Los regantes de la derecha del Llobregat piden "no ser marginados"

La Comunitat de Regants del Canal de la Dreta del Llobregat se sienten "marginados" de la toma de decisiones sobre la gestión del agua en el delta del río y reclaman poder participar activamente. Quieren implicarse, apuntan, en la solución de los problemas derivados de la sobre explotación, la contaminación y la intrusión de las aguas del mar en la zona del delta.

En esta línea, el pasado verano los regantes ya pidieron ser incorporados a la Comunitat d'Usuaris d'Aigües del Delta del Llobregat (CUADLL), organismo que agrupa a los sectores de abastecimiento de agua, la industria, los servicios y la agricultura. Con todo, no se les aceptó y se modificaron los estatutos de manera que los usuarios de aguas superficiales quedasen excluidos de esta entidad.

Ahora hacen otro intento y exigen de nuevo tener voz y voto, por lo que han presentado un extenso documento de  alegaciones a la Agencia Catalana de l’Aigua (ACA) en nombre de los 578 titulares, regantes y usuarios de las aguas superficiales de la zona derecha para que se reconsidere su entrada.

Representación destacada

Esta comunidad -que engloba los municipios de de Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló, Sant Joan Despí, Sant Boi, el Prat y Viladecans- recuerda que reúne una superficie de riego de 1.100 hectáreas, con lo cual es el segundo usuario de aguas más importante del delta del Llobregat, después de la compañía aguas de Barcelona. Asimismo, apunta que muchos regantes también son usuarios de aguas superficiales y subterráneas porque tienen pozos para prevenir la sequía en épocas en que el canal no lleva suficiente agua.

En este sentido, los regantes de la derecha del río defienden que el uso conjunto de las aguas superficiales y subterráneas es "uno de los principios básicos de la gestión hidrológica", por lo que consideran "fundamental" poder ser los órganos de decisión por "ayudar a proteger de forma íntegra el sistema hidrológico del delta, sometido a todo tipo de presiones por la actividad humana, agrícola e industrial".

Y, como ejemplo de la utilidad que puede tener la gestión conjunta, los regantes señalan el caso en que el ACA, en nombre de la CUADLL, pidió agua a los regantes para recargar el acuífero, en vez de hacer subir el agua desde de la depuradora de el Prat de Llobregat hasta Pallejà -que hubiera sido más costoso-.

Vulneración de derechos

Por todo ello, la Comunidad de Regantes del Canal de la derecha del río exige poder formar parte de la CUADLL, considerando que no ser miembro "vulnera los principios de la protección de la masa hídrica del Valle Bajo y Delta del Llobregat". Asimismo, el presidente de la comunidad, Joan Estruch, advierte que la modificación de estatutos con que se les excluyó podría ser ilegal y que no se habrían respetado los procedimientos y las mayorías requeridas en este tipo de aprobaciones.

Estruch defiende que la participación de los regantes de la derecha permitiría preservar los intereses de todos los usuarios en cada decisión que se tome. "Cuando se elaboran los criterios de preservación de las reservas subterráneas y de su calidad, difícilmente se puede prescindir de las aguas superficiales", concluye la Comunidad.

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