Estudio oficial
Solo 3 de cada 10 enfermeras especialistas trabajan en un puesto acorde a su preparación
España necesita al menos 100.00 profesionales más y estima que se requerirán hasta 29 años para alcanzar esa cifra
El Ministerio de Sanidad tacha de "alarmante" que casi el 40% de las encuestadas quiera dejar la profesión
La falta de enfermeras se agrava: hacen falta 123.000 para alcanzar la media europea, tanto en hospitales como en atención primaria

auxiliar de geriatria / shutterstock


Patricia Martín
Patricia MartínPeriodista
Escribo en la sección de Sociedad, normalmente sobre temas sanitarios, de mujeres, violencia machista, infancia o consumo; aunque también he trabajado en otras secciones de El Periódico, como Política o Tribunales. Mi trayectoria profesional comenzó en medios locales, incluida una emisora regional de la 'Cadena Ser', y trabajé también para 'El País' y 'Cinco Días'.
El Ministerio de Sanidad ha realizado un estudio sobre la situación global de la profesión enfermera, para detectar déficits e identificar áreas de mejora, que revela que solo el 34% de las profesionales que han estudiado alguna especialidad, como matronas, geriatría o salud mental, desempeña un puesto de trabajo acorde a su formación; porcentaje que desciende a menos del 10% (un 9,5%) si se tienen en cuenta el total de enfermeras.
Este es uno de los principales hándicaps que detecta el estudio, que también revela, en línea con las investigaciones anteriores realizadas por el Consejo General de Enfermería, que el sistema sanitario tiene un gran déficit de profesionales de la enfermería. La ratio española es de 6,3 enfermeras por 1.000 habitantes, frente al promedio de la UE, que es de 8,5. Por tanto, se necesitarían al menos 100.000 enfermeras adicionales para que España alcance la media europea.
El 85% de las enfermeras son mujeres pero los hombres ocupan la mayoría de los puestos de gestión en la profesión
Al ritmo de crecimiento actual, se precisarían entre 22 y 29 años para llegar a ese volumen, sin tener en cuenta que casi el 40% de las profesionales encuestadas indica que quieren dejar la profesión en los próximos 10 años, un dato que el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha tildado de "alarmante". De ellas, un 16,9% tiene previsto hacerlo en los próximos 2 años, un 3,8% en 3 años, un 9,3% en 5 años y un 9,4% en 10 años.
Y el principal motivo de que quieran abandonar es que la escasez de profesionales sanitarios les hace estar desbordadas de trabajo, a lo que se une la dificultad de encontrar un puesto en la especialidad estudiada, la temporalidad de los contratos, la falta de expectativas laborales, los sueldos, etc. Además, un 62,4% indica que quiere abandonar la profesión por problemas de salud o emocionales, que a veces se desencadenan o empeoran precisamente por la alta carga de trabajo.
Los cuidados
A este respecto, nueve de cada diez enfermeras, de las 55.000 profesionales encuestadas, considera que hay un déficit de profesionales y la mitad que esta escasez impide garantizar la calidad de los cuidados, que es su desempeño principal. En este contexto, casi siete de cada diez revela que presencia incidentes relacionados con la atención sanitaria, al menos, una vez por semana.
Otro aspecto interesante que refleja el estudio es que, en general, las enfermeras más jóvenes y aquellas que trabajan en instituciones sociosanitarias tienden a hacer una valoración más negativa de la escasez de recursos humanos.
La profesión se autodenomina en femenino porque el 85,5% son mujeres. Pese a esta abrumadora mayoría de féminas, el estudio revela que el porcentaje de hombres enfermeros que ocupan puestos de gestión en los centros sanitarios (el 4,8%) es superior al de las mujeres en puestos directivos (3,4%). "Se trata de un dato decepcionante sobre las dinámicas que siguen permeando el sistema", ha lamentado Padilla.
Las diferencias autonómicas
Las comunidades con más ratio de enfermeras por 1.000 habitantes son Navarra y País Vasco, mientras que Catalunya supera la media nacional, con 6,4. Andalucía, Murcia, Galicia se sitúan por debajo del promedio.
Si se analiza la tasa de enfermeras en centros de atención primaria por cada 1.000 habitantes, la ratio promedio es de 0,7. La Rioja tiene la tasa más alta (0,90), seguida de Extremadura y Castilla y León (0,86 en ambos). Ceuta y Melilla, junto con Madrid, tienen la tasa más baja (0,51).
De forma paralela, la tasa de enfermeras hospitalarias es de 3,6 por cada 1.000 habitantes. Existen, sin embargo, diferencias significativas entre unas comunidades y otras. Navarra destaca con la tasa más alta (6,03), seguida de Aragón (4,55), Asturias (4,54) y País Vasco (4,53). El resto de las comunidades autónomas presentan tasas cercanas a la media nacional, siendo Andalucía (3,03) y la Comunitat Valenciana (3,18) las que registran las tasas más bajas.
Por otro lado, Catalunya destaca como la región principal receptora de enfermeras, teniendo en cuenta la movilidad de contrataciones entre unas autonomías y otras. Le siguen Madrid, Navarra y Euskadi. En contraste, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León son autonomías emisoras netas de enfermeras.
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