Sant Boi prioriza el espacio público en un presupuesto continuista para 2018

El Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat contará este 2017 con un presupuesto de 89,7 millones de euros, poco más de un millón más del montante al que ascendía el anterior presupuesto municipal. La nueva normativa económica fue aprobada a finales de diciembre con los votos favorables del Gobierno municipal (PSC e ICV-EUiA-ME-E), la abstención de GdSB-CUP-PA y el voto en contra de C's, ERC-AM, PP y CiU-AG.

A pesar de ese leve aumento, las directrices de la nueva hoja de ruta de Sant Boi serán muy similares a las del año pasado: "priorizar la mejora del espacio público y la atención de las necesidades sociales de la ciudadanía", según apunta el consistorio.

Concretamente, se prevé destinar 3,1 millones de euros al servicio de atención domiciliaria -que se incrementa 600.000 euros desde 2016-, así como 875.000 euros a ayudas económicas para las familias que deban hacer frente a gastos de alimentación o vivienda. Como novedad, este año se destina una partida de 91.000 euros para contribuir en la oferta de 12 plazas de residencia para personas con discapacidad.

Mejora del espacio público

En cuanto a la mejora del espacio público, la cantidad presupuestada para la limpieza viaria asciende a 3 millones de euros -la misma que el año pasado-, mientras que las de mantenimiento y mejora de la vía pública suman 2,1 millones más, destinándose así un total de 5,1 millones al espacio público.

Como hecho destacable, aumenta la partida destinada al saneo de la red de alcantarillas y se refuerza la realización de proyectos para dar respuesta a las quejas de la ciudadanía relacionadas con el mantenimiento de desperfectos en el espacio público.

Reducción de la deuda

El Ayuntamiento de Sant Boi explica que "el esfuerzo realizado durante más de 5 años para no pedir ningún crédito ha convertido a Sant Boi en la gran ciudad catalana con menos nivel de endeudamiento por habitante". 

Según las previsiones municipales, durante el 2018 la deuda disminuirá 3,7 millones, de manera que en ocho años el Ayuntamiento habrá reducido la deuda a menos de una tercera parte de la que tenía el año 2010 y habrá situado su carga financiara en un 20% de los ingresos corrientes, porcentaje muy inferior al 75% máximo que marca la normativa.

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