centro del municipio y que se encuentra anquilosada en la actualidad, es un ejemplo representativo de cómo confrontan las diversas visiones políticas locales en términos de crecimiento de un municipio que quiere dejar atrás el desorden urbano que definió a aquella ciudad dormitorio hace décadas.

Qué es el PERI y qué cambios supondría

‘Plan Especial de Reforma Interior Santa Coloma Vella II’ –en adelante, PERI- es el nombre de la disposición urbanística que tiene por objeto intervenir en suelo urbano, en este caso una zona de suelo privado de la plaza de la Vila de Santa Coloma de Gramenet, con tres fines, según la información pública del Gobierno municipal: evitar el deterioro de la zona por los edificios en malas condiciones; abrir una avenida de conexión entre el paseo de la iglesia Major y la plaza de la Vila; y “dinamizar el centro de la ciudad con más equipamientos de titularidad pública”. Estos fines se enmarcan en las finalidades previstas en el art. 83 del reglamento que desarrolla la Ley del Suelo, entre las que destaca el “saneamiento de espacios insalubres”.

El proyecto definitivo por el cual comenzaron los derribos tiene una superficie de intervención de 6.327 metros cuadrados; intervención para la cual hay presupuestados 799.005,35 €, según el Ayuntamiento de Santa Coloma. Concretamente, el proyecto prevé construir 10 locales comerciales, 2 oficinas, 92 plazas de aparcamiento y, sobre todo, 52 viviendas –que en un principio eran 62-, que estarían situadas en una torre de 12 plantas (50,50 m), sobre la cual el ejecutivo local ha querido incidir en la idea de que “ya se contemplaba” en la aprobación de 1999, ante las protestas vecinales que se comentarán en las próximas líneas.

Por qué el PERI es relevante y dónde está el conflicto

La transformación urbana del centro de Santa Coloma ha cobrado relevancia en este último mandato porque fue en mayo del año 2018 cuando se iniciaron en la plaza de la Vila las actuaciones de derribos de fincas afectadas por el PERI. Concretamente, el PERI fue aprobado por el Pleno municipal colomense en 1999 -Gobierno socialista con Manuela de Madre al frente-, informa el consistorio, pero no fue hasta la Junta de Gobierno local del 18 de octubre del 2016 cuando el proyecto de urbanización se aprobó definitivamente para hacerse efectivo, después de que la gestión de los terrenos pasara a ser pública el año 2014.

¿Por qué transcurrió tanto tiempo entre la aprobación y la puesta en marcha? En primer lugar, apunta el Gobierno municipal, por la defunción del promotor privado, Francisco Ortega, que el año 2004 impulsó el proyecto. Por otra parte, también la “crisis económica” colaboró en la paralización de las obras, según ha reiterado la propia alcaldesa Núria Parlon (PSC).

El conflicto surgió en Santa Coloma a raíz de las actuaciones para los derribos de fincas afectadas por el PERI, a finales de mayo del 2018. Fue entonces cuando nació la Plataforma Salvem Ciutat Vella de Santa Coloma, una agrupación de vecinos que inició una batalla contra el Gobierno municipal por, en esencia, dos motivos, según se desprende de su petición inicial en ‘Change.org’. En primer lugar, el “atentado ecológico” del gran edificio de 12 plantas “que afectará a la visibilidad de las viviendas circundantes”, más bajas y propias del casco antiguo colomense. En segundo término, la “vulneración de derechos de los vecinos afectados por parte del Ayuntamiento de Santa Coloma”.

Como contrapartida a esas reclamaciones, el Ayuntamiento de Santa Coloma informó en mayo del 2018 de haber buscado realojamiento a las siete personas afectadas que lo solicitaron; haber buscado vivienda a los arrendatarios que lo pidieron y haber indemnizado a más de 30 propietarios que no vivían en la zona.

Vecinos y concejales encadenados para parar los derribos

A finales del mes de mayo del 2018, hace ahora un año, el vecindario de Santa Coloma afectado por el PERI paró los derribos previstos a través de una movilización en la calle Pedró. Tal y como puede verse en imágenes de 'La Directa'tanto vecinos como incluso algún concejal, como el edil Jordi Garcia, de SOM Gramenet -líder de la oposición colomense impulsado por la antigua Gent de Gramenet, integrada por la CUP-, se encadenaron como protesta y consiguieron que se paralizaran las actuaciones encargadas por el consistorio.

