SEGUNDA OLEADA DE CORONAVIRUS

La desescalada en Catalunya, pendiente de la velocidad de contagio

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Beatriz Pérez

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Catalunya encara una semana compleja en la que, previsiblemente, comenzará a ver el impacto epidemiológico de la desescalada que, de manera progresiva, arrancó el pasado 23 de noviembre. Los efectos de las restricciones, tanto de las que se imponen como de las que se levantan, tardan entre 10 y 14 días en hacerse notar. Así, entre el jueves y el lunes de la próxima semana, según estima la Generalitat, empezará a verse este impacto, y se prevé que aumenten los contagios, ya que cuantas menos restricciones haya, más interacción social se produce.

Pero la preocupación mayor no es tanto esta como la posibilidad (real, y más teniendo en cuenta que invierno Navidades están a la vuelta de la esquina) de que la pandemia se descontrole. Por eso, a lo largo de esta desescalada, los ojos estarán puestos, sobre todo, en el índice de reproducción (o R, que indica la velocidad a la que se transmite el virus): deberá mantenerse por debajo de 1, lo cual significará que la pandemia continúa en remisión, para seguir adelante con el plan. De lo contrario, si supera el umbral de 1, el virus estará en expansión y lo más probable es que se dé marcha atrás en el levantamiento de restricciones.

El jefe de la Unidad de Seguimiento del Covid-19 en Catalunya, Jacobo Mendioroz, ha definido esta semana como "clave" para ver el impacto de la vuelta a la actividad y ha pedido "cuidado" con el cumplimiento de medidas para que "no haya un pequeño desastre". "Si no hay un cambio de tendencia importante, pasaremos al siguiente tramo de la desescalada [el lunes 7 de diciembre]", ha dicho la 'consellera' de Salut, Alba Vergés, que no obstante ha evitado garantizar, de manera inequívoca, que así vaya a ser. Este lunes, Salut ha notificado, en las últimas 24 horas, 562 nuevos contagios y 36 muertes por covid-19.

Más riesgo que en junio

Por primera vez en dos meses, el riesgo de rebrote (que indica el potencial crecimiento de la pandemia) ha bajado de 200 puntos y se ha situado en los 196, lo que significa que el riesgo de expansión del virus ha dejado de ser "muy alto" para ser "alto". Los indicadores, pese a que distan mucho de ser los idóneos, sí marcan una clara mejora con respecto a semanas anteriores, pero ojo: los datos de hoy reflejan el comportamiento del virus 15 días atrás, es decir, antes de que arrancase la desescalada.

El 19 de junio, cuando se derogó el estado de alarma, el riesgo de rebrote era de 16 puntos. El 23 de noviembre, inicio de la desescalada, de 237

Una imagen que revela la fragilidad del momento actual: el 19 de junio, cuando en Catalunya acabó el estado de alarma, el riesgo de rebrote era "bajo", de 16 puntos. El 23 de noviembre, cuando arrancó la desescalada de la segunda oleada de coronavirus, este índice, estaba en los 237 puntos: era "muy alto". Por eso la 'consellera' Vergés ha descartado avanzar cualquier decisión en relación a las reuniones navideñas, las cuales, en principio, tendrán un máximo 10 personas, tal y como se prevé en el plan de desescalada del Govern y como ha confirmado este lunes el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon.

Además, pese a que el Govern estudia que los niños menores de 14 años con computen dentro del número máximo de personas en las reuniones, Vergés ha remarcado que, de momento, no hay nada cerrado. "Si conseguimos mantener la curva actual, tendremos Navidad. Si no, no lo tendremos", ha resumido Mendioroz.

Una mejora insuficiente

"Hemos mejorado muchísimo, en comparación hace unas semanas. Pero aún tenemos una situación muy compleja: hay 458 personas en las ucis [el Govern, inicialmente, se había fijado un máximo de 300 para comenzar a desescalar]", señala Daniel López Codina, investigador del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocomsc) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). López Codina cree que, próximamente, Catalunya verá "una subida de la R", aunque desconoce de "cuánto". 

"Si sigue por debajo de 1, podremos ir avanzando. Pero, si sube de 1, estaremos en riesgo otra vez. Recomendamos seguir con la reapertura, pero sin avanzar ninguna etapa", dice. Él cree que, en caso de que suba la incidencia acumulada (que actualmente está en los 270,48 casos por 100.000 habitantes), habrá que "reaccionar rápido echando atrás medidas".

Los epidemiólogos advierten de que las bajadas de los indicadores en España no están siendo "tan acusadas" como en la primera oleada

Para el portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), Ildefonso Hernández, la incidencia sigue siendo, en toda España, "demasiado alta" y ello "favorece la transmisión". "Esta vez, las bajadas no están siendo tan acusadas como en la primera oleada. La incidencia en el país está en los 275 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Por encima de los 50 o 100, la situación es inestable", advierte.

Por eso hace un llamamiento a "reducir al máximo" la interacción social. "La población se comporta cuando percibe el riesgo. Pero, cuando percibe estímulos y hay convocatorias, tenemos problemas", dice Hernández. Cree que, si en Catalunya las reuniones por Navidad serán finalmente de 10 personas, lo ideal es que se celebren en espacios abiertos y con mascarilla y distancia física.

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