La quinta ola pandémica

Un joven de 23 años, desde el Clínic: "Me parecía imposible ingresar por covid"

Dos chavales de 23 y 24 años ingresados por una neumonía bilateral a causa del coronavirus llaman, desde EL PERIÓDICO, a todos los jóvenes a vacunarse "cuanto antes". "Me parecía que esto era más una enfermedad de gente mayor", dice uno.

Victor Navas

Victor Navas / Ferran Nadeu

Beatriz Pérez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La media de edad de los contagiados de covid-19 en Catalunya es de 29 años. Si el año pasado las personas mayores y de mediana edad eran la diana perfecta del virus, ahora, un año después lo son las personas jóvenes. Y lo son fundamentalmente por una razón: porque este es, junto al de los niños, el único colectivo en el que todavía no ha penetrado la vacuna. Los mismos jóvenes que meses atrás se cuidaban para no contagiar a sus padres y abuelos salen ahora a festejar como no pudieron hacerlo el último año. Lo hacen porque quieren, pero también porque pueden: porque han seguido esos cantos de sirena, procedentes de las autoridades, que engañosamente trasladaban el mensaje de que el fin de la pandemia estaba muy cerca. Esas mismas autoridades levantaron, una vez más prematuramente, restricciones. Y en solo una semana Catalunya ha doblado la cifra de hospitalizados.

Uno de ellos es Víctor Navas. Impresiona verlo toser. Es una tos seca, desesperante. Le cuesta incluso hablar y necesita oxígeno para respirar. Está ingresado, desde el lunes pasado, en una de las seis 'plantas covid' del Hospital Clínic de Barcelona. Sufre una neumonía bilateral. Tiene solo 24 años y aún no acaba de creerse que se ha contagiado de coronavirus.

"Cuando vine al hospital sabiendo ya que era positivo de covid-19, no me cogí ni el cargador del móvil porque pensaba que simplemente me recetarían algún medicamento. Nunca pensé que me iba a quedar aquí", explica a EL PERIÓDICO. Los médicos le han dicho a Víctor que le darían el alta, en principio, el próximo lunes.

Jóvenes ingresados en la planta covid del Hospital Clínic.

Víctor Navas, de 23 años, y Raúl Condomines, de 24, ingresados en la 'planta covid' del Hospital Clínic con neumonía. / Ferran Nadeu

Víctor reconoce que ni siquiera quería ir al médico porque pensaba que a un joven "esto no le podía pasar". "Notaba que me faltaba un poco de respiración, pero era imposible que yo ingresase. Con 23 años, no iba a ser mi caso. Esto era más de gente mayor. Y aquí estoy con 23 años y con oxígeno. Antes he ido a la ducha, me he quitado el oxígeno y no he podido", relata.

Este joven sabe bien dónde se contagió: en una boda celebrada el sábado 3 de julio, donde hubo hasta 20 positivos. También sus dos hermanos pequeños están con covid-19, pero no han necesitado de ingreso hospitalario. Uno de cada cien jóvenes con covid-19 acaban en el hospital. Uno de cada mil, en la uci. Por eso, aunque mayoritariamente no enfermen grave, cuantos más contagios haya, más jóvenes habrá que requieran de un ingreso hospitalario.

"Yo empecé con síntomas fuertes el martes por la mañana: fiebre alta, temblores, desorientación, dolor muscular. El siguiente, como iba a peor, fui al médico y me dijeron que era neumonía bilateral", cuenta este estudiante de Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE) tumbado en su cama. Víctor no había pasado el virus. Le tenía miedo, confiesa, sobre todo porque veía a mucha gente de su entorno contagiándose aunque superando la infección. Pero lo suyo fue un paso más allá. "Yo seguía con fiebres muy altas, dolores musculares muy fuertes... Me costaba respirar y ahí me asusté".

Víctor y Raúl, de 23 y 24 años, ingresados por covid-19 en el Hospital Clínic, el miércoles pasado.

