Las trincheras de la crisis de los desahucios

Los afectados por las hipotecas, la banca y la Generalitat debaten convocados por EL PERIÓDICO sobre la propuesta de que devolver el piso liquide la deuda

FIDEL MASREAL

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El Parlament abrirá hoy por primera vez la puerta a debatir sobre la dación en pago, es decir, la posibilidad de que la devolución de la vivienda hipotecada sirva a las familias con problemas económicos para saldar su deuda. Coincide con la presentación de una iniciativa legislativa popular en el mismo sentido, que se enfrentará al rechazo reiterado de los grupos mayoritarios del Congreso. Ayer, el responsable de Habitatge de la Generalitat, Carles Sala; la portavoz de la plataforma de afectados, Ada Colau, y el abogado del sector bancario Ignasi Fernández debatieron, convocados por EL PERIÓDICO, sobre un problema que ya afecta a 230.000 personas en España.

¿ES NECESARIA Y VIABLE LA DACIÓN?

La dación permitiría devolver el piso al banco para liquidar la deuda hipotecaria.

Carles Sala: Dación en pago, sí, sobre todo para los contratos de futuro, siempre que esto no comporte una nueva restricción del crédito. La cuestión es que la dación, implícitamente regulada en la ley hipotecaria, en el artículo 140, no es el sistema que usan mayoritariamente las entidades y sus clientes. El problema sobre los contratos firmados hasta hoy es que tienen una garantía personal ilimitada y hay que ver cómo atacamos el problema social y económico que esto genera.

Ignasi Fernández: Dación en pago, no. Préstamo responsable para la adquisición de la vivienda, sí. La dación ha sido símbolo de un problema social pero si se analiza en profundidad, más allá de los tópicos o de los recursos fáciles a los que todos nos podríamos acoger, nos daremos cuenta de que no es la solución a algo que va más allá del problema social, el de las ejecuciones hipotecarias, que debe abordarse con políticas sociales.

Ada Colau: Se han concedido créditos de forma absolutamente irresponsable por parte de las entidades, ante un usuario que ha tenido que firmar un contrato de adhesión, que no se negocia. Esta concesión de créditos irresponsable solo la está pagando la parte más vulnerable. Pensamos que la dación es imprescindible y planteamos la retroactividad de la medida, porque no habiendo alternativa, la gente se ha visto abocada al sobreendeudamiento.

Ignasi Fernández: No puedo compartir contigo esta ingenuidad de la sociedad a la hora de adquirir sus viviendas durante estos años. Creo que todos hemos escuchado «me he casado con el banco para los próximos 30 años». La idea de que la persona adquiría un compromiso era una obligación consciente y asumida.

Ada Colau: Estas personas no sabían que podían quedar endeudadas de por vida...

Ignasi Fernández:  Durante 30 o 40 años, sí.

Ada Colau: La gente estaba convencida de que con la entrega de la vivienda se liquidaba la deuda. Conozco a mucha gente afectada y se lo aseguro.

Ignasi Fernández: Discrepo, pero existe una cosa que es el principio de confianza. Y el principio de confianza es que le dejas a alguien el dinero porque te lo devolverá. Y tienes como garantía el propio bien comprado y el esfuerzo o trabajo del cliente. Esta confianza es muy importante porque durante estos años la banca ha dejado dinero pero en realidad es dinero que viene de fuera, del extranjero. Si cambiamos las reglas del juego durante el partido, generamos desconfianza, y ya está bastante maltrecha la credibilidad financiera para que se genere una expropiación de derechos.

Carles Sala: Durante la primera década de este siglo hubo una política comercial de las entidades financieras muy agresiva a la hora de ofrecer facilidades y créditos para todos, sin que muchas personas, muchas de fuera del Estado, conocieran lo que estaban firmando. ¿Retroactividad? Muy probablemente sería ilegal haber firmado una hipoteca con garantía personal ilimitada, que es más del 90% de las actuales, y que ahora el banco debiera aceptar las llaves a cambio de dejar la deuda a cero. Debemos evitar que los que ya han firmado caigan en la exclusión social de por vida, ellos y sus avaladores.

Ignasi Fernández:  Si el legislador es responsable, no es planteable cambiar las reglas del juego de las obligaciones una vez han sido adquiridas. Las consecuencias de la dación sería una restricción del crédito y menos gente tendrá acceso a la vivienda de propiedad.

Ada Colau: Lo cual sería muy saludable para cambiar el modelo, visto como ha ido la burbuja inmobiliaria.

Ignasi Fernández:  Pero es muy poco progresista. En cambio, poner los bienes presentes y futuros como garantía de pago es muy progresista, es confiar en su capacidad de mejora y crecimiento económico personal. Restringirlo a los bienes que uno ya tiene es restringir el crédito a los ricos.

¿SUBASTA DEL PISO AL 50%?

Cuando la vivienda expropiada por falta de pago sale a subasta, el banco se la puede quedar por la mitad de la tasación si no hay postores.

