SANT ANDREU

El mercado provisional de Sant Andreu, a punto

La carpa que sustituirá hasta otoño del 2019 al recinto de la plaza del Mercadal se inaugura el próximo día 4

Vista panorámica del mercado provisional de Sant Andreu, en la confluencia de las calles de Sant Adrià y Otger.

Vista panorámica del mercado provisional de Sant Andreu, en la confluencia de las calles de Sant Adrià y Otger.

BEATRIZ PÉREZ

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La cuenta atrás para la inauguración del mercado provisional de Sant Andreu ya tiene fecha: 4 de noviembre. Ese sábado, desde las 10.00 a las 13.00 horas, una fiesta dará la bienvenida a la nueva instalación, ubicada en la calle de Sant Adrià, entre Segre y Otger, a 200 metros del actual mercado. El recinto provisional, que comenzó a construirse el 27 de junio, funcionará el tiempo que duren las obras de rehabilitación del centenario mercado de Sant Andreu, uno de los más antiguos de toda Barcelona. Y se suma a otros que antes que él también se mudaron para mejorar.

La concejala de Comercio y Mercados, Montserrat Ballarín, prevé que el histórico mercado vuelva a funcionar en otoño del 2019. Está previsto que la rehabilitación empiece en abril y que dure un año y medio. "Estas obras eran una necesidad. Este mercado es muy querido por el barrio, pero a la vez está muy deteriorado", reconoce Ballarín. La concejala asegura que la rehabilitación tendrá en cuenta el "precioso entorno" de la plaza del Mercadal.

Así, durante los próximos dos años, toda la actividad comercial que se desarrollaba en él pasará a hacerlo en el recinto provisional, de unos 1.230 metros cuadrados. El acceso principal al mismo estará en la confluencia de las calles de Sant Adrià y Otger.

Buena acogida

Los comerciantes valoran positivamente las obras de rehabilitación. Elisenda Pons, dueña de la tocinería Pons y presidenta del mercado de Sant Andreu, opina que hacían falta. "Este mercado tiene 103 años. Desde entonces se han hecho chapucillaspero no reformas", cuenta Pons, quien añade que, como consecuencia de este abandono, han cerrado muchas tiendas del mercado.

Pons se muestra confiada en que el cambio será para mejor, pese a que suponga un temporal desplazamiento. "Nos irá bien en la carpa, no estamos lejos... ¡Son dos calles!". Eso sí, cree que quizás quienes sí se verán afectados serán los comercios (en su mayoría bares) que rodean el mercado en la plaza del Mercadal. "Pero los que estamos dentro del mercado estamos viviendo esto con ilusión. Necesitamos este cambio", dice Pons.

Esta opinión es secundada por Paquita Teixidó, que tiene un puesto de frutas y verduras en el mercado. "Aquí dentro [en el mercado de Sant Andreu] las condiciones son malas. Es todo muy antiguo, no hay comodidades", asegura Teixidó. Incluso la higiene del recinto, dice, es muy mejorable. "Necesitamos un cambio ya", insiste.

Mala climatización

Esta mujer, que lleva toda su vida en el mercado (su tienda perteneció a su abuela), cuenta que el recinto no dispone ni de aire acondicionado ni de calefacción porque no se pueden instalar por falta de capacidad energética. Teixidó cree que el futuro mercado supondrá un "revulsivo muy grande".

Junto a ella está Dolors, clienta del mercado desde hace 48 años, que también valora positivamente la rehabilitación del recinto. "Aunque sea a una carpa provisional, seguiré viniendo a comprar", asegura. Lo hace dos o tres veces a la semana y para ella el mercado es una parte muy importante del barrio. "Es algo casi familiar. Como si viniera a mi casa. Y compro siempre en los mismos puestos pescado, frutas y bacalao", concluye.