Crisis sanitaria

La cuarta ola del covid ya está aquí

Los sanitarios advierten de que cada rebrote arranca con una mayor ocupación de ucis que el anterior

Catalunya decretará un nuevo confinamiento comarcal desde la medianoche del jueves al viernes

Uci covid Vall d'Hebron

Uci covid Vall d'Hebron / Ferran Nadeu

Beatriz Pérez

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Son muchas las voces que hablan ya de una cuarta oleada de coronavirus. Hace días que los indicadores suben tanto como en Catalunya como en España. Y muchos países de Europa están ya inmersos en ella. El problema es que cada ola pandémica arranca con más pacientes en las ucis que la anterior.

Preocupa la presión asistencial y la probable desprogramación de la actividad ordinaria. Los sanitarios descartan que la actual tasa de vacunación (un 16% en toda España) sirva para doblegar la nueva ola. Vendrán más restricciones. De momento, Catalunya volverá a estar confinada comarcalmente desde este viernes a las 00 horas. La duda es si será suficiente.

¿Cuál es la situación epidemiológica?

Si Catalunya no está ya inmersa en una cuarta oleada de coronavirus, entrará en la misma en pocos días, según los expertos consultados por este diario. "Da un poco de miedo porque esto es una película que ya hemos visto", dice Pere Domingo, coordinador de la 'planta covid' del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y miembro de la unidad de Enfermedades Infecciosas del centro. "Se parece bastante al inicio de la tercera oleada, con una diferencia: ahora las ucis están más llenas de pacientes con coronavirus", añade.

Según el Jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, Juan Pablo Horcajada, el territorio está "ya empezando una cuarta oleada", lo que se refleja en un "cambio de tendencia en la curva". "Durante la bajada de la tercera oleada, que fue más lenta de lo esperado, hubo altibajos. Pero estos días, la subida está siendo mayor que las que se produjeron puntualmente durante aquella bajada", cuenta Horcajada.

"Las distinciones entre cuarta ola y rebrote de la tercera son de tipo semántico-técnico -dice por su parte el epidemiólogo y Jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic, Antoni Trilla-. Para hablar de cuarta ola, tendríamos que haber reducido al mínimo la tercera, y no fue así. Pero da igual: están aumentando los casos de coronavirus, subimos lenta pero constantemente, así que sí: podemos hablar de cuarta ola".

En los hospitales, el ambiente es de "mucha preocupación", según reconocen los sanitarios. La cepa británica, dominante ya en Catalunya, es más contagiosa y, al aumentar los contagios, aumentan los ingresos en hospitales y ucis. "También estamos viendo pacientes más jóvenes", dice Horcajada.

¿Ya se nota el efecto de la Semana Santa?

Todavía no, aparecerá a partir de la semana que viene, a unos 10 días de terminar las vacaciones. El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, advirtió el martes de que durante los días festivos, al igual que en fin de semana, se diagnostican menos contagios porque la gente va menos al médico. Esto explicaría que el índice de reproducción (o Rt, que mide el crecimiento potencial de la pandemia) haya bajado en los últimos días. Pero ahora mismo es un indicador engañoso, porque está en 0,93, lo que indicaría que la epidemia está en regresión. Todos los expertos coinciden en que la situación empeorará.

"La Semana Santa contribuirá a que esta subida se acelere más. Eso no quiere decir que vayamos a tener un descontrol: hay gente vulnerable protegida ya por la vacuna, pero hay aún otra mucha susceptible de enfermar grave", explica Trilla. Es más pesimista el infectólogo Domingo: "Los efectos de la Semana Santa los veremos en siete o 10 días. Nos tememos que lo peor está por llegar. Las ucis estarán aún más llenas. Y todo esto es llover sobre mojado: los sanitarios llevamos un año trabajando intensamente", opina.

Trilla, que reconoce que Catalunya se encuentra en una "situación complicada", pide esperar a ver los indicadores de los próximos días para saber si el aumento de casos es "razonable" u obligará a desprogramar la demás actividad ordinaria.

¿Cómo están los hospitales y sus ucis?

Son la gran preocupación en esta pandemia porque lo que está en juego es el colapso sanitario. Los sanitarios advierten de que cada ola ha comenzado con un mayor número de personas con coronavirus en hospitales y ucis. Por ejemplo, el 1 de octubre, cuando aproximadamente comenzó la segunda oleada, había 167 enfermos con covid en las ucis. El 24 de diciembre, cuando empezó la Navidad que produjo la tercera oleada, había 337. Y ahora hay 458. La ocupación en ucis crece a un 10% semanal, según el Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocomsc) de la UPC. En total, en estos momentos hay 1.712 pacientes con coronavirus en los hospitales catalanes. Aumentan cada día.