Víctor (izquierda) y Raúl (derecha), de 23 y 24 años, ingresados por covid-19 en el Clínic, el miércoles. / Ferran Nadeu

Pandemia al alza

Todos los indicadores de la pandemia están al alza. Catalunya es ahora mismo la región de Europa más azotada por el virus. La variante delta del coronavirus, que se mezcló con un aumento de la interacción social la semana de Sant Joan, está provocando una explosión de infecciones sin precedentes en esta pandemia. El virus circula tan rápido dentro de la población, que mucha gente ni siquiera sabe cómo se contagió. Por ejemplo, Raúl Condomines, de 24 años y compañero de habitación de Víctor. Ingresó el 13 de julio.

"No tengo ni idea de dónde me contagié, es algo que he pensado bastante. La semana pasada solo estuve en contacto con mis abuelos y mis compañeros de trabajo. Solo se me ocurre el transporte público o el gimnasio; quizás el haberme despistado", cuenta.

Aunque Raúl no necesita oxígeno para respirar, admite que le "impresiona muchísimo" verse en el hospital. Es la primera vez que ingresa. "Le tenía miedo al virus, pero nunca sentí de verdad esa posibilidad de poderlo coger. Siempre tomé precauciones, evitaba las reuniones multitudinarias, las fiestas...", cuenta Raúl. Hasta que vives esta situación en primera persona, dice, no entiendes "lo relevante que puede llegar a ser". Tiene "una barbaridad" de amigos que, como él, se han infectado.

Tanto Víctor como Raúl rechazan que se criminalice a los jóvenes por estar siendo el grueso de contagios en esta quinta oleada pandémica. "También hemos hecho muchos esfuerzos", precisa Víctor. Además de lo mucho que afecta la pandemia a la salud mental: "Te machaca", añade.

Una enfermera entra a dejar la comida.

Una enfermera entra a dejar la comida. / Ferran Nadeu

"Es verdad que ahora hay una explosión de casos de covid-19 entre jóvenes, pero porque no estamos vacunados. Nosotros seguimos las indicaciones. Fui a una boda porque están permitidas", recuerda Víctor. Él, asegura, siempre ha llevado mascarilla y se ha aislado las veces que ha estado en contacto con un positivo.

Sus palabras son secundadas por Raúl, quien considera "un error" criminalizar al colectivo y considerar que todos los jóvenes son iguales. "Es verdad que hay gente más inconsciente que otra, pero no todos somos iguales y en general hemos hecho un esfuerzo. Ahora nos ha cogido esta ola y nos afecta bastante", zanja Raúl.

Finalmente, ambos lanzan un mensaje a la gente de su edad: "Vacunaos cuanto antes".

"Esperábamos un verano tranquilo y no será así"

"Esperábamos un verano tranquilo y ya tenemos seis 'plantas covid'", asegura la enfermera Marga Robau, coordinadora de una de esas plantas del Hospital Clínic dedicadas a los enfermos de coronavirus. Aunque hay "gente de todas las edades", incluso "personas vacunadas que se contagian", también hay "más jóvenes que en otras olas", según explica esta enfermera.

Según el Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la UPC, en estos momentos Occidente vive "dos pandemias": la de los vacunados y la de los no vacunados. Las personas jóvenes pertenecen a la segunda. Pero que el virus se desboque en este colectivo entraña riesgos. El primero, que haya jóvenes que ingresen en hospitales y ucis y que incluso lleguen a morir. El segundo, que contagien a personas mayores que acaben enfermando (porque, aunque las vacunas son efectivas, no lo son al 100%) o a quienes solo tienen una dosis. El tercero, que la transmisión del virus favorezca la aparición de nuevas variantes que, esta vez sí, logren esquivar las vacunas. Es algo que no está ocurriendo en estos momentos, pero que los epidemiólogos no descartan que ocurra.

La vacuna es la solución, pero no es la única solución. Mientras no se alcance ese ansiado 70% de la población inmunizada (a finales de verano en España, según Pedro Sánchez), habrá que seguir llevando mascarilla y respetando la distancia social. 

Suscríbete para seguir leyendo