En 2030

Sant Cugat transformará un antiguo campo de golf en un nuevo 'ecobarrio' con 3.000 viviendas públicas

El proyecto que busca ser sostenible y frenar la expulsión de los jóvenes; según el calendario previsto, comenzaría a desarrollarse en 2030

El alcalde de Sant Cugat pide aumentar 10 años el empadronamiento mínimo para optar a una vivienda pública

Render de cómo será el próximo barrio de Sant Cugat

Render de cómo será el próximo barrio de Sant Cugat / Ayuntamiento Sant Cugat

Clàudia Mas

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Sant Cugat del Vallès
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Lo que antiguamente fue el campo de golf de Can Sant Joan, ubicado en Sant Cugat (Vallès Occidental) justo al lado de Rubí, se convertirña en un nuevo barrio con 3.000 viviendas públicas, comercios, equipamientos y zonas verdes. El proyecto, presentado este 18 de febrero por el alcalde Josep Maria Vallès (Junts) y los arquitectos responsables, forma parte del plan ‘Ecodistricte 2030’ y busca dar respuesta a la crisis de acceso a la vivienda en la ciudad, especialmente entre los jóvenes.

La iniciativa permitirá cuadruplicar el parque de vivienda pública del municipio. Según Vallès, el objetivo principal es facilitar la emancipación de los jóvenes y evitar su expulsión del municipio debido a los elevados precios del mercado inmobiliario. "No queremos crecer por crecer, sino hacerlo de manera ordenada y respetuosa con el paisaje", afirma el alcalde. "Este barrio representa la evolución del modelo Sant Cugat", destaca el alcalde, reiterando que la edificación sigue el esquema de planta baja más tres pisos, sin grandes alturas.

Sant Cugat se enfrenta a una crisis habitacional que expulsa a los jóvenes de la ciudad, según el ejecutivo local, debido a los elevados precios del alquiler, que alcanzan una media de 1.419,06 euros mensuales, una de las más altas de Catalunya.

Las viviendas se están construyendo en suelo público propiedad del Incasòl y contarán con una superficie de 60 metros cuadrados. De ellas, 2.000 serán destinadas al alquiler con un coste mensual de 600 euros, mientras que las 1.000 restantes seguirán un régimen de cesión de uso por 75 años, con un precio de 200.000 euros. Vallès subraya que el modelo de financiación prevé que los ingresos generados por la venta de estas últimas sufraguen el proyecto, garantizando que el Ayuntamiento no asuma costes adicionales. "No podemos jugar con la financiación para resolver el problema de la vivienda, sino que debemos planificar y generar ciudad con criterio", asegura Àngel Padrós, regidor de urbanismo y medio natural.

Render de cómo será el nuevo barrio

Render de cómo será el nuevo barrio / Ayuntamiento Sant Cugat

El plan urbanístico contempla una integración sostenible del nuevo barrio con el entorno. Entre las iniciativas destacadas está la creación de espacios verdes, la implantación de sistemas de drenaje natural y el fomento de la eficiencia energética para garantizar la autosuficiencia del barrio. "Este es un paso adelante como ciudad, consolidando un modelo de Sant Cugat vivido, diverso y bien conectado", manifiesta Francesc Duch, regidor de vivienda.

Justo hace una semana, Vallès propuso elevar de tres a diez años el periodo de empadronamiento necesario para acceder a la Vivienda de Protección Oficial (VPO). 

El diseño del barrio está a cargo de los estudios de arquitectura b720, liderado por Fermín Vázquez, y el estudio Batlleiroig, del aquitecto Enric Batlle. La planificación contempla calles con amplias aceras, plazas públicas y sistemas de filtración natural del agua, reduciendo la necesidad de grandes infraestructuras de alcantarillado. "No se trata de un crecimiento por saturación, sino por adaptación. Queremos humanizar la ciudad, combinando espacios verdes, movilidad sostenible y eficiencia energética", explica Batlle.

Ubicado junto a la AP-7 y la C-16 y con proximidad a los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), el ecobarrio aprovechará su conexión con la red de transporte público para minimizar la dependencia del vehículo privado. Además, incluirá equipamientos comunitarios y espacios comerciales. "Las viviendas serán de titularidad pública de forma permanente. Bajo ningún concepto se podrán vender los pisos, porque estarán en suelo público y siempre deberán retornar a la administración", enfatiza Padrós.