"Esta última semana, en el Mar hemos empezado a tener más ingresos. El problema es que esta ola llega en un momento en que las ucis siguen muy ocupadas en algunos hospitales. Es mal asunto", dice Horcajada. "Ahora, aunque esta oleada sea menos intensa -por la vacuna, porque hay un clima mejor y la gente hace más vida fuera-, el problema siguen siendo los hospitales", añade. Un ejemplo: a finales de enero, en el pico de la tercera ola, el Mar tenía tres plantas llenas de pacientes con covid: "Ahora tenemos dos llenas y no bajamos".

Un paciente con covid-19 ingresa en la uci de Vall d'Hebron el martes.

Un paciente con covid-19 ingresa en la uci de Vall d'Hebron el martes. / Ferran Nadeu

Entre un 15% y un 20% de los infectados de coronavirus acaban en los hospitales y un 5% acaban en las ucis, donde se pasan una media de tres semanas. Centros como el de Bellvitge están teniendo ya tantos ingresos como altas. Y en Vall d'Hebron está empezando a ocurrir. "Damos una o dos altas cada día, pero tenemos uno o dos ingresos diarios. Es así desde hace 15 días. La semana pasada había 53 pacientes covid en el hospital y ayer teníamos 73. Algunos acabarán en las ucis y, en los próximos días, habrá más ingresos que altas", explica el Jefe de Medicina Intensiva del Hospital de Bellvitge, Rafael Máñez. En su uci, hay 19 pacientes con covid-19.

Los hospitales tienen recursos para atender a muchos más enfermos de los que ya están atendiendo, sí, pero el problema es la actividad ordinaria, que es lo que corre peligro de dejarse de atender. "En la segunda oleada no hubo que desprogramar. En la tercera, hubo una o dos semanas en que programamos menos cirugías complejas porque había menos camas en las ucis. No nos planteamos volver a una situación como la de marzo o abril de 2020, pero lo que queremos es que el impacto sea el mínimo en el resto de actividades", dice Máñez. En hospitales como Sant Pau, el 75% de la uci ya está ocupada por pacientes con covid-19.

¿Ayudará la vacunación a combatir esta ola?

En Catalunya, solo el 16% de la población tiene al menos una dosis de la vacuna y un 6,8% tiene las dos. La protección es muy baja. "El efecto de la vacunación es positivo e indudable, pero con los niveles actuales, pese a que se haya inmunizado a gente vulnerable, no creo que sirva para evitar una nueva oleada", opina Domingo. El Jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), Bonaventura Clotet, pone como ejemplo a Israel, país donde más del 50% de la población ya tiene las dos dosis y donde "la pandemia se ha disminuido un 94% gracias a las vacunas" (pese a que aún hay que ver la "duración de la inmunidad").

Pero este no es el caso ni de Catalunya, ni de España, ni de Europa. "Hasta que no tengamos vacunado, como mínimo, al 60% de la población, seguiremos teniendo brotes", advierte este infectólogo, quien en paralelo defiende hacer test rápidos de antígenos dos veces por semana a toda la población para detectar asintomáticos, como hace Reino Unido. Además, otro de los problemas es que la vacuna protege en un 95% de la enfermedad grave, pero "no evita la transmisión".

"Esta es una vacuna muy buena, muy tolerable. Pero el ritmo de vacunación es decepcionante. Esta ola no la vamos a parar con la vacuna. Y ya veremos la quinta", anticipa Horcajada.

¿Hay que endurecer las restricciones?

"Por desgracia, no queda otro remedio", dice Clotet. De momento, el Govern ha anunciado este miércoles que vuelve a entrar en vigor el confinamiento comarcal en Catalunya, por lo que la población solo podrá salir de la comarca por motivos justificados. "Hay que tomar medidas que eviten estar en espacios cerrados", dice Clotet. "Las terrazas de los bares no deberían cerrar, pero los interiores sí".

En opinión de Horcajada, las medidas actuales "no son suficientes" y sí o sí se tienen que "endurecer" debido al "riesgo" de que se "saturen" las ucis. "Las restricciones de después de Navidad se notaron en febrero. Ahora hay que tomar medidas que aumenten la distancia social y reduzcan la interacción", dice este infectólogo del Hospital del Mar.

Para Domingo, la situación exigirá "medidas más drásticas". "Entiendo la fatiga, pero la gente debe entender que las restricciones evitan muertes, enfermedades graves y secuelas. En Italia están fatal. Europa está mucho peor que nosotros y van 15 días por delante de nosotros", destaca.

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