Desde aquel día, que simbolizó el choque entre vecinos e institución a través de disputas callejeras de manifestantes con operarios y policía local, la Plataforma Salvem Ciutat Vella, "no perteneciente a ningún partido político" pero muy próxima a SOM Gramenet, ha reivindicado una moratoria del proyecto para "hacer un debate participativo sin derribar más edificaciones históricas y sin un rascacielos de 50 m en el centro de la ciudad", reza su manifiesto.

Concretamente, la plataforma se refiere al "valor histórico" de inmuebles como el Estudi Nou (C/Pedró, 14), "una escuela libre, moderna y transgresora de antes de la república" que actualmente está 'okupada'. El razonamiento de la agrupación de vecinos es que el deterioro de la zona, uno de los principales argumentos del consistorio para reformarla, se debe a la carencia de obras en las fincas "debido a la amenaza de desalojo de las personas que viven".

Incluso buscando hiperbólicamente la relación del proyecto del PERI con la especulación urbanística de los tiempos del 'Caso Pretoria' -ha bautizado la torre proyectada como el 'Cubics 2', edificio vinculado al mediático caso de corrupción que implicó al anterior alcalde-, la plataforma ha criticado "sospechar" de "privilegios" a raíz de la reparcelación del ámbito del PERI en favor del Banc Sabadell, con el cual el Ayuntamiento de Santa Coloma -conjuntamente con Sabadell Real Estate, sociedad mercantil del banco- firmó un convenio en enero del 2018 que acredita al banco como propietario del 70,74% del terreno a intervenir; el resto de propietarios son CaixaBank y 7 particulares. Estas acusaciones han sido catalogadas por el Gobierno municipal de engañosas y electoralistas, vinculando la plataforma a SOM Gramenet.

En declaraciones a 'La Directa'Montserrat Baulies, abogada del Banc Sabadell en mayo del año pasado y también encargada de redactar el proyecto de reparcelación, afirmó que no existió ninguna incompatibilidad ni información privilegiada en favor del banco tras redactar el proyecto y posteriormente recibir el encargo de la entidad, puesto que la reparcelación y la adquisición de las fincas por parte de la entidad bancaria "fueron procesos paralelos, no fue que esperásemos [a que las fincas] fueran primero del banco", que las adquirió tras ejecutar la hipoteca del anterior propietario, Francisco Ortega.

¿Cuál es la posición de los partidos con actual representación?

PSC (14 concejales). El Gobierno municipal de Santa Coloma, integrado por el PSC con mayoría absoluta y liderado por Núria Parlon, posiciona al PERI como un proyecto de transformación y modernización del centro de Santa Coloma que vela por el interés general de la ciudadanía. La propia alcaldesa ha destacado los nuevos espacios para la ciudadanía que contempla el plan, la conexión del paseo Mossèn Jaume Gordi con la plaza de la Vila y la Rambla Sant Sebastià y las mejoras de accesibilidad previstas, como un ascensor público "para salvar el desnivel de la subida a la iglesia Major". Por su parte, y en términos de confrontación con la oposición, el teniente de alcaldesa Esteve Serrano ha catalogado de "guerra sucia" de "la CUP y sus marcas blancas" -en alusión a SOM Gramenet- la oposición para "evitar los derribos de la zona degradada del centro de la ciudad". "Prestarse a este juego manifestando que se va a construir un centro comercial, o la acusación de especulación inmobiliaria o de pelotazos urbanísticos, es aparte de rotundamente falso, deshonesto e inmoral", apostilla Serrano, que defiende el proyecto para "dignificar" la zona.

SOM Gramenet (6 concejales). El actual líder de la oposición colomense, muy vinculado a la Plataforma Salvem Ciutat Vella, ha sido el grupo municipal más beligerante en la cuestión del PERI de Santa Coloma. Su posicionamiento es claro: evitar la construcción del edificio de doce plantas y preservar la conservación del casco antiguo colomense. La agrupación, presente en la movilización del año pasado, secunda las reivindicaciones de la plataforma vecinal. Uno de sus concejales hasta ahora, Jordi Garcia, hace hincapié en la idea de que el proyecto respete la fisionomía e idiosincrasia de la identidad de la Santa Coloma histórica. Otra de sus concejalas, Manuela Morales, escribió un artículo donde incidía en la idea de la especulación y los "pelotazos urbanísticos" locales.

