El verano en Catalunya
Turistas con otitis, picaduras de erizos de mar y resfriados: el día a día de un CAP de la Costa Brava en verano
Las urgencias de centros de salud como el de Roses, donde la población se multiplica por 10 en el estío, pueden recibir tantos pacientes como un hospital
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Beatriz Pérez
Periodista
Responsable del área de sanidad/salud de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA desde 2018. En este tiempo he podido profundizar en temas de relevancia social y humana, como la pandemia de covid-19, el sistema de salud catalán, los avances médicos o las desigualdades en el acceso a la sanidad. En abril de 2024, gané la primera edición del Premi Salut i Drets Socials del Col.legi de Periodistes de Catalunya (demarcación de Tarragona).
En Roses (Alt Empordà) viven unos 34.000 vecinos. Estos son los que están censados. Sin embargo, hay otras 10.000 personas que pertenecen a lo que se denomina "población flotante": gente que acude al municipio en periodo de vacaciones (en cualquier momento del año). Algunos son catalanes con su segunda residencia en Roses. Y luego hay turistas de otras regiones de España. Y, cómo no, muchos visitantes extranjeros (sobre todo, franceses). En conjunto, la población se multiplica por 10. Esta mayor densidad demográfica impacta en los servicios de salud, especialmente en el CAP del municipio, al que vecinos de la zona y turistas acuden diariamente empujados, la mayor parte de las veces, por las típicas dolencias estivales.
"Esto que ves aquí hoy es solo la punta del iceberg. La realidad es que estamos haciendo unas urgencias de hospital. Vemos a unas 120 o 130 personas por día. Y en fin de semana pueden ser 250", explica Albert Bueno, enfermero del CAP Roses, a EL PERIÓDICO. Este reportaje se realiza un jueves de julio. Los sanitarios saben que lo peor está por venir, que es el mes de agosto.
El aumento de población en verano impacta en los servicios de salud del municipio
Roses es el área básica de salud, lo que quiere decir que su equipo sanitario ofrece asistencia, además de a este CAP, a los consultorios locales de Cadaqués, Castelló d'Empúries, Empuriabrava, Palau Saverdera i Pau. "Y, a la vez, mientras hacemos las urgencias, no dejamos de hacer el día a día de un CAP: el control de los pacientes crónicos. Hay gente que ha de seguir viniendo", explica Bueno.
Este CAP es uno de los que este verano ha recibido refuerzos del ICS
Este centro de salud, al igual que los de otras zonas turísticas de Catalunya, cuenta con refuerzos de verano para dar cobertura al aumento de la población. Hay un médico de refuerzo en Cadaqués, una enfermera de refuerzo en Empuriabrava y en Roses, dos médicos y dos enfermeras más (por la mañana y por la tarde).
El Institut Català de la Salut (ICS) ha mantenido este año estos refuerzos de verano en las zonas de la costa más necesitadas, a diferencia de lo que ha pasado en Barcelona, donde muchos CAP se han quedado sin personal sustituto de vacaciones debido a la falta de presupuesto. "Aquí, además, pagamos el complemento de costa", señala Ricard Bonet, director del CAP Roses, que también es enfermero.
Un vistazo rápido a la sala de espera de las urgencias de este centro de salud una mañana cualquiera sirve para hacerse rápidamente una idea de las consultas que se atienden en verano. "El 90% son patologías banales, por suerte. Y enfermería ayuda a gestionar todo esto", dice Bueno. Michelle, por ejemplo, es una mujer francesa de 78 años. Durante el año vive en Foix, en la región de Occitania, pero se declara "muy amiga de España". Tiene un piso en propiedad en Roses y ha ido al CAP porque se encuentra mal. "Estoy tosiendo mucho -explica, con una mascarilla puesta-. Me duele el pecho. Y no mejoro pese a los inflamatorios que llevo días tomando". Su español es bastante fluido. El médico que la atiende en las urgencias cree que no será nada grave, pero se guarda el diagnóstico. "Roses un paraíso para mí. Pero cada año hay más turistas", comenta Michelle. La sanidad pública de Catalunya y en general de España, cree, funciona "bastante bien".
Dolores de garganta, esguinces, heridas en la playa... Son algunas de las consultas más frecuentes en CAP como este
Dolores de garganta, esguinces, heridas en la playa... Son algunas de las consultas más frecuentes en CAP como este. "A mí lo que más me preocupa es la alta demanda. En invierno no hay tanta, aunque depende de si es o no temporada de vacaciones", señala Bueno.
La economía de municipios como el de Roses dependen básicamente del turismo. Hay mucha gente, sobre todo del sector de la hostelería, que acude en verano a trabajar ahí. "Así que, en días laborables vemos sobre todo extranjeros o gente que se puede permitir venir a estas horas. Es decir, jubilados", dice este enfermero.
De la playa al CAP
Adeline tiene 33 años y es natural de Toulouse. La enfermera de urgencias inspecciona su oído: parece tener una otitis. "Llevo una semana aquí. Ahora mismo mi hijo está en la playa", comenta. Cada verano visita Roses porque sus padres tienen una casa en el municipio. "Sí que vemos mucha patología banal. Pero, ojo, porque dentro de toda esta patología banal te puede aparecer un infarto o un ictus", precisa el director del CAP, Ricard Bonet.
Cuenta que el centro de salud recibe "flujos de gente". "Aquí a las 8 de la mañana no viene nadie. A las 11, viene más gente. Y la mayoría viene a partir de las 19 o 20 horas y hasta las doce [el CAP funciona 24 horas], que son los que están de vacaciones, se encuentran mal, pero esperan a acabar el día en la playa para pasarse por el CAP", explica Bonet.
Pero a veces hay incidentes que es necesario tratar en el momento. Oscar, un niño australiano de cuatro años, ha sido picado por un erizo de mar en ambas manos y pies. Se estaba subiendo a una roca cuando ocurrió el accidente. Sus padres rápidamente acudieron con él en brazos al CAP. "Tiene mucho dolor, pero es muy valiente", dice la madre, Zowi. Es la segunda vez que esta familia visita Roses. Aunque está pendiente del estado de su hijo, respira tranquila. "Al menos aquí no tenéis animales venenosos. ¡No sé qué hubiera pasado en Australia!", comenta.
Los sanitarios son conscientes de que, sin los refuerzos estivales, no podrían sacar adelante esta cantidad ingente de trabajo. "Ayuntamientos como el de Castelló d'Empúries o Cadaqués facilitan pisos para que los médicos vengan a trabajar en verano", valora positivamente Bonet. Estos refuerzos se mantienen de junio a septiembre. Habrá que esperar a finales de verano para saber el aumento de pacientes en verano que experimenta un CAP como el de Roses. Solo en un puente como el de Sant Joan, fueron entre un 5% y un 7% más de enfermos.
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