DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA

Vecinos y sanitarios reclaman la reapertura del CAP Molí Nou de Sant Boi

El CAP Molí Nou de Sant Boi, en una imagen de archivo

El CAP Molí Nou de Sant Boi, en una imagen de archivo

EFE

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Unas sesenta personas, entre vecinos y sanitarios, reclamaron el miércoles la reapertura del Centro de Atención Primaria (CAP) Molí Nou, en Sant Boi (Baix Llobregat), situado en la región sanitaria Metropolitana Sur y cerrado desde hace semanas.

Fuentes del movimiento 'Sanitàries en lluita', impulsado en las últimas semanas y que agrupa a usuarios, trabajadores y organizaciones en diferentes ámbitos de la salud, explicaron a EFE que los concentrados, separados por una distancia de seguridad, pidieron que se reabra el CAP porque los vecinos tienen que desplazarse lejos para ser atendidos.

Las personas mayores del barrio más cercano al ambulatorio "han perdido su autonomía" a la hora de ir al médico y deben recurrir a familiares o amigos para que les lleven al que se les ha asignado al estar cerrado el Molí Nou, señalaron las mismas fuentes.

Con pancartas en las que se podía leer "Recortar en sanidad es asesinar" y "CAP abierto, 100 % sanidad pública", los participantes se sumaron a una jornada reivindicativa en el que los sanitarios replicaron las protestas en favor de la sanidad pública en otros centros como el Hospital del Mar, el Clínic, el Moisès Broggi o el Parc Taulí, en Sabadell.

Más de 540 centros cerrados

El Instituto Catalán de la Salud, dependiente del departamento de Salut, ha cerrado 46 centros de atención primaria y 462 consultorios locales en toda Catalunya desde el inicio de la pandemia del coronavirus en marzo, lo que representa un 15 % y un 75 %, respectivamente, del total. Unos datos que, según Salut, no han cambiado de momento. 

Los cierres de estos equipamientos "no conllevan que éstos no presten asistencia a su población de referencia", según Salut, que aseguró que "aunque no estén abiertos al público, continúan haciendo tareas asistenciales, como atención por teléfono y visitas a domicilio".

Esta política fue criticada en ese momento por la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC) y por profesionales sanitarios de la zona de Osona (Barcelona), que se opusieron activamente al cierre, así como por la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC).

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