Ciudadanos (3 concejales). El segundo grupo de la oposición colomense hizo público el año pasado un comunicado donde pedía "responsabilidad" a todas las partes implicadas. A pesar de criticar "la mala gestión urbanística del PSC", el partido naranja aseguró que no bloquearía una situación "que es manifiestamente perjudicial para la ciudad", en alusión a las ocupaciones en la zona y la degradación de la misma, que "podría eternizarse otra década", agregaban. Asimismo, la agrupación solicitó al Gobierno municipal que estuviera por la inclusión de más zonas verdes en el entorno de la construcción y, en segundo término, se opuso a la decisión de suspender los derribos previstos el año pasado.

Gent d'Esquerres / En Comú Podem (2 concejales). Por su parte, desde el actual grupo municipal compuesto por ICV, EUiA, Gent d'Esquerres y Entesa -que concurrirá a las próximas municipales como En Comú Podem, integrando a la marca Podemos-, aseguran estar de acuerdo con extender la calle Jaume Gordi hasta la Rambla Sant Sebastià, medida contemplada en el PERI y reivindicación que "hace décadas que existe en muchos sectores de la ciudadanía colomense", pero sin embargo se muestran contrarios a las "cosas que se han hecho mal: si el equipo de Gobierno hubiera actuado correctamente, no hubiéramos llegado hasta aquí". Por ejemplo, el concejal y portavoz de la formación, Jonatan Fornés, cita el hecho de que no se haya "socializado lo suficiente" o que "no se haya previsto correctamente el realojo de personas afectadas por los derribos" como "errores gravísimos". "Un desastre que, además, ha contado con la complicidad del Banc Sabadell", rubrica Fornés.

Partido Popular (2 concejales). Por último, preguntado acerca de su posicionamiento ante la cuestión del PERI por este diario, el concejal popular David Zambrana propone que las reformas urbanísticas en las zonas más deterioradas de la ciudad “se han de hacer con el máximo consenso con vecinos y propietarios”. Zambrana asegura que no solo se han de aplicar mejoras urbanísticas en las zonas del centro contempladas en el PERI Santa Coloma Vella II, "sino también en el resto de barrios de la ciudad en que haya zonas deterioradas". "Es imprescindible rehabilitar estas reformas urbanísticas, y se ha de hacer con el máximo consenso entre propietarios y vecinos, pero desoyendo a aquellos radicales que solo buscan mantener sus privilegios", sentencia.

Así está el conflicto en la actualidad

Actualmente, y con el horizonte de las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, la reforma del centro de Santa Coloma de Gramenet se halla paralizada tras la suspensión de los derribos el año pasado. Silvia Terol, portavoz de la Plataforma Ciutat Vella -que en su día recogió unas 400 firmas- e integrante de SOM Gramenet, asegura que de la última reunión con integrantes del Gobierno municipal, que fue próxima a semana santa, no salió ninguna fecha prevista para retomar los derribos; lo que sí quedó claro, cuenta Terol, "es que para ellos el edificio de doce plantas es intocable", aunque desde la plataforma reivindican una negociación con el Banc Sabadell para que dicha torre no sea una realidad.

Hoy en día, el Estudi Nou (C/Pedró, 14) permanece 'okupado' -la anterior oficina de La Caixa incluida- como Centro Social Okupado Autogestionado (CSOA), y en el inmueble se llevan a cabo -mientras no haya nueva fecha de relanzar las actuaciones- actividades tales como kárate, talleres de bicis, talleres de alquimias o incluso una 'radio alternativa'.

Precisamente sobre este espacio versa la novedad más reciente sobre el PERI, en el marco de las municipales. El PSC de Santa Coloma lleva en su programa para el 26 de mayo convertirlo en un "ateneo de la gente mayor" en el centro de la ciudad, algo que, reconoce el concejal Jordi Garcia, ha "descolocado" en SOM Gramenet "porque desde el Gobierno municipal se había dicho a la Plataforma que se quería dedicar el espacio a una extensión de las dependencias municipales del consistorio", aunque desde el grupo municipal reivindican que se utilice para "un ateneo de gestión comunitaria e intergeneracional, ya que detectamos que en Santa Coloma faltan espacios especialmente para jóvenes".

Después del 26-M, más.

Más noticias de Santa Coloma de Gramenet en la edición local de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA