Metaánalisis de 100 virus

¿Y si no pudiéramos culpar a los murciélagos del covid?

Un nuevo estudio realizado por científicos de Israel ha estudiado cómo los quirópteros han podido desarrollar el virus

Imagen de un ejemplar de murciélago.

Imagen de un ejemplar de murciélago.

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Los murciélagos están en el punto de mira de la humanidad desde el 11 de marzo de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el covid como pandemia. Desde entonces, se amontonan los estudios científicos que aseguran que el coronavirus SARS-CoV-2 tiene el origen en los quirópteros que vivían en las cuevas de piedra caliza de Wuhan, en China, donde dio comienzo la enfermedad. Se ha investigado sus células y ADN, del derecho y del revés, y todo apunta hacia ellos, ya que tienen un coronavirus genéticamente muy similar al que infecta a los humanos. Hasta la OMS mantiene el discurso de que el covid se transmitió desde estos mamíferos voladores a las personas a través de otro animal. Ahora, sin embargo, un nuevo estudio pone en duda el origen del covid.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv aseguran que la correlación entre la pandemia y los murciélagos "no se basó en pruebas suficientemente convincentes". De hecho, los pruebas se hicieron tan rápido y sin bases sólidas que causaron "estrés y confusión innecesarios en todo el mundo", afirman la doctora en medicina veterinaria Maya Weinberg y el neurobiólogo y profesor de zoología Yossi Yovel, que han coordinado el estudio.

No existen evidencias suficientes

Ambos expertos han revisado buena parte de estos estudios científicos y llegan a la conclusión de que no existen evidencias suficientes para considerar demostrado que el origen directo del coronavirus SARS-CoV-2 sean los murciélagos. Weinberg y Yovel indican que, como mucho, se puede mantener la conjetura de que han sido un paso intermedio en la evolución de este virus antes de llegar a las humanos.

Así lo reiteran en el estudio 'Revisando el paradigma: ¿Son los murciélagos realmente reservorios de patógenos o poseen un sistema inmunológico eficiente', publicado con la revista 'iScience Journal'. En esta línea, recuerdan que los quirópteros, pese a tener una "reputación infame" entre la comunidad científica, "exhiben una respuesta inmunitaria equilibrada contra los virus que han evolucionado durante millones de años". Es más, los científicos apuntan que "tienen un sistema inmunológico altamente efectivo que les permite lidiar con relativa facilidad con virus considerados letales para otros mamíferos", como fue la primera cepa del covid. Tanto que sus células no se infectan de covid.

Por qué se culpa a los murciélagos

La doctora Weinberg explica por qué se suele culpar a los murciélagos de todos los males. "Se consideran como reservorios de muchas enfermedades contagiosas solo por ser positivos serológicamente positivos". En palabras más llanas, eso no significa que sean portadores o transmisores, sino que "han sobrevivido a la enfermedad y desarrollado una respuesta inmune", detalla la científica.

Por otra parte, la experta señala que, en algunas ocasiones, estos mamíferos "pueden ser portadores de un virus similar a un patógeno humano sin que ello signifique que sean reservorios del agente que causa la enfermedad en humanos". 

Para esclarecer todo lo posible el asunto, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv han hecho un metaanálisis de los hallazgos de más de 100 virus para los cuales los murciélagos se consideran reservorios potenciales. Es el caso del ébola, el sars y el covid", detalla. "En el 48% de los casos, esta afirmación se basó en la incidencia de anticuerpos o pruebas PCR, en lugar del aislamiento real de virus idénticos", concluye Weinberg.

Más allá de aislar el virus

"El mero aislamiento de un virus no es suficiente para marcar a un animal como portador. Se requiere un número mínimo de casos índice en los que se aísle el virus para ser considerado como tal, así como la existencia de un reservorio establecido y una vía de transmisión", detalla la doctora, que también sugiere que detectar el virus en una especie concreta no garantiza una mayor infección. "Deben existir otras condiciones biológicas, ecológicas y antropogénicas para que tal evento ocurra", puntualiza.

Por todo ello, los hallazgos de este estudio da una perspectiva opuesta a lo que hasta ahora se creía y dar una segunda oportunidad a los murciélagos. "Debemos estudiar en profundidad sus capacidades inmunológicas antivirales para así obtener medios nuevos y efectivos para hacer frente a la lucha de la humanidad contra las enfermedades contagiosas, el envejecimiento y el cáncer", propone.