Sanidad pública

Los CAP salen del túnel del coronavirus y recobran la normalidad

De izquierda a derecha, la médica Ethel Sequeira, la administrativa Laura Balcell, la trabajadora social Susanna Torres y la enfermera Mireia López, en el CAP Casanova de Barcelona.

De izquierda a derecha, la médica Ethel Sequeira, la administrativa Laura Balcell, la trabajadora social Susanna Torres y la enfermera Mireia López, en el CAP Casanova de Barcelona. / JOAN MATEU PARRA

Beatriz Pérez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La atención primaria, históricamente infradotada dentro del sistema sanitario, ha sido la que ha liderado la gestión de la pandemia prácticamente desde el inicio. Por los CAP pasaban (y pasan aún, porque el covid-19 no ha acabado) la detección de positivos, la realización de las pruebas diagnósticas, la vacunación. Tareas que se combinan con lo que solo dejaron de hacer durante la primera oleada, en marzo de 2020: la atención al paciente no covid. Esta es una radiografía de la atención primaria catalana a través del relato de cuatro profesionales (una médica, una enfermera, una trabajadora social y una administrativa) del CAP Casanova, en Barcelona.

¿En qué situación se encuentra la primaria?

"Está conmocionada. Está intentando encontrar su sitio. Ha hecho muchísimo en la pandemia y no ha podido hacer otro mucho trabajo", explica la médica de familia y miembro de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic), Ethel Sequeira. Esta doctora cuenta que, en este momento, el CAP Casanova trata de volver a atender otras realidades ("escuelas, geriátricos"), a la vez que al "paciente crónico".

Para la trabajadora social Susanna Torres, la situación es de "calma falsa". "Los profesionales se encuentran muy cansados, en una situación de estrés continuada. Y nos sentimos muy cuestionados por la población: ha subido mucho el nivel de exigencia. La gente quiere las cosas aquí y ahora", dice. Torres atestigua un "aumento de los problemas económicos". "Hay gente con patologías crónicas que no se puede comprar la medicación. Y muchos problemas emocionales entre los mayores".

La médica del CAP Casanova Ethel Sequeira.

La médica del CAP Casanova Ethel Sequeira. / Joan Mateu

Los CAP se encuentran también en proceso de recuperación de la presencialidad. "Estamos intentando coger el ritmo de antes", certifica la administrativa Laura Balcell. La presencialidad se puso en marcha a principios de julio, pero la quinta ola del covid-19 frustró los planes. "Nosotros ya les ofrecemos a los pacientes que llaman venir al CAP si quieren. Para algunas cosas -renovar planes de medicamentos, dar resultados de analíticas que son buenos- intentamos seguir haciéndolo por teléfono", cuenta Balcell.

De todas las visitas que hace la enfermera Mireia López, aproximadamente 15 son presenciales y unas 23 son telefónicas y e-consultas. "Estamos intentando rescatar todas esas patologías crónicas que no pudimos seguir durante este año y medio y nos encontramos en búsqueda activa de los pacientes", dice López, que también es miembro de la Associació d'Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya (Aificc).

¿Cuáles son los retos para este otoño e invierno?

Para Balcell, el mayor reto a corto plazo es "incrementar aún más las citas presenciales". Y distribuir bien los espacios. "Sabemos que no dejaremos de visitar covid, así que hay que poner orden entre estos pacientes y los que tengan otras patologías. Ahora comenzará la campaña de la gripe, a ver cómo podemos hacerlo", dice la administrativa.

La administrativa del CAP Casanova Laura Balcell.

La administrativa del CAP Casanova Laura Balcell. / Joan Mateu

Aunque el "principal reto" sigue siendo "dotar a la primaria de recursos", económicos y personales. Lo dice Sequeira, con cierta resignación. "Nos han dado palmaditas en la espalda y ya", dice esta médica que también ve necesario diagnosticar más, ofrecer longitudinalidad (que el paciente sea atendido siempre por el mismo médico y enfermera) y, al igual que Balcell, tener espacios especializados para seguir diagnosticando los casos de coronavirus. Y otro reto pendiente es recuperar al paciente crónico perdido y que los médicos de familia dejen de atender visitas puramente burocráticas que les quitan tiempo. "No sabes la de horas que ha ocupado a los profesionales el certificado covid. La de enfados con nosotros de gente que venía pidiéndolo", dice Sequeira.

