74 AÑOS DE LA LIBERACIÓN DE BUCHENWALD

"Mi padre entró por la puerta de Mauthausen y salió por la chimenea"

Santa Coloma rinde homenaje a los colomenses deportados a los campos de exterminio nazis

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Anna Rocasalva

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Había dejado de llover pero el día seguía teñido de un gris plata, una atmósfera muy en consonancia con el acto que se ha celebrado el pasado jueves 11 de abril en el jardín del Museu Torre Balldovina de Santa Coloma de Gramenet, coincidiendo con el 74 aniversario de la liberación del campo de concentración de Buchenwald por los americanos, en el 1945.

Durante la Segunda Guerra Mundial, 12 colomenses perdieron la vida en campos de exterminio nazis, pero Santa Coloma sigue honrando su memoria. En el jardín del Torre Balldovina se encuentra una escultura que simboliza las escaleras que las víctimas debían recorrer hasta llegar a la cámara de gas. Allí es donde una veintena de personas rindieron un humilde pero solemne homenaje a los colomenses deportados.

A los pies del monumento, con voz temblorosa y casi silenciada por el parloteo de los loros del jardín, el vicepresidente del Amical de Mauthausen, Llibert Villar, relató la terrible experiencia de su familia con los regímenes nazis y franquistas. “A las puertas del campo de concentración, los nazis le dijeron a mi padre: ‘Entrarás por la puerta y saldrás por la chimenea’; y desgraciadamente así fue. Duró 11 meses en Mauthausen”, lamentó, con muchísimo dolor. 

Para más inri, la posguerra tampoco fue mejor para la familia Villar. Llibert, hijo de un republicano, tuvo que sufrir en sus propias carnes la represión franquista y ahora, a sus 84, teme que la historia vuelva a repetirse con el ascenso de partidos de ultraderecha como Vox.

Nuevas generaciones

Lamentablemente, a escasos metros del homenaje, un grupo de jóvenes estuvieron armando jaleo, jugando con sus perros y bebiendo latas de cerveza, completamente ajenos a la carga dramática del momento. Sin embargo, la profesora del Institut Puig Castellar, Sònia Torres, aseguró seguir confiando en que las nuevas generaciones mantengan viva la memoria histórica. 

Este año, Torres, y otro docente, junto con un representante del Ayuntamiento, han viajado con un grupo de 12 alumnos de 1ero de Bachillerato al campo de concentración de Buchenwald, uno de los más grandes de Alemania, para que  los estudiantes viviesen de primera mano el horror de la 'solución final'. “Ha sido una experiencia muy dura pero muy necesaria para que los chicos tomen conciencia, ya que todo esto les queda demasiado lejos, pero estábamos muy preparados, a nivel de conocimientos y a nivel psicológico”.

Durante su discurso, la profesora lamentó la vigencia de la Ley de Amnistía que impuso un “silencio forzoso a las víctimas españolas”; y también quiso recordar a las mujeres represaliadas y exterminadas por los regímenes autoritarios -“las grandes olvidadas de la historia”, como la colomense Victoria Morales-, leyendo un texto de la superviviente Neus Català.

Finalmente, las alumnas Sofía López y Helena Rodríguez, en representación de sus compañeros de viaje, leyeron un dietario que relataba su sobrecogedora experiencia en Alemania. Mientras leían el texto, dos chicos del grupo de chavales folloneros se acercaron tímidamente a escuchar, cerveza en mano. No todo está perdido.

“Santa Coloma es una ciudad antifascista”, añadió la regidora de Cultura, Movimientos Sociales, Entidades Ciudadanas, Memoria Histórica y LGTBI, Petra Jiménez, durante su discurso ante el monumento. “Es por ello que formamos parte de la Red de memoria y prevención del fascismo ‘Nunca Más’, porque la difusión de la memoria histórica es fundamental para la pervivencia de la democracia”, concluyó.

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