SANIDAD MADRILEÑA

De hospital de emergencias a centro de neurorrehabilitación: el Zendal se reinventa a los cinco años de la pandemia

El centro sanitario madrileño se inauguró un 1 de diciembre de 2020 y ahora aspira, además de mantenerse como hospital permanente para catástrofes, a ser referente en la atención a pacientes con ELA y recuperación neurofuncional

Una sanitaria y un paciente en el centro diurno de ELA

Una sanitaria y un paciente en el centro diurno de ELA

Nieves Salinas

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Madrid
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Diez de la mañana en el Hospital público de Emergencias Enfermera Isabel Zendal (HEEIZ) de Madrid. Visita de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en vísperas de un 14 de marzo de 2020. El día en el que el Gobierno aprobó declarar el estado de alarma para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada la pandemia. Cuesta echar la vista atrás y resulta inimaginable situarse entonces en esas instalaciones (a las que ahora dan vida los pacientes con ELA) que se edificaron en tiempo récord, llegaron a albergar a casi 10.000 enfermos covid entre 2021 y 2022 y, ahora, se reivindican como hospital "3.0", en palabras de su coordinador, el doctor Francisco Javier Martín.

El Zendal, que nunca se quitará la "E" de emergencias, porque sigue siendo un hospital permanente por si sucede una catástrofe, se recuerda durante el recorrido por las instalaciones, mira ahora hacia un futuro que pasa por convertirse, pasado el verano, en un Centro de Neurorrehabilitación para la recuperación del daño neurológico en niños y adolescentes.

Si hay que definir al Zendal, la Consejería de Sanidad de Madrid lo hace refiriéndose a un centro sanitario monográfico para crisis pandémicas que da apoyo a toda la red hospitalaria del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ante cualquier emergencia. Se enfatiza en esa idea mientras, en una visita convocada para medios, se vuelve al origen de un centro que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguró un 1 de diciembre de 2020. Que se construyó, a toda velocidad, entre los meses de julio y noviembre de ese año, y que nació con el mundo asolado por el covid, como continuación del dispositivo asistencial de emergencias que se levantó, a modo de hospital de campaña, y de forma provisional, en IFEMA.

Colapso absoluto

Del covid se hablará a lo largo de toda la visita al Zendal. ¿Cómo no hacerlo si ese centro, que sustituyó a IFEMA, nació para dar alivio a los otros hospitales madrileños que sufrían lo indecible en aquellos días de pandemia, de colapso absoluto, de tanto sufrimiento?.

Explica el doctor Martín, el coordinador del Zendal, que se trata de un centro flexible. Y que mantiene su papel fundamental para que, en caso de emergencia o necesidad, pueda atender a pacientes afectados por una catástrofe con carácter inmediato y en menos de 48 horas. Para eso, tiene una estructura modular en una edificación de dos plantas de altura y un sótano. Hay 3 pabellones: en el 2, ahora vacío, están las unidades de Cuidados Intensivos (UCI, con 12 camas) y de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRI) y el espacio de hospitalización convencional.

¿Un hospital fantasma?

El hospital no ha estado exento de polémica en una vida que ahora cumple cinco años. Sindicatos sanitarios y partidos políticos han arremetido contra su escasa utilidad y su coste: más de 170 millones de euros para ponerlo en marcha. En enero de 2023, precisamente, su reactivación por parte de la Consejería de Sanidad para derivar allí a pacientes con problemas respiratorios de las urgencias de otros hospitales reavivó la controversia.

Pero Madrid defiende su papel en la sanidad autonómica. Desde el pabellón 2, el coordinador del centro insiste en que, si se vuelve la vista a la pandemia, "la efectividad y la seguridad de los pacientes tratados en ese centro no fue diferente a la de otros. Supuso un gran drenaje y un gran desahogo disponer de un hospital como este". No solo para pacientes con coronavirus. También para los que padecían otras enfermedades que, desgraciadamente, quedaron en segundo plano por la pandemia.

A ese pabellón llegaban, en la pandemia, los pacientes covid. EI HEIZZ registró en total 9.881 ingresos: 8.918 en 2021 y 963 en 2022. Una vez puesto en marcha, fue capaz de absorber el 30% de todos los enfermos que cumplían con los criterios de ingreso, estabilidad y cuidados que allí se ofrecían.

