Salud mental

Los errores en el diagnóstico de la depresión y la falta de recursos frenan la recuperación del paciente

Sant Pau avanza en la cirugía para curar la depresión resistente y la esquizofrenia

Una joven que superó la depresión: "Es como estar en el fondo del mar sin poder nadar"

Los médicos advierten de que este trastorno tiene muchas variantes y defienden una "psiquiatría personalizada" a cada caso

Lluvia en Madrid

Lluvia en Madrid / J. P. Gandul / Efe

Beatriz Pérez

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Un 5% de la población española (unos 2.350.000 ciudadanos) sufre depresión. Los trastornos de salud mental como la depresión y la ansiedad (que se encuentran detrás de muchos intentos de suicidio) han aumentado en los últimos años, especialmente tras la pandemia de covid-19 y en la población infanto-juvenil. Pero la depresión sigue siendo un problema de salud pública en la población general. "Hay muchos tipos de depresión. Es muchas enfermedades en una sola", señala Amanda Rodríguez, psiquiatra del Programa de Depresión Resistente del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Rodríguez defiende una "psiquiatría personalizada" que trate cada caso de manera diferente, pues no todos los fármacos son igual de efectivos en todos los pacientes. Por ejemplo, la esketamina y, mucho más selectivamente, las cirugías que realizan hospitales como Sant Pau, han demostrado ser efectivas en los casos de depresión resistente, es decir, que no reaccionan a otras terapias. Para esta psiquiatra, estas nuevas opciones terapéuticas, que incluyen el uso de antiinflamatorios en depresiones que han demostrado estar relacionadas con la microbiota intestinal (y no debido a déficits de serotonina) abren un "cambio de paradigma" en el tratamiento de este trastorno de salud mental.

Detrás de enfermedades como la depresión suele haber una multitud de factores. Su origen es diverso. Rodríguez cree que si los casos de depresión resistente están aumentado es, "posiblemente", porque los psiquiatras no los están diagnosticando ni tratando "bien". "La prevalencia no baja porque no se está tratando bien y hacemos resistentes a los pacientes", señala. Por ejemplo, un sistema inmunológico alterado, o un sistema hormonal alterado, o el tracto gastrointestinal (también llamado el 'segundo cerebro') pueden haber sido el origen del estado depresivo.

"La prevalencia no baja porque no se está tratando bien y hacemos resistentes a los pacientes" 

En el caso de la pandemia, los trastornos subieron debido al "estrés". Estas enfermedades también tienen un fuerte componente ambiental. "El estrés está muy relacionado con la depresión y el covid fue un estrés vital en todo el mundo". Cada vez, además, hay "más gente joven" con esta enfermedad.

Aun así, como recuerda el jefe del Servicio de Psiquiatría de Sant Pau y miembro de la Societat Catalana de Psiquiatria (que forma parte de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya), Narcís Cardoner, el tratamiento de la depresión se ha de personalizar porque en algunos casos la base es "más psicológica" y, en otros, el peso "farmacológico" es mayor.

Además, Cardoner cree que si España es un país líder en consumo de benzodiacepinas es porque el sistema público no tiene los "recursos suficientes" para dar atención a la demanda que hay. "La atención primaria tiene cinco minutos para cada paciente y muchas veces la solución rápida es dar la pastilla al paciente. Y las psicoterapias son costosas", añade.