Dos años del primer contagio de covid en Catalunya: "Sabíamos que llegaría"

"No fue una sorpresa, sabíamos que llegaría en cualquier momento. Había habido casos en China y la epidemia estaba creciendo mucho en Italia". El Hospital Clínic de Barcelona atendió a la primera paciente con covid-19 de Catalunya. Era el cuarto caso en España. Este viernes 25 de febrero se cumplen dos años de aquel diagnóstico, anunciado en rueda de prensa por la Conselleria de Salut, y Pedro Castro, jefe de la sección del área de vigilancia intensiva, fue el médico que la trató. "Estábamos preparados para atender a pacientes con coronavirus, pero no esperábamos la magnitud de la tragedia. Aquel número tan grande de enfermos en tan poco tiempo, con tanta necesidad de hospitalización e ingreso en ucis… Todo eso fue inesperado". Desde marzo de 2020, en Catalunya se han contagiado 2.391.092 personas y han fallecido otras 26.549.

En aquel momento el Clínic era el hospital de referencia de Catalunya para tratar casos de covid-19. Era esperable que llegaran porque además el centro en aquel momento hacía una búsqueda activa de pacientes con coronavirus. El 24 de febrero, acudió al centro una mujer italiana de entonces 36 años que había estado días antes en Lombardía. Presentaba una clínica (tos, fiebre) parecida a la de otras infecciones. "Pero la sospecha de que era covid era alta porque venía de una zona donde había esta infección", recuerda Castro. En aquellos momentos, solo eran sospechosos de covid-19 aquellos pacientes que, además de presentar clínica, habían estado en zonas de riesgo antes (Wuhan, Lombardía). Se desconocía que el virus ya estaba circulando en la comunidad y que ya estaba contagiada mucha gente que no había viajado al extranjero.

Aislamiento y uci

Cuando esta paciente llegó al Clínic, se le aplicó el protocolo de aislamiento. Y, una vez dio positivo en la PCR, fue inmediatamente ingresada en una uci. "No estaba grave, pero el protocolo de entonces indicaba que, a pesar de ello, debía entrar en la uci. En aquel momento había muy poca información: no sabíamos cuáles eran las vías de transmisión del virus, cómo podíamos protegernos, qué enfermos podían evolucionar bien y cuáles mal", justifica este intensivista. Así, el Clínic decidió aplicar su protocolo para las infecciones de alto aislamiento (como fiebres hemorrágicas o ébola), que lleva al paciente a la uci por si acaso se pone muy grave.

Entonces se desconocía la capacidad de transmisión del coronavirus. "[El covid-19] Es una enfermedad muy similar al síndrome gripal", explicaba el entonces secretario de Salut Pública, Joan Guix, en la rueda de prensa convocada por Salut para informar de este primer caso. Las autoridades sanitarias de todo el mundo minimizaron el riesgo del virus y confiaron en la fortaleza de unos sistemas de salud que en territorios como España y Catalunya llevaban años debilitados por los recortes.

Castro recuerda como los siguientes dos o tres días tras aquel primer caso de covid-19 fue llegando al hospital un "pequeño goteo de pacientes". Pero, después, el crecimiento de contagios fue "exponencial". "Cada vez más y más y más, hasta llenar una sala, luego una uci, luego otra sala… Y luego se produjo la situación que todo el mundo conoce", relata el médico. Cuando comenzó a haber un número significativo de casos diarios, el Clínic dejó de ingresarlos en ucis. Y no solo eso, todos los hospitales pasaron a atender a pacientes con covid-19. Hoy en día, la mayoría de enfermos pasan la infección en su casa, pero no era así hace dos años.

Dos años después, a Castro se le vienen a la mente las imágenes del sufrimiento de muchas personas que perdieron familiares, de los pacientes con secuelas, de personas que perdieron sus negocios debido a la crisis económica. "Miras atrás y tienes ganas de que todo se acabe de una vez y no vuelva a ocurrir", dice. La manera de vivir de la sociedad ha cambiado. Castro se queda con la "solidaridad" demostrada en los momentos más difíciles de la pandemia.

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