MES DE LA SALUD MENTAL

Lluïsa Moret: "La salud mental es la aportación de Sant Boi al entorno metropolitano"

Lluïsa Moret Sabidó, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat.

Lluïsa Moret Sabidó, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat. / ALBERT BERTRAN

Aitana Glasser / Manuel Arenas

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Este mes de octubre, en el marco del pasado día 10, Día Mundial de la Salud Mental, Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat) se ha volcado una vez más con las actividades relacionadas con este ámbito del bienestar. La alcaldesa del municipio, Lluïsa Moret Sabidó, recibe a EL PERIÓDICO en su despacho para hacer balance de cómo Sant Boi ha venido incidiendo durante los últimos años en políticas públicas tendentes a hacer de la salud mental un valor transversal de ciudad, dejando atrás la antigua y superada concepción de estigma.


Pregunta (P). ¿Qué cambios concretos en Sant Boi, en el ámbito de la salud mental, destaca a nivel social, económico y comercial durante los últimos años? 

Respuesta (R). La salud mental forma parte de la historia e identidad de Sant Boi. Estamos vinculados a ella desde hace más de 150 años y tenemos dos instituciones referentes a nivel estatal e internacional, algo que configura nuestra realidad.

Lo que hemos conseguido en los últimos dos mandatos es que esta historia, que en algún momento ha supuesto algún estigma, se convierta en un activo y en una estrategia de ciudad, y uno de los primeros frutos fue la creación del Clúster de Salut Mental de Catalunya, con sede en la ciudad.

Esta iniciativa busca crear alianzas con las dos instituciones para poner en valor su presencia en el municipio, en términos asistenciales y de crecimiento económico, pues no hay que olvidar que el sector senitario genera en Sant Boi más de 5.000 puestos de trabajo.

P. Desde el Ayuntamiento se pone mucho énfasis en la necesidad de "transformar" el estigma de la salud mental en una fortaleza local. ¿De qué manera han vivido como ciudad ese estigma? 

R. El estigma rodea indudablemente a todas las personas enfermas mentales y a todo aquello que tiene que ver con su abordaje. Al ser una ciudad con dos instituciones potentes y que trabajan con un grueso importante de enfermos, evidentemente este estigma estaba presente en nuestra vida, pero yo creo que lo vivíamos más desde la visión externa.

Cuando decías de dónde venías te decían: "Ah sí, ¡del pueblo de los locos!”, y tú tenías que rebatirlo. Durante años, el consistorio estuvo de espaldas a esto, pero igual que se dice que Barcelona descubrió el mar con las Olimpiadas, con esta apuesta por la salud mental nos hemos abierto y hemos incorporado un hecho histórico a nuestra línea de oportunidades.

Además diría que quienes hemos crecido compartiendo con ellos nuestro día a día, lo hemos incorporado con mucha normalidad. La ciudad, en su vida cotidiana, no ha vivido este estigma, al revés, nos ha permitido ser una ciudad más acogedora y más abierta y saber afrontar la diversidad con menos problemas.

P. ¿Por qué cree que años atrás el consistorio estuvo "de espaldas" a esta línea estratégica?

"Entre las dos instituciones clave de la ciudad y la Administración local había una relación, pero no una alianza"

R. Yo creo que por el estigma al que se asociaba y porque no se pensaba que esto pudiera aportar nada bueno a la ciudad: no se veía como una oportunidad real.

Pero todo evoluciona, igual que lo ha hecho el abordaje de estas patologías, y la ciudad ha recuperado esta visión positiva, viéndola como una oportunidad singular dentro del entorno metropolitano.

Como ciudad, debemos buscar nuestra personalidad y singularidad, y la nuestra es ésta. Ninguna otra ciudad del entorno metropolitano puede aportar esta apuesta por la salud mental; éste es nuestro valor y nuestra aportación.

P. Dentro de esta apuesta municipal, el Clúster de la Salut Mental de Catalunya supuso un gran punto de inflexión.

R. Por supuesto. La idea del Clúster surgió a raíz de un estudio para determinar cuáles eran los valores a potenciar de nuestra ciudad. Identificamos tres: la salud mental, el entorno natural y el patrimonio histórico. Cuando abordamos el primero, vimos pocos elementos de conexión entre las dos instituciones clave de la ciudad y la Administración local, con quien había una relación, pero no una alianza.

Pensamos entonces en un proyecto que nos uniera a todos y, tras varios encuentros, vimos que el instrumento más afín para crear una estrategia integral era un clúster. Fuimos picando las puertas de las instituciones implicadas en el ámbito institucional y económico, a nivel estatal e incluso europeo, hasta que se aprobó formalmente en el 2012.

