EL 26-M COLOMENSE DESDE EL MERCADO MUNICIPAL

"En Santa Coloma votaré en función de la independencia de Catalunya"

Mercado de Santa Coloma de Gramenet.

Mercado de Santa Coloma de Gramenet. / MANUEL ARENAS

Manuel Arenas

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Son las 12:00 h del 9 de mayo, quedan pocas horas para que empiece la campaña de las elecciones municipales del próximo 26 de mayo y es tan buen momento como cualquier otro para que Yolanda García, de 44 años, que trabaja en una parada del mercado Sagarra -el central- de Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès), no sepa que en un par de semanas vuelve a estar llamada a las urnas tras el 28-A, esta vez en clave local. "Ayer me trajeron a casa la tarjeta censal y pensé: '¿Otra vez? Se habrán equivocado'. Mi hijo me comentó que volvía a haber elecciones... me voy a volver loca de votar; me va a estallar la cabeza".

Mercados, qué lugares. Antes del 28-A, cuando el CIS de Tezanos clavó la predicción electoral, una de las críticas más sonadas al periodismo ha venido siendo la de que no pisa la calle y no palpa el termómetro de la gente de a pie, sino que se conforma y somete a las encuestas electorales. Pues bien, los mercados son un gran lugar para desvirtuar ese axioma. Están repletos de gente tremendamente corriente, que no tiene afán de protagonismo pero que quiere ser escuchada y que, sobre todo, tiene necesidades reales, cotidianas y nada elitistas.

Como aproximación a las próximas municipales, una docena de entrevistas durante la mañana anterior al inicio de campaña en el mercado central de Santa Coloma permite perfilar a un votante que encaja con el de los resultados de las generales: claramente de izquierdas y no independentista. Los electores que se atreven a revelar su voto -que admiten que repetirán el de las generales, dato importante- se reparten entre tres partidos: PSC, Cs y ERC. Y, sorprendentemente, a pesar de que se trata de unos comicios locales donde, a priori, la cuestión catalana no incide directamente pues va más allá de las competencias municipales, la mayoría de entrevistados reconoce que determinará su voto; efecto de la polarización, que sigue coleando.

"Votaré en función de la independencia de Catalunya"

Dolores tiene una parada de conservas y olivas en el mercado Sagarra y señala que la gestión del PSC, en general, le parece buena, "aunque siempre hay cosas". En términos locales, y poniendo énfasis en el bienestar de su negocio, se muestra preocupada por la "competencia desleal que está afectando al comercio local: falta regulación para que uno no pueda abrir cuando quiera, incluso los domingos, porque el pequeño comercio se está yendo al traste".

Sin embargo, a pesar de esas cuestiones locales, Dolores confiesa estar intranquila por algo que definitivamente determinará su voto: la cuestión catalana. "En Santa Coloma votaré en función de la independencia de Catalunya; lo que ha pasado aquí no me gusta nada y me tiene preocupada", añade la votante no independentista, que se autodefine como "de izquierdas o de centro-izquierda".

Quien también votará en función de la cuestión catalana es Josep Gavaldà, un anciano que, si bien no vive en Santa Coloma, sí es cliente del mercado porque su hijo, Francisco José Gavaldà, trabaja en el bar del mismo. Al ser preguntados por el sentido de su voto, ninguno de los dos duda: ERC. Son los dos únicos votantes manifiestamente independentistas de entre la docena de entrevistados. "Yo no lo era, pero me he hecho independentista", afirma Josep. "Ahora lo tengo clarísimo: siempre he dicho que si la gente hace equipo, la cosa funciona mejor, pero si cada uno va por su lado, entonces mal. Y ha llegado el momento de decir 'ya está bien', apunta Gavaldà, que sentencia: "Mi opinión te la digo ahora claramente: ¡república!".

"Voté al PSC, pero ahora votaré a Ciudadanos"

Excepto una de las personas preguntadas durante la mañana del 9 de mayo -"me sabe mal, pero si me posiciono públicamente puedo perder clientes"-, todas las demás contestaron amablemente a las preguntas sobre política municipal, la mayoría permitiendo ser citadas por su nombre y algunas por su nombre y apellido. Es el caso de Mari Carmen Soler, la propietaria de la carnicería Soler Capella, que interrogada acerca de su opinión sobre la gestión municipal de este último mandato, no duda en mojarse declarando que le ha parecido "nefasta".

¿Por qué? "Porque la política que está llevando a cabo la alcaldesa Núria Parlon [PSC] se está cargando al pequeño comercio". Soler se refiere a la peatonalización del centro de Santa Coloma, donde está ubicado el mercado Sagarra, con la que están a vueltas diversos comerciantes de la zona, que aseguran que la falta de aparcamiento cercano les está quitando clientes. En el caso de Soler, el "perjuicio" a su negocio -que, remarca, le ha comentado personalmente a la alcadesa- será fundamental para decidir su voto que, aunque en las municipales del 2015 fue para el PSC, este 2019 revela que va a ser para Cs.

Con la opinión de Soler contrasta la de Mari Carmen Marín, colomense de 61 años que deja entrever que votará al PSC porque la gestión municipal de este último mandato le parece "buena". "Voy a mantener mi voto de las generales; siempre he sido de izquierdas y no estoy de acuerdo con la independencia... y si te digo que me ha gustado la gestión ya sabes a quién votaré", comenta entre risas.

El maravilloso mundo de los indecisos

Un jueves por la mañana, prácticamente ningún cliente del mercado Sagarra tiene menos de 45 años, algo que recibe la crítica de algún paradista. La mayoría, además, son mujeres, como Meri (71 años), Esther (46 años) y Cristina (37 años), que no es clienta sino paradista, concretamente de una pescadería. Ninguna de las tres sabe todavía qué votará el próximo 26 de mayo.

"Todavía no tengo decidido mi voto para las municipales, porque los veo a todos iguales. Votaré seguro, pero no sé si cambiaré mi voto de las generales porque la verdad es que no estoy contenta en general: veo que van todos, como yo digo, a 'sentarse en el burro'", destaca Meri, que en clave nacional reivindica que no está a favor de la independencia de Catalunya: "No le veo la ventaja a que quieran independizarse".

Por su parte, Esther es la entrevistada que menos importancia le da a la cuestión catalana y más se centra en los elementos de valoración locales, especialmente en la proximidad de los líderes. Aunque elogia el trabajo del Gobierno municipal en cuanto a la promoción de los comercios locales y confiesa su simpatía personal por la alcaldesa Parlon, critica que el ejecutivo local "pretenda dar una imagen de la ciudad que no se corresponde con la realidad". Lo dice en términos de seguridad, y declara que, como ciudadana, ella no se siente segura actualmente. "Hace un par de meses nos abrieron el coche, y tengo una amiga que vive en Santa Rosa y me ha dicho que allí no se puede", apostilla Esther, que decidirá su voto en los próximos días.

Tampoco oculta su indecisión Cristina, que, como Dolores Verbo (57 años), se muestra contraria a la independencia de Catalunya y, preguntada por si opta más por izquierdas o derechas, contesta: "Los de izquierdas son los del PP, ¿no? Ah no, PSOE, PSOE. Yo izquierdas, sí, ¡pero Podemos tampoco!". ¿Algo más que quiera añadir? "¡Que son todos unos ladrones, por si lo quieres poner!", se despide a carcajada limpia.

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