La hospitalización

Después de casi 500 días (15 meses) de actividad, el Zendal pasó a ser un centro de media estancia dedicado a la recuperación integral del paciente. Se constituyó una unidad de recuperación funcional, para la rehabilitación motora, con servicios de logopedia, terapia ocupacional y psicológica a pacientes en régimen de hospitalización o ambulatorios. Hasta febrero de 2025, ha registrado casi un millar de ingresos.

Es lo que el coordinador del centro define como un hospital "2.0" en el que se abordaron las consecuencias, en muchos casos situaciones de discapacidad, que esos pacientes que habían estado tan graves, sufrían. Hoy, las camas que ocuparon, son "camas de reserva a disposición del sistema", señala el doctor Martín desde un centro que, insiste, se concibe como "acordeón" y que siempre estará preparado para cuando surja una emergencia sanitaria.

Al tiempo que dejaba los ingresos de pacientes con coronavirus, al centro sanitario que está pegado a la Ciudad Deportiva donde entrena el Real Madrid -y que desde sus inicios operó como centro de vacunación, con 2.265.998 vacunas covid, más de tres mil de la gripe y 361 de MPOX (viruela del mono), con datos actualizados en febrero de 2025- se fueron incorporando nuevos recursos.

El Laboratorio

Primero, desde abril de 2021, el Laboratorio Regional de Salud Pública, que dirige Mar Carretero, donde trabajan 46 personas y que, en una primera onda pandémica, llegó a analizar 86.000 muestras de covid. Su actividad prioritaria es la realización de ensayos microbiológicos y físicoquímicos de muestras de agua y alimentos, además de análisis de muestras clínicas para los programas,as de salud pública de la Consejería. En los últimos años, ha triplicado las muestras de microbiología analizadas.

Más tarde, en 2023, al Zendal se incorporó el Centro Coordinador de Urgencias del SUMMA 112, donde están los profesionales sanitarios que atienden las llamadas y movilizan los recursos asistenciales. Lo hacen desde un nuevo centro de operaciones situado en dos "praderas" de 300 metros cuadrados que alberga el servicio.

Urgencias sanitarias

La actividad del centro de operaciones del SUMMA 112, explica la doctora Carmen Mendoza, se centra, fundamental pero no exclusivamente, en regular las llamadas por urgencias, emergencias y catástrofes de contenido sanitario que deriva el 112 (aproximadamente el 30% de las llamadas) o las que entran por el 061, el teléfono de urgencias sanitarias.

Está en funcionamiento ininterrumpidamente los 365 días del año, las 24 horas del día, con unos 75 profesionales por turno. El Centro Coordinador de Antracita, donde antes estaban, permanece como "centro espejo" por si, por alguna circunstancia de extrema gravedad, hubiera que duplicar las instalaciones o trasladarlas puntualmente. Reciben unas 3.000 llamadas diarias -un millón al año, una cada 28 segundos- que, en pandemia, se triplicaron.

La ELA

En abril de 2024 el Zendal abrió un centro de atención diurna especializado para pacientes con ELA. Sin duda, el espacio más cálido y que llena de vida de todo el grandísimo recinto sanitario de Valdebebas nacido en la pandemia. Por la arquitectura, mucho menos fría que la del resto del hospital, y por la presencia de los pacientes y los sanitarios.

El centro ya ha prestado servicio a más de 140 usuarios que esa misma mañana de miércoles se afanan en la rehabilitación. Muchos llegan en taxi o en ambulancia. Más hombres que mujeres. Y de todas las edades. Los enfermos reciben soporte médico y cuidados de enfermería, rehabilitación, fisioterapia, logopedia... También, explica, la directora de Enfermería, Isabel García, pueden ducharse allí. Una reclamación, tanto de los pacientes como de sus familias, por la dificultad que tienen para asearse en casa.

El futuro del Zendal pasa porque, en este mismo 2025, albergue un Centro de Neurorrehabilitación Funcional destinado a la recuperación del daño neurológico en niños y adultos, así como una nueva Unidad de hospitalización para lesionados medulares.

El Gobierno regional ha destinado 11 millones de euros, que permitirán, además, el desarrollo, en el propio HEEIZ, del futuro Instituto Experimental de Neurotecnología de Salud del Cerebro que Madrid quiere que sea una realidad en 2026. Sanidad dice que dará un paso más para mejorar la salud cerebral de los madrileños, pues "será un complejo imprescindible para profundizar en la investigación de enfermedades neurodegenerativas como la demencia, el Parkinson o el Alzheimer".