Estigma social

"Subía al bus y notaba el 'ya se me ha sentado la gorda al lado'": la lacra de la gordofobia

Alexia Cabré, que llegó a pesar 138 kilos, explica el acoso social que sufrió a causa de la obesidad, una dolencia que afecta a unos 400.000 españoles

Barcelona 03/03/2023 Alexia Cabré, testimonio sobre obesidad. Mujer obesa a que se sometió a un bypass gástrico hace tres años Foto de Ferran Nadeu

Barcelona 03/03/2023 Alexia Cabré, testimonio sobre obesidad. Mujer obesa a que se sometió a un bypass gástrico hace tres años Foto de Ferran Nadeu / FERRAN NADEU

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Toda su vida, Alexia Cabré, barcelonesa de 48 años, ha tenido "unos kilitos de más". A los 16 comenzó a seguir dietas para adelgazar, pero todas ellas tenían un "efecto rebote": acababa no solo volviendo al peso de antes, sino engordando más. Así se convirtió en una persona con obesidad severa (una enfermedad que padecen unas 400.000 personas en España): cuando tenía 37 años, y emocionalmente muy marcada por la muerte de sus padres, llegó a pesar 138 kilos. Necesitaba muletas para caminar. "Tenía malos hábitos. Comía por ansiedad: hay un componente muy emocional en esto. Me daban ataques nocturnos de hambre".

Ahora, ya recuperada de su enfermedad, habla de la gordofobia que padeció aquellos años. "Yo sufría el 'bullying' del día a día. Subía al bus y notaba aquello de 'ya se me ha sentado la gorda al lado'. Me daba vergüenza mirar el escaparate de una pastelería o comer por la calle. En el metro no me sentaba por vergüenza, porque ocupaba dos asientos", cuenta Cabré. Hubo muchas cosas que dejó de hacer. "No me podía poner el cinturón de seguridad en el avión. Y ya ni se me ocurría ir a Port Aventura, porque no podía montar en las atracciones. La vida no está adaptada para la obesidad mórbida". Este sábado 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad: entre el 23% y el 28% de los adultos la sufren y entre el 14% y el 16% de los niños y adolescentes.

"Es cierto que una persona que no está sana tiene más riesgo de coger bajas", admite Cabré, pero también está convencida, aunque no puede demostrarlo, de que no han llegado a darle trabajos por su físico. Ella es cantante y ha actuado con distintos grupos musicales, pero durante todos esos años fue incapaz de subirse a un escenario. "Notaba las miradas de los otros. Lo pasé muy mal. Seguí viendo a mis amigos de siempre, pero dejé de salir e ir a sitios", asegura. Desarrolló una depresión.

chica

Alexia Cabré hace unos años, antes de la operación bariátrica de 2020, cuando padecía obesidad. / El Periódico

Sin embargo, a Cabré los médicos del Hospital del Mar le han "salvado". "Yo no podía más: mi vida se había acabado". Pero, en 2020, justo antes del confinamiento, le practicaron un 'bypass' gástrico, una cirugía bariátrica para reducir el tamaño de su estómago y en cuya lista de espera estuvo cerca de dos meses. Ahora pesa unos 66 kilos, 72 menos. "El día que me dijeron que me operaban me lo pasé llorando", relata Cabré. Todo el rato cuenta su historia con una sonrisa en la cara, pese a que en la actualidad tiene una discapacidad del 48% y está pendiente de que le concedan la incapacidad. "Los médicos me la declararon después de la operación. He desarrollado muchas lesiones crónicas tras tanto tiempo con tanto peso".

Después de la bariátrica

Ahora Cabré es mentora ("paciente experta") de un grupo de pacientes obesos del Hospital del Mar. Hacen terapias en grupo y ella se dedica a aconsejarles y contarles su experiencia. "Cuando veo gente más joven pienso que ojalá yo lo hubiera hecho antes [pasar por quirófano] porque habría tenido más tiempo de vivir una vida de calidad", cuenta esta mujer.

Pese a su mejoría física, Cabré aún está en proceso de recuperación. Fue tras la operación cuando comenzó a ir a terapia psicológica. "No reconocía mi cuerpo. La operación tiene otra repercusión: las pieles, la barriga, los brazos, el culo, los pechos... Fueron muchos kilos perdidos y me costaba mucho mirarme al espejo", relata. En la playa, por ejemplo, se pone un bañador ciclista para "no llamar la atención". "Después de la operación, te quedas a medias. Sientes que no estás acabada". Reclama que las cirugías plásticas para personas en su situación estén dentro del sistema de salud. Ella está pensando en pagarse una por la privada, pero para ello necesita 24.000 euros que no tiene.

"Sociedad obesogénica"

Como explica el jefe de sección de Endocrinología del Hospital del Mar, Albert Goday, la obesidad es una "enfermedad crónica grave y evolutiva", no una "tendencia o estilo de vida". "Probablemente es más compleja que muchas otras enfermedades y con características diferenciales: en algunas circunstancias está estigmatizada, incluso dentro del colectivo médico. Hay quien piensa que esa persona tiene falta de voluntad para comer menos y moverse más, y no es así", señala Goday. Pero, según él, no se puede culpabilizar a ninguna persona por ser obesa. "La obesidad te ha escogido a ti. Estas personas han recibido estos mensajes durante mucho tiempo y el sistema no las ha ayudado".

Este endocrinólogo explica que "tener más apetito" es un "síntoma más" de la enfermedad. Él y su equipo médico trabajan con personas que sufren grados avanzados de la enfermedad. Les informan y las ayudan a cambiar hábitos, como la comida y el ejercicio. "Y vemos si se puede hacer una cirugía bariátrica". Goday lamenta que la sociedad sea obesogénica: es decir, induce a comer más de lo que necesitamos y a movernos menos. "Si tienes tendencia a tener obesidad, la vas a desarrollar, no porque tú quieras", añade. En los últimos 30 años la obesidad ha ido en aumento y no se ha podido "atajar esta epidemia" que afecta en mayor medida a las clases bajas porque su alimentación a menudo es peor. El impacto psicológico es muy fuerte, como refleja la película 'The Whale', protagonizada por Brendan Fraser.

Suscríbete para seguir leyendo