Para Torres, como trabajadora social, uno de los retos pendientes es "captar" pacientes de manera proactiva. "La gente sigue teniendo miedo de venir. También tenemos que reactivar las actividades grupales o comunitarias para el barrio, ya que muchas se pararon con el covid". Y López insiste en potenciar las nuevas tecnologías.

¿Qué les hace falta a los CAP?

Según Torres, lo que le hace falta a muchos CAP y, entre ellos, al de Casanova es "espacio físico". "Y, por supuesto, falta personal. Aunque se han incrementado las enfermeras y las auxiliares, es insuficiente", dice. Lo dice también Balcell: "Necesitamos más administrativos. Cada vez hacemos más tareas. Y el sistema informático se tiene que empezar a renovar, los espacios se quedan cortos", asegura.

La trabajadora social del CAP Casanova Susanna Torres.

La trabajadora social del CAP Casanova Susanna Torres. / Joan Mateu

Los profesionales de primaria también reclaman más plazas de especialistas. López reclama que se dé más visibilidad a la especialidad de enfermería familiar y comunitaria para que los estudiantes de grade se animen a presentarse a los exámenes del Ministerio de Sanidad. "Así, podríamos tener futuras especialistas que se queden en Catalunya después de la formación, ya que lo habitual es que vengan de fuera y, a la larga, regresen a sus comunidades", opina López.

¿Habrá otra oleada de covid?

Los profesionales de primaria están seguros de que, si no hay sexta ola, aparecerán otros agentes infecciosos que incrementarán la presión en los CAP. "¿Sabemos más que antes? Sí. Y las medidas están puestas; hemos hecho un esfuerzo brutal para vacunar. Hemos aprendido a ser mucho más rápidos tomando decisiones, vamos para adelante y para atrás con más facilidad", dice Sequeira.

"Tendremos otra ola seguro. No tenemos miedo porque hemos aprendido a vivir con estas oleadas", opina la trabajadora social Susanna Torres. Pero los CAP tampoco se confían. "En la quinta ola, en julio, ya pensamos que lo teníamos todo controlado y no. El problema no es otra ola, sino confundir el covid con otras enfermedades. Y el miedo de contagiar a la familia", dice López.

La enfermera del CAP Casanova Mireia López.

La enfermera del CAP Casanova Mireia López. / Joan Mateu

¿Qué ha sido lo más impactante de la pandemia?

"Ver que, de golpe, dejabas de ver a esos pacientes mayores que eran habituales del CAP, porque habían ingresado en el hospital o la uci", cuenta emocionada Balcell. También recuerda, en la primera ola de la pandemia, el mucho cuidado que tuvieron que poner en "no malgastar mascarillas", ya que no había suficientes. "Un día tuve que recortar bolsas de basura para que un médico se hiciera un equipo de protección individual (epi)", añade Balcell. También cree que los administrativos han ganado "visibilidad" durante la pandemia. "Llegó la vacuna y todos éramos un equipo: la enfermera ponía la vacuna y nosotros la registrábamos", recuerda.

A Torres le impactó significativamente la cantidad de gente que llegaba al CAP con "problemas para comer". El centro tiene un convenio con el Banc Farmacèutic y con Cruz Roja para los medicamentos, y con Cáritas y el ayuntamiento para la comida.

"A mí me marcó, durante el confinamiento domiciliario, recibir emails de pacientes en los que me preguntaban si estaban bien. La población a la que habías cuidado siempre ahora te cuidaba a ti", dice Sequeira.

Desde la primera oleada, hace ya más de un año, López sigue sin olfato y muy cansada. No está diagnosticada aún de covid persistente, pero cree que lo tiene. "Al principio no teníamos recursos para atender. Era como ir a una guerra sin pistolas; me sentía impotente de no poder atender a los pacientes en condiciones de no riesgo", añade esta enfermera. Todas coinciden en que la pandemia supuso una "reinvención constante".

Suscríbete para seguir leyendo