P. ¿Cómo ha sido el proceso de ampliación del Clúster y qué dificultades ha comportado su gestión?

R. Es todo un proceso en el que el Ayuntamiento se ha volcado mucho. Hemos cedido el emblemático Palau de Marianao para que sea la sede física del Clúster, se ha creado una estructura de apoyo con técnicos municipales del departamento de Salud y se ha hecho una aportación económica en la que también han contribuido diferentes socios. 

Es un proyecto muy plástico que puede incorporarse en muchos ámbitos. A medida que ha ido creciendo se ha ampliado el foco, se han incorporado entidades y se han creado alianzas, por ejemplo, con el Clúster de la Biomasa, del cual el Ayuntamiento de Sant Boi es el único consistorio miembro, para trabajar en la inserción laboral de personas enfermas mentales. 

El Clúster ha sido un ventana de oportunidades que nos ha permitido tener una mirada más global y ver que Sant Boi puede ser un referente, y cada vez lo es más, a nivel nacional e internacional, por esta suma de esfuerzos público-privados para abordar un aspecto mayoritario como la salud mental. 

"El Clúster nos ha permitido ver que Sant Boi puede ser un referente a nivel nacional e internacional"

Lluïsa Moret Sabidó

— Alcaldesa de Sant Boi de Llobregat

P. ¿En qué términos ha mejorado el Clúster las relaciones económico-sociales de Sant Boi con otros consistorios del entorno como Gavà, Cornellà o Viladecans? 

R. A través del Clúster tenemos alianzas con todas las ciudades catalanas que tienen alguna institución de salud mental, como Barcelona, Reus o Santa Coloma de Gramenet. A nivel comarcal, sin embargo, lo hacemos en el ámbito de la atención primaria, donde se detectan muchas de estas patologías y desde donde se trabaja en la prevención y promoción de la salud mental.

Por ejemplo, con Cornellà, Viladecans o El Prat trabajamos sobre cómo instrumentalizar el deporte como elemento preventivo. A través del Consell Esportiu del Baix Llobregat, se busca incorporar a los clubs esta mirada inclusiva para que cuenten con niños y jóvenes enfermos mentales en sus actividades. 

También funcionan en este sentido las políticas culturales. Desde el Museu de Sant Boi realizamos todo tipo de actividades artísticas como elemento terapéutico y en la escuela de música municipal se imparten talleres de musicoterapia, algo que se está replicando también en otros municipios del entorno.

P. ¿Cuál ha sido el nivel de implicación ciudadana en esas iniciativas? 

"Próximamente presentaremos los Premios de Investigación Manel Esteller, centrados en las patologías del cerebro"

R. La implicación ciudadana es máxima: yo creo que la salud mental forma ya parte del ADN de los samboyanos y samboyanas y cualquier iniciativa o acción que hacemos en la ciudad para promocionar la eliminación de este estigma obtiene siempre altas tasas de participación, como por ejemplo el Cros Solidari.

Y no hay que olvidar la labor de las personas voluntarias, que colaboran de manera altruista y a título individual acompañando a los enfermos a pasear por la ciudad o simplemente a tomar un café, una muestra más de que la vinculación de la ciudadanía con la salud mental es muy normalizada y muy fluida.

P. En el marco de la Taula de la Salut Mental de Sant Boi, creada en el año 2016, ¿qué reivindicaciones ha hecho el consistorio a la Generalitat de Catalunya, uno de los miembros de este espacio común?

R. Hemos hecho una reivindicación que la propia Generalitat asume. La salud mental siempre ha sido la parte más débil de la red sanitaria, incluso la que ha tenido siempre menos recursos, algo que han asumido los consellers y conselleres que han estado al frente del departamento.

Con los últimos dos –Antoni Comín y Alba Vergés- ha habido una apuesta, al menos explícita, a partir de las reivindicaciones de los centros y ciudades, y un compromiso de complementar la red y dotarla de más recursos. Se ha hablado de más presupuesto y recursos técnicos, y ahora esperamos que esto se traduzca en realidades concretas.

P. ¿Cuáles son las líneas de actuación marcadas a corto y medio plazo en el ámbito de la salud mental? 

R. Estamos planeando ya el Sant Boi de los próximos 10-15 años y la salud mental es un hilo conductor incuestionable sobre el cual continuaremos trabajando. En este aspecto, el Clúster tiene un papel clave, por lo que queremos seguir ampliándolo y dotándolo de más recursos, además de potenciarlo más allá de nuestras fronteras.

En esta línea, presentaremos próximamente los premios de investigación Manel Esteller, centrados en las patologías del cerebro y cuyo jurado estará presidido por el propio Esteller. No sabemos todavía qué alcance territorial tendrán, pero se cofinanciarán con dinero público y aportaciones privadas, una muestra más de la implicación ciudadana en este ámbito.

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