Análisis del Col.legi d'Actuaris

Radiografía de la longevidad: el "tope biológico" son los 115 años

La esperanza de vida en España ha crecido a un ritmo de dos años por década y en el interior se vive más: hay hasta 6 años de diferencia

El mes de nacimiento marca la esperanza de vida de una persona

MULTIMEDIA | La España de los centenarios

Radiografía de la longevidad: los expertos sitúan el "tope biológico" en los 115 años

Radiografía de la longevidad: los expertos sitúan el "tope biológico" en los 115 años / DAVID ARQUIMBAU / EFE / VÍDEO: EL PERIÓDICO

Beatriz Pérez

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Barcelona
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España es el país de la Unión Europea (UE) con mayor esperanza de vida. En el último medio siglo, la esperanza de vida de los españoles ha crecido a un ritmo de dos años por década. Sin embargo, aunque la tendencia seguirá en ascenso, los números parecen indicar que biológicamente las personas no pueden vivir más de 115 años.Este sería el "tope humano".

Son datos presentados este jueves por la tarde en la jornada 'Análisis de la longevidad' del Col.legi d'Actuaris de Catalunya (CAC). Para llegar a ellos, el colegio ha analizado un total de 17,2 millones de datos, que se corresponden a todos los fallecimientos ocurridos en España entre 1975 y 2022. Las fuentes son el Registro Civil del Ministerio de Justicia. La longevidad tiene un impacto en el sistema público de pensiones, en las pólizas de seguros, en las empresas y en el ahorro individual, según esta entidad, que trabaja con las matemáticas y la estadística.

En el interior de España "se vive más": Zamora, Segovia y Soria son las tres ciudades con mayor edad media de fallecimiento (84,5 años), mientras que Cádiz, Málaga y Almería, las que menos (78,3)

"Los actuarios aplicamos modelos estadísticos y matemáticos para la evaluación de riesgos, y uno de ellos es la probabilidad de fallecimiento. Para eso utilizamos tablas de supervivencia publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que tienen la experiencia acumulada de todos los fallecimientos en España hasta 2020. Con esa tabla intentamos predecir el futuro", explica Jaime García Moral, director del grupo de trabajo de longevidad del Col.legi d'Actuaris de Catalunya que trabaja para la consultora Novaster.

La alimentación, el ejercicio físico, la zona en que se vive, el poder adquisitivo y la sanidad son algunas de las variables que influyen en la longevidad de una persona. Los actuarios, precisa García, saben "manejar números y algoritmos", ofrecen "resultados contrastados", pero no tienen respuestas para los porqués. A continuación, algunas de las conclusiones a las que han llegado.

Diferencias entre hombres y mujeres

"Indudablemente vivimos más", asegura García. La edad de fallecimiento se ha alargado 10 años en medio siglo (a dos años por década). Y las mujeres se mantienen viviendo más que los hombres. "Aquello que nos decían de que con el acceso de ellas al mundo laboral se reduciría esta brecha no ha sido así. Sigue habiendo cinco años de diferencia entre la esperanza de vida de una mujer y la de un hombre", explica este actuario. La esperanza de vida al nacer en Catalunya y España es de 86,1 años en las mujeres y de 80,8 en los hombres.

"Los avances en medicina regenerativa y las tecnologías anti-envejecimiento podrían desafiar este techo de 115 años en un futuro no muy lejano"

Iván Ibáñez

— Doctor de Medicina Nutricional, Deportiva y Metabolismo

Sin embargo, prosigue García, el "tope humano" de vida se sitúa "en un entorno muy cercano" a los 115. "Los números parecen indicar que biológicamente no podemos vivir más", apunta. La catalana Maria Branyas, la persona más anciana del mundo, falleció el pasado 20 de agosto a los 117 años y 168 días. El "récord mundial" sigue recayendo en Jeanne Louise Calment, una francesa que falleció en 1997 a los 122 años y 164 días. Por cada hombre que llega a los 100 años hay cuatro mujeres. "Mi apuesta es que no podemos, biológicamente, vivir más de los 115 años", dice García.

Según el doctor Iván Ibáñez, experto en Medicina Nutricional, Deportiva y Metabolismo, este "límite" de edad, que él sitúa entre los 115 y los 120 años, "parece estar relacionado" con factores genéticos y con el desgaste celular que se acumula con el tiempo. Ibáñez abre incluso la puerta a que ese tope llegue a superarse: "Los avances en medicina regenerativa y tecnologías anti-envejecimiento podrían desafiar este techo en el futuro no muy lejano", sostiene.

Este médico ve "probable" que la esperanza de vida continúe aumentando, aunque "posiblemente a un ritmo más lento". "En los últimos siglos, los avances en la medicina, la higiene y la nutrición han sido los principales motores de este crecimiento", explica. En el futuro, se espera que las innovaciones en medicina personalizada y la biotecnología tengan también un "impacto significativo". Sin embargo, advierte Ibáñez, factores como el cambio climático, la desigualdad socioeconómica y la aparición de nuevas enfermedades podrían influir de manera negativa.

En el interior se vive más

El análisis del Col.legi d'Actuaris de Catalunya también refleja que en el interior de España "se vive más". Zamora, Segovia y Soria son las tres ciudades donde la edad promedio de fallecimiento es mayor (84,5 años). Por el contrario, Cádiz, Málaga y Almería (en el sur y en la costa) son las tres con la edad promedio de fallecimiento más corta (78,3 años). Hay hasta seis años de diferencia entre unas y otras. Algunas comarcas rurales de la provincia de Ourense, la única gallega de interior, son de las más longevas del mundo. Ourense es la provincia de España con más personas centenarias.

Las dietas y estilos de vida más rurales "pueden estar asociados con hábitos más saludables"

Según el doctor Ibáñez, existen "varias teorías" que intentan explicar este fenómeno. Una de ellas es que las es que las zonas interiores tienden a tener un menor coste de vida, "lo que podría correlacionarse con menos estrés financiero". Además, las dietas y estilos de vida más rurales "pueden estar asociados con hábitos más saludables", como una mayor actividad física y una "alimentación menos procesada". "En la costa, las ciudades tienden a ser más grandes y densas, lo que puede llevar a más contaminación, estrés y un acceso desigual a los recursos de salud", precisa este médico.

La sostenibilidad, el "desafío"

Como explica Ibáñez, el retraso de la ancianidad tiene "implicaciones importantes" para la sociedad y la economía. "Con personas mayores que gozan de buena salud hasta los 70 u 80 años, estamos viendo una redefinición de la jubilación y el envejecimiento. Esto puede reducir la presión sobre los sistemas de salud a corto plazo y permitir que las personas permanezcan activas y productivas durante más tiempo", cuenta este médico.

Sin embargo, el doctor también reconoce que esta realidad plantea "desafíos", como la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, el acceso a oportunidades laborales para los más jóvenes y la necesidad de repensar la planificación urbana, la educación y los servicios sociales.

Los 'baby boomers' (las personas nacidas entre 1946 y 1964), cuenta Ibáñez, han disfrutado de un "aumento significativo" en la esperanza de vida debido a los avances en medicina, mejor acceso a la educación y la mejora de las condiciones de vida en general. Esta generación ha sido "testigo" de la expansión de programas de seguridad social y sistemas de salud que han prolongado la vida y mejorado su calidad. "Sin embargo, las generaciones venideras enfrentan retos diferentes, como el cambio climático, una mayor desigualdad y la presión económica en los sistemas de bienestar", advierte este médico. Aunque ve "posible" que vivan más tiempo, su calidad de vida "dependerá de cómo se gestionen estos desafíos globales", puntualiza.

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