La mascarilla solo será obligatoria en hospitales, farmacias y residencias a partir del 8 de febrero

Las mascarillas dejarán de ser obligatorias la semana que viene, a partir del 7 de febrero, también en establecimientos sanitarios como ópticas u ortopedias, además de en los transportes públicos, pero habrá que seguir poniéndoselas en centros sanitarios y sociosanitarios y en las farmacias. En países como Alemania, el uso de mascarillas en el transporte público ha dejado de ser obligatorio hoy, transitando desde la obligatoriedad a la voluntariedad y a la responsabilidad individual de cada ciudadano.

Así se lo ha trasladado a los consejeros la ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que se está celebrando este jueves y en la que les está explicando los detalles del real decreto que llevará al Consejo de Ministros el próximo martes. Además, Darias ha informado de los resultados de los controles realizados por Sanidad Exterior a los viajeros procedentes de los vuelos directos de la República Popular de China. Se ha realizado control a un total de 1.765 viajeros y se han detectado a tres personas que han dado positivo en covid-19.

El martes, al consejo de ministros

No obstante, habrá que seguir poniéndose mascarillas en centros de salud, hospitales, residencias y demás centros sanitarios y sociosanitarios, sean trabajadores o visitantes, así como en farmacias.

La modificación de la norma que aprobará el Gobierno el próximo martes entrará en vigor cuando se publique en el BOE, lo cual ocurrirá previsiblemente al día siguiente.

Adiós a tres años de pandemia

El adiós a la obligatoriedad del tapabocas en el transporte público es, de alguna manera, poner el cierre final a una pandemia de la que ahora se cumplen tres años. Esta medida es una competencia estatal, por lo que las autonomías no pueden ni imponer ni retirar su obligatoriedad.

El 'exconseller' de Salut de Catalunya Josep Maria Argimon ya había puesto varias veces en duda la obligatoriedad de esta norma que, sobre todo en el metro y el bus de ciudades como Barcelona, poca gente cumple. "Tenemos un decreto que te obliga a hacer una cosa que no se hace", llegó a decir el 'conseller'. Catalunya siempre fue partidaria de que fuera una recomendación y no una obligación.

Dentro del comité científico asesor del covid-19 de Catalunya la sensación generalizada es que "no tiene sentido" mantener esta norma si no se hace lo mismo en otros puntos donde hay aglomeraciones, según recogió en su momento este diario. Lo cierto es que no hay una posición única al respecto: si bien hay quien piensa que esto es mejor que nada, otros creen que el efecto de la mascarilla en el transporte público es ahora mismo mínimo. Otras voces apuestan por retirarla cuando baje el frío.

Críticas de los epidemiólogos

Sin embargo, expertos como Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), se alertaban la semana pasada en este diario de esta decisión. "Hay mucho interés para retirarla al menos de forma obligatoria. Haría falta que, a través de una buena estrategia de comunicación, la gente entienda que aún hay mucha transmisión. Si al final es obligatoria o no, la gente debería tener responsabilidad para llevarla a determinados lugares", dice Caylà, que defiende usarla en interiores.

En opinión de Caylà, compartida por más especialistas, "no es el mejor momento porque estamos en temporada de gripe". Además, el epidemiólogo también lamenta que la sociedad está "normalizando" el número de muertes de covid (una enfermedad más mortal que la gripe), que es aún muy alto. Y recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue defendiendo que las mascarillas son útiles para protegerse de este y otros virus respiratorios.