Mortalidad infantil

Dos millones de bebés nacen muertos cada año en el mundo

La ONU hace hincapié en esta cifra y avisa de que la situación puede empeorar con la pandemia

Madres y recién nacidos se amontonan en la sala de maternidad más concurrida de Filipinas en medio del brote de COVID-19 Las madres que llevan a sus bebés recién nacidos hacen cola para un chequeo dentro de la sala de maternidad del Dr. Jose Fabella Memorial Hospital, administrado por el gobierno, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Manila, Filipinas, el 18 de septiembre de 2020. REUTERS/ Eloisa López

Madres y recién nacidos se amontonan en la sala de maternidad más concurrida de Filipinas en medio del brote de COVID-19 Las madres que llevan a sus bebés recién nacidos hacen cola para un chequeo dentro de la sala de maternidad del Dr. Jose Fabella Memorial Hospital, administrado por el gobierno, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Manila, Filipinas, el 18 de septiembre de 2020. REUTERS/ Eloisa López / REUTERS/ Eloisa López

El Periódico

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Dos millones de bebés nacen muertos cada año en todo el mundo, lo que supone uno cada 16 segundos. Es una "tragedia ignorada" sobre la que ha puesto el foco este jueves un informe de la ONU que advierte de que la situación puede empeorar con la pandemia de coronavirus. Según datos del informe, en el que han participado Unicef, el Banco Mundial y la OMS, esa cifra supone para 27 países más del 2% de los nacimientos, y el 1,4% de los nacimientos registrados a escala global.

En dicho informe, para poder comparar los datos entre países, se contabilizan las muertes registradas a partir de las 28 semanas de gestación, es decir del tercer trimestre del embarazo. La llamada mortinatalidad (nacimiento del bebé muerto) hace referencia al fallecimiento de un feto viable, que se puede dar durante el embarazo o en el parto.

Mejoras lentas

Aun así, se han detectado avances lentos desde el año 2000, en el que casi 3 millones de bebés nacieron sin vida, según el primer informe que elaboraron las organizaciones sobre el tema. En los últimos 20 años, estas defunciones han caído un 2,3% por año, la mortalidad neonatal de bebés de menos de un mes ha disminuido un 2,9% cada año y la de menores de cinco años un 4,3%.

La falta de "inversiones en los servicios" que asumen el seguimiento del embarazo y del parto, y de "refuerzo del personal de enfermería y matronas" son unos de los principales inconvenientes para mejorar la situación, según explica el informe. Henrietta Fore, directora general de Unicef, declara que "más allá de las vidas perdidas, las consecuencias psicológicas y financieras son graves y duraderas para las mujeres, las familias y la sociedad".

Con un 84% de los casos, <strong>los países pobres son los más afectados</strong>, especialmente el África subsahariana y el Sureste Asiático, que agrupan tres cuartas partes de los sucesos.

Cesárea de urgencia

De media, el 40% de los fallecimientos suceden durante el parto, cifra que se incrementa a casi el 50% en el África subsahariana y en Asia central y desciende al 6% en Europa y América del Norte.

Henrietta Fore enfatiza en que estas muertes no son inevitables, puesto que pueden impedirse "con una vigilancia de calidad, con cuidados prenatales adaptados y con personal cualificado". Las causas de las defunciones pueden otorgarse a problemas de la madre como hipertensión, diabetes, enfermedades infecciosas, hemorragia, o al exceso del periodo del embarazo, a un nudo del cordón umbilical o a una malformación del feto grave.

La posibilidad de realizar una cesárea de urgencia puede decidir la suerte de un feto en dificultad, mientras que la vigilancia de la hipertensión durante el embarazo, la prevención de la malaria y el diagnóstico de la sífilis pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

Pendientes del covid-19

Sin embargo, el informe indica que la crisis sanitaria actual de covid-19 podría agravar la situación. Algunos de los motivos son el "aumento masivo de la pobreza que ha provocado la recesión mundial", y la "interrupción de los servicios de salud", ya sea por la reubicación de los profesionales a tratar a los pacientes de Covid-19 o por el miedo excesivo que tiene la población a contagiarse en un centro médico, explica Mark Hereward, director adjunto de la Unicef encargado de estadísticas.

El balance actual podría así agravarse con más de 200.000 casos adicionales en un periodo de 12 meses si no se garantizan al menos el 50% de los servicios de salud.