44 pisos dotacionales

Sant Cugat redefine el controvertido plan urbanístico 'Ragull Centre' con menos vivienda protegida

El ejecutivo local asegura que este nuevo proyecto busca equilibrar el desarrollo residencial con la dotación de equipamientos y servicios

El alcalde de Sant Cugat descarta uno de los mayores proyectos de vivienda impulsados en el anterior mandato

El alcalde de Sant Cugat, Josep Maria Vallès, junto al teniente de alcalde, Bernat Picornell

El alcalde de Sant Cugat, Josep Maria Vallès, junto al teniente de alcalde, Bernat Picornell / Ayuntamiento Sant Cugat

Clàudia Mas

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Sant Cugat
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Sant Cugat del Vallès ha dado un nuevo paso en su planificación urbana con la aprobación de un convenio que permitirá transformar una parcela privada de uso industrial ubicada en el barrio de Sant Francesc, un solar conocido como Ragull Centre. La iniciativa, que ha contado con el respaldo del gobierno (Junts, ERC) y PP en el pleno municipal del 17 de marzo, prevé la construcción de 44 viviendas dotacionales (bajos con cuatro plantas) residencias privadas y una plaza que articulará el nuevo complejo con el tejido urbano de la ciudad. En el mandato anterior, la propuesta contemplaba 118 viviendas (42 de alquiler protegido y 30 dotacionales).

Desde el ejecutivo local aseguran que este nuevo proyecto busca equilibrar el desarrollo residencial con la dotación de equipamientos y servicios. No obstante, los grupos que han votado en contra, CUP y En Comú Podem, han expresado su preocupación por la insuficiencia de vivienda pública, argumentando que muchos jóvenes se ven obligados a abandonar la ciudad ante los "precios abusivos del alquiler". El PSC, que se ha abstenido, ha abogado por un pacto de ciudad más amplio que contemple una estrategia integral sobre el acceso a la vivienda y la transformación de los barrios. Vox también se ha abstenido.

Un pacto urbanístico para redefinir el barrio

El acuerdo alcanzado con la empresa farmacéutica Ferrer habilita la reordenación de una finca en la rambla Torrent d’en Xandri, permitiendo un techo edificable de 2.000 metros cuadrados y una altura máxima de planta baja más cuatro niveles. La propuesta descarta la construcción de vivienda libre y opta por un modelo que combina espacios residenciales de carácter dotacional con infraestructuras de servicios públicos y privados.

En el ámbito público, la planificación contempla la creación de equipamientos culturales, recreativos, religiosos, administrativos y de seguridad, mientras que el espacio privado podrá albergar consultorios médicos, instalaciones deportivas, usos sanitarios y residencias comunitarias. Todo apunta a que la empresa construirá una residencia, ya sea para personas mayores o jóvenes. El proyecto también prevé la creación de una gran plaza central con locales comerciales en planta baja, una estrategia destinada a dinamizar la vida urbana y "favorecer la conexión con el entorno".

El concejal de Vivienda, Francesc Duch (ERC), ha destacado la importancia del acuerdo, subrayando que el acuerdo se enmarca en el 'Plan de Vivienda Asequible de Sant Cugat'. “Seguimos trabajando para garantizar que los jóvenes puedan permanecer en la ciudad a pesar de los elevados precios de la vivienda”, señalaron fuentes municipales.

Por su parte, el regidor de Urbanismo, Àngel Pedrós (Junts), ha insistido en la necesidad de aplicar una planificación ordenada y rigurosa: "El acceso a un solar no implica la posibilidad de construir cualquier cosa. Es fundamental garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible".

El precedente de Ragull Centre

El nuevo desarrollo en Sant Francesc se inscribe en un contexto marcado por anteriores debates sobre el modelo urbanístico de Sant Cugat. El proyecto de Ragull Centre, impulsado por el tripartito del anterior gobierno (ERC, PSC y CUP), suscitó una intensa controversia. La propuesta inicial planteaba la construcción de edificios de diez plantas, combinando vivienda libre, protegida y dotacional con una gran plaza pública y espacios comerciales. Sin embargo, la oposición vecinal y política obligó a reducir la altura máxima a siete niveles.

El proyecto derivó en un recurso contencioso-administrativo presentado por Junts en 2022, que defendía la necesidad de preservar el equilibrio entre áreas industriales y residenciales. No obstante, apenas cien días después de asumir el gobierno municipal, el nuevo alcalde anunció la retirada del recurso, abriendo así la puerta a una reformulación del plan.