La cocina de Sant Jordi

Ferran Adrià, Quique Dacosta, Joan Roca y los hermanos Torres se encontraron con sus admiradores

Ferran Adria recibe el regalo de una fan.

Ferran Adria recibe el regalo de una fan. / periodico

SONIA ÁVILA / BARCELONA

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Los éxitos culinarios también se sazonan con letras. Ningún chef profesional o primerizo puede olvidarse de aquellos clásicos recetarios con los que aprendió los secretos de los fogones. Por eso no es extraño que cocineros famosos estén haciendo sus propias aportaciones a esa ya importante bibliografía. Y en el Sant Jordi de este año los cocineros españoles han dejado claro, a la hora de firmar, que ninguno de ellos se queda atrás. 

En la lista de invitados lo mismo estuvieron los niños del concurso televisivo Master Chef Junior, como los cocineros de más trayectoria. Figuras como Quique Dacosta, Ferran Adrià, Joan Roca y los hermanos Sergio y Javier Torres. Y esta vez sobre el mantel no había platos ni bebidas, sino libros y plumas. Los que esperaban no eran comensales sino lectores. "El libro, de la misma manera que nuestra disciplina, es transversal. Se refiere a mucha gente que quiere conocer nuestra historia culinaria. Cuanto más profundizas en ese terreno, más disfrutas en la mesa", afirmó Dacosta, cuyo restaurante ha logrado tres estrellas Michelin.

PATRIMONIO GASTRONÓMICO

Si bien la historia de la cocina tiene un fuerte vínculo con la tradición oral, la fórmula clásica para trasmitir las recetas, en décadas recientes los libros ha sido la plataforma para difundir el patrimonio gastronómico y a la vez promover las nuevas propuestas de cocineros jóvenes. Para Dacosta, quien acaba de publicar un libro sobre el origen de las tapas, en los últimos 20 años hemos vivido un auge en las publicaciones culinarias: "El cocinero se ha abierto más y en lugar de esconder sus recetas, las comparte, y el formato libro es el más natural".

Para los hermanos Torres, la industria editorial ha democratizado la gastronomía. A través de los libros más gente se interesa por la buena alimentación que no se corresponde necesariamente con la 'alta' cocina: "Nosotros hacemos estos libros con un objetivo didáctico. Es importante recuperar el placer de cocinar, pues aunque la cocina se haya globalizado, somos lo que comemos", dijo Sergio, quien junto con su hermano gemelo se ha enfrentado a cuatro sesiones de firmas con largas y avasalladoras filas de admiradores.

"La cocina y el libro siempre han ido de la mano. Los primeros libros de la historia fueron sobre cocina. Otra cosa es que hoy ese género se muestre muy plural, incluya recetas, textos literarios y memorias. Hay muchos tipos de cocinas y de libros, y es normal. Lo que ya no es tan normal es ver tantos niños interesados en meterse en la cocina, dijo Ferrán Adrià mientras atendía a Manuela, una niña de 10 años interesada en que el chef le firmara 'Te cuento en la cocina', su más reciente publicación.

SAZONAR UN  RELATO

Un libro de cocina es más que un listado de ingredientes y combinaciones de alimentos, opinan los chefs. Se trata de trasmitir conocimiento, historias y vivencias. Para los hermanos Torres supone, incluso, explicar quién eres a través de una receta. Convertir una receta en un relato personal. "Nuestros libros tienen sentimientos. Nuestra forma de entendernos pasa por la cocina, de ahí que cuando escribamos sobre nuestro trabajo se refleje en el texto nuestra personalidad", comentó Sergio Torres.

Aina Roglan, 11 años, una de las participantes de 'Master Chef Junior', coincidió en afirmar que estos libros reflejan el pensamiento de quien cocina. Una idea que también comparte su compañero de concurso, Lluc Calls de 9 años. "Yo quiero ser periodista y quizá me gusta más escribir que cocinar, pero estoy seguro de que cuando realizo un plato estoy contando algo", dijo.

Pensar que un libro gastronómico sólo lo leen las amas de casa es un error. Hoy la literatura culinaria atrae tanto a los que buscan recetas prácticas como a los comensales. Personas interesadas no sólo en aprender a preparar un buen plato sino también en conocer la historia de su propio país a través de sus sabores. "Para nosotros la cocina es cultura, es literatura, es arte, es poesía", concluyó Sergio Torres.