Ada Colau: La banca está haciendo beneficios con las ejecuciones hipotecarias.

Ignasi Fernández: Esto no es cierto.

Ada Colau: El banco se debe responsabilizar de la tasación inicial que hizo. Y estamos preparando querellas porque creemos que hay un delito de enriquecimiento injusto cuando en un mismo inmueble, que se adjudica el banco por el 50%, -un porcentaje arbitrario- a la familia le siguen reclamando una deuda de por vida, pero automáticamente lo ponen a la venta por más del 50%, como conocemos varios casos. Es enriquecimiento injusto.

Ignasi Fernández:  ¿Se ha vendido?

Ada Colau: No sé si se ha vendido, pero la intención de estafar existe.

Ignasi Fernández:  Es leyenda urbana que las entidades financieras venden, forrándose, los inmuebles que se han quedado en una subasta que se hace años después de la tasación. Y el valor no es el mismo que tenía. Es lo mismo que con la bolsa: el valor de las acciones cambia.

Ada Colau: Una vivienda no es como la bolsa, es un derecho fundamental, según la declaración de los Derechos Humanos.

Ignasi Fernández: No es un derecho fundamental en la Constitución, es un derecho programático. El problema social tras la ejecución hipotecaria es solventable: la Administración podría trabajar y pregunto qué partida presupuestaria tiene la Generalitat para estos supuestos y si pagará alquileres para estas familias. Las entidades han cobrado sus intereses, pero si no fuese por el crédito que ofreció la banca durante años anteriores mucha gente no habría tenido vivienda.

Carles Sala: Respecto al 50% del valor de la vivienda tras la subasta, no es actualmente justo y es modificable en el Congreso. Y respecto a lo dicho ahora por el señor Fernández, hay responsabilidades compartidas. Hay que ir inmediatamente a un código de buenas prácticas por parte de las entidades financieras, facilitar que el cliente se quede en alquiler el inmueble.

Ada Colau: Antes se hacía, ahora ya no.

Carles Sala:Algunos bancos sí, otros no. Lo que genera desorientación es la discrecionalidad de que en algunos casos se ha aceptado las llaves del piso para liquidar la hipoteca y otros no.

Ignasi Fernández: No hay discrecionalidad; se estudia caso por caso.

PROPUESTAS ALTERNATIVAS

¿Qué puede frenar el goteo de ejecuciones hipotecarias en el futuro?Carles Sala: Quiero abrir la puerta a un sistema mixto: durante los primeros años del crédito habría doble garantía, personal y del bien inmueble, y a partir del quinto, sexto o séptimo año la garantía pasaría a ser solo el bien inmueble.

Ignasi Fernández: Es razonable.

Ada Colau: Lo que necesitamos es más alquiler. La mayoría de la población reside en vivienda de su propiedad, y así nos va. Y respecto a la responsabilidad de las entidades financieras, varios estudios indican que las ejecuciones hipotecarias podrían suponerles un agujero de 15.000 millones. Es menos de los 30.000 de beneficios que han declarado las entidades los dos últimos años, mucho menos que los 100.000 millones recibidos de la Administración en avales.

Ignasi Fernández: Esto no es cierto. Es dinero que se devuelve al 8% y al 10% de interés. Aquí se vende que se le da dinero a la banca. No, se le deja.

Ada Colau: De momento es dinero público que se da y veremos si se devuelve.

Ignasi Fernández: Se está devolviendo.

Ada Colau: A las familias no se les está dejando nada.

SOLUCIÓN PARA LOS YA ENDEUDADOS

¿Qué puede ofrecerse a quien ya ha perdido su piso y sigue debiendo dinero al banco?

Carles Sala: Del debate de hoy en el Parlament no saldrá la solución mágica para mañana. En el Congreso sí se pueden tomar medidas inmediatas. Las personas que estén en esta situación, que acudan a instrumentos de mediación, para prevenir la exclusión social, que acudan a instrumentos como el Ofideute, que la Generalitat tiene a disposición de las familias, o acudan a su banco, para buscar mecanismos de acuerdo que eviten perder la vivienda. Es un clamor que el estallido de la burbuja inmobiliaria hace que la Administración debe poner instrumentos al respecto.

Ignasi Fernández: Yo pienso que la familia tipo es la que atiende a sus obligaciones. A quien ahora no puede atenderlas lo que le diría es que se siente con su entidad financiera y busque una solución, y que existen momentos en la vida y que después -si la economía tira y no nos cargamos el sistema de crédito- llegará a mejor fortuna y podrá hacer frente a sus obligaciones.

Ada Colau: El Ofideute se basa en la buena voluntad y hoy los bancos no tienen buena voluntad. En cuanto a la familia tipo, usted se equivoca completamente, señor Fernández. Son todo tipo de familias las que tienen este problema. Y lo están viviendo con frustración, con vergüenza, con sentimiento de culpabilidad... No debe haber resignación: los derechos siempre han sido una conquista, nunca una concesión. La clave será la movilización.