Drogas recreativas

Alerta por el consumo de éxtasis 'fake' entre los jóvenes españoles

Los médicos alertan de la mezcla fatal de policonsumo de drogas y fragilidad mental

Las entidades detectan adulteraciones de bajo riesgo, en el 15% de las pastillas, que abren las puertas a sustancias más peligrosas

Interior de una discoteca en Barcelona

Interior de una discoteca en Barcelona / MANU MITRU

Beatriz Pérez

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En España están circulando, desde este verano, pastillas de éxtasis adulterado o, en otras palabras, de MDMA falso ('fake', en inglés). Aunque las adulteraciones encontradas hasta el momento son de bajo riesgo, esta realidad, advierten los expertos, abre la puerta a que aparezcan sustancias que sí sean peligrosas.

El MDMA, consumido tradicionalmente en contextos de música electrónica, es un estimulante del sistema nervioso que produce sentimientos de conexión con los demás y de bienestar. Una pastilla cuesta, de media, unos 10 euros. Puede ocurrir que el colocón no aparezca si la composición no tiene ninguna sustancia activa: en este caso, el consumidor no estaría ante un riesgo, pero sí ante un fraude.

Tras el análisis de pastillas compradas como MDMA que les llegaron durante el verano, Energy Control (el programa de reducción de riesgos de drogas recreativas que forma parte de la Asociación Bienestar y Desarrollo, ABD), ha alertado del incremento de las adulteraciones. De un total de 536 pastillas analizadas en junio, julio y agosto, 80 de ellas han resultado ser falsas (un 14,92%). Así, aproximadamente una pastilla y media de cada 10 analizadas no era la sustancia esperada, pudiendo estar cortada (adulterada), contener otras sustancias además de MDMA o ser una sustancia diferente. Energy Control llama a "aumentar la vigilancia" de estos cambios y a la "prudencia" de las personas consumidoras.

"Veníamos de unos años en que hubo mucha disponibilidad de MDMA. Los comprimidos llevaban dosis muy altas [de esta droga]. Y parece que esto está cambiando: en los meses de verano, el 15% de todos los comprimidos que analizamos venían adulterados", explica Claudio Vidal, director de Energy Control. De momento, no ha habido "ningún susto", pero la preocupación está latente.

Energy Control, que tiene cuatro delegaciones en España, ha detectado un 22% de pastillas 'fake' en Andalucía, un 5% en Baleares, un 14% en Catalunya y un 9% en Madrid. "Nos preocupa la adulteración del MDMA y sobre todo este año. Lo estamos viendo en toda España. No sabemos aún las consecuencias. Las adulteraciones que hemos detectado son de bajo riesgo, hemos visto cafeína, algunas pastillas con anfetamina... El problema es que, al aumentar la adulteración, sí puede aparecer alguna sustancia de mayor riesgo que el propio MDMA", explica Vidal.

En los últimos años en España había desaparecido la adulteración del éxtasis. De hecho, según Vidal, lo que estaba suponiendo un "problema" era la excesiva cantidad de MDMA que venía en los comprimidos. "Una dosis que te permite experimentar los efectos es de un miligramo por kilo de peso. En los últimos años, la dosis media por comprimido estaba en los 270 miligramos, incluso los 350. Esto se debía a la elevada producción procedente, sobre todo, de los Países Bajos. Ahora conviven pastillas con dosis altas y otras con dosis bajas", apunta el director de Energy Control. Según los datos de la entidad, en 2019 (último año del que tiene cifras), un 7,5% de los españoles y un 2,4% de las españolas habían probado el éxtasis alguna vez en su vida.

¿Por qué aumentan las adulteraciones?

"Porque el mercado está cambiando", responde Vidal. Y uno de los primeros signos de ello es la aparición de las adulteraciones. Energy Control está viendo más pastillas (no solo de éxtasis) que vienen adulteradas, principalmente, con cafeína. Pero también hay algunas con anfetamina (una droga estimulante) o procaína (un anestésico). Y pastillas "sin ningún principio activo": aquí estaría el fraude.

"Lo más preocupante es que también se utilizan como adulterantes nuevas drogas como las catinonas sintéticas [popularmente llamadas "sales de baño"], que son sustancias estimulantes que pueden producir efectos similares al MDMA, pero que son de tan reciente aparición que no tenemos información sobre ellas", añade. Vidal insiste en que hay "mucha incertidumbre" sobre sus riesgos y por eso siempre se desaconseja su consumo.

Se desconocen las razones exactas por las que el mercado está cambiando. En los últimos tiempos han ocurrido "hechos significativos", como que los laboratorios de los Países Bajos, que hasta ahora producían MDMA, se han puesto a fabricar, esta vez con la participación de cárteles americanos, metanfetamina (un psicoestimulante) para exportar al Sudeste Asiático. Esto (es una "hipótesis") podría hacer que hubiera "menos MDMA" y que por eso se estuvieran produciendo estas adulteraciones. "Otra hipótesis es que China ha endurecido su control sobre los preprecursores, que son sustancias químicas que se utilizan en la elaboración del MDMA. Esto podría haber afectado a la producción pero, de nuevo, son solo especulaciones", valora Vidal.

¿Qué ven los hospitales?

En las unidades de adicciones de los principales hospitales barceloneses no están viendo, de momento, problemas asociados al consumo del MDMA. Alcohol y tabaco siguen siendo las sustancias más consumidas, y después está el cannabis y la cocaína, por este orden. "Nosotros, que estamos en el Eixample, asumimos también pacientes que consumen psicoestimulantes, entre los que está el éxtasis, que [en este distrito] se consume en el 'chemsex' [la ingesta de sustancias estimulantes asociadas a la práctica de sexo entre hombres], fiestas o encuentros donde se consumen muchas drogas", dice Mercè Balcells, jefa de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Clínic de Barcelona. La metanfetamina, la mefedrona y el GHB (éxtasis líquido) son las tres drogas más consumidos en contextos de 'chemsex'.

Según Balcells, el éxtasis o MDMA se popularizó en la época de la ruta del bacalao. Es la llamada "droga de la felicidad". Tiene un "perfil alucinógeno bajo" y da al consumidor la sensación de estar "en comunión" con los demás. Pero, advierte Balcells, siempre ha sido una droga con "muchos riesgos", ya que es neurotóxica. Además, puede ser mortal incluso en dosis bajas, ya que puede causar un fallo hepático fulminante. "En espacios cerrados te puedes morir de un golpe de calor, ya que bloquea la termorregulación corporal". Esta psiquiatra asegura que aunque no es la droga más preocupante, sí alarma que empiece a haber adulteraciones.

Por su parte, la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) no ha notado un aumento en las peticiones de desintoxicación de MDMA. "Son minoritarias, menos del 5%. Y tampoco hemos notado un aumento de las patologías psiquiátricas derivadas de su consumo", dice el director de la unidad, Santiago Durán-Sindreu. En esta unidad lo que más se está tratando son las desintoxicaciones por alcohol, cocaína, cannabis y opiáceos.

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