CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

Salut promete refuerzos en los CAP ante un otoño que "preocupa"

Un hombre se somete a una prueba del coronavirus en un CAP de Barcelona

Un hombre se somete a una prueba del coronavirus en un CAP de Barcelona / periodico

Beatriz Pérez

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<strong>Catalunya </strong>se encuentra en una situación de estabilidad con respecto a la pandemia de coronavirus. La tasa de incidencia del virus no crece y hace días que baja el riesgo de rebrote en prácticamente todo el territorio. En medio de un escenario tan cambiante como el actual, los expertos esperan ahora un mes de agosto sin sobresaltos. Pero mirar más allá del verano, es decir, fijar la vista en el próximo otoño e invierno, sí genera inquietud. "Nos preocupa, de cara al otoño e invierno, el impacto que tendrá la enfermedad. Más allá del covid-19, la demanda es altísima en el sistema sanitario durante esos meses. Nos preocupa, especialmente, en el ámbito de la atención primaria", ha dicho este jueves el director del Servei Català de la Salut (CatSalut), Adrià Comella. Por eso la Conselleria de Salut prevé reforzar para entonces los centros de atención primaria (CAP).

Los CAP, donde se están diagnosticando la mayoría de casos de covid-19, ya están viviendo en estos momentos una fuerte presión asistencial con gran parte de su personal de baja. Como Salut preveía una segunda oleada para el otoño, animó a los profesionales a coger vacaciones antes. Los rebrotes actuales, que todo parece indicar que ya se están controlando, no eran esperados. Prueba del trabajo que está recayendo este mes en los médicos y enfermeras de cabecera es el hecho de que el pasado 28 de julio la primaria atendió 12.000 consultas sospechosas de covid-19. La anterior semana, habían sido 8.000. Y hace tres, 6.000. 

En esta tesitura, Salut ya está "trabajando", de "común acuerdo" con la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic), medidas para "reforzar" los centros de atención primaria (CAP) en los próximos meses. "Es muy probable que introduzcamos nuevos perfiles para reforzar los equipos de primaria, como gestores administrativos. También queremos simplificar al máximo las tareas que no son clínicas y la próxima semana entrará en vigor una instrucción para desburocratizar la atención primaria", ha explicado Comella. La Camfic reclama, principalmente, administrativos sanitarios que descarguen al médico de cabecera de las tareas burocráticas, así como "más médicos y enfermeras de familia". Según esta sociedad médica, si en 1996 el 43% de las plazas del MIR eran de Medicina de Familia, este 2020 este porcentaje solo llegó al 28%.

Lleida demuestra que la "responsabilidad individual", sin llegar a un confinamiento total, es capaz de mantener a raya al virus, según Mendioroz

Junto a Comella se encontraban el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, y el coordinador de la Unidad del seguimiento del covid-19 en Catalunya, Jacobo Mendioroz, para analizar la situación epidemiológica de Catalunya. Según Argimon, la tasa de reproducción del covid-19 (o R, que refleja a cuántas personas puede infectar un contagiado y, por tanto, la velocidad a la que se reproduce el virus) está bajando principalmente en las ciudades más golpeadas por la pandemia. "En Barcelona, la R es de 1, pero estábamos en 1,8 la sema pasada. En L'Hospitalet de Llobregat, de 1,2 y habíamos estado a más de 2. En Lleida hemos conseguido reducir la R a 0,8. Vamos mejorando, pero no podemos bajar la guardia. Debemos hacer una movilidad responsable", ha explicado Argimon.

El epidemiólogo ha alertado de los efectos secundarios del confinamiento ("triplica las posibilidades de tener depresión o ansiedad") y, por eso, ha llamado a "evitarlo", para proteger la salud de la ciudadanía. "Solo debemos llegar a este punto cuando realmente tengamos problemas asistenciales muy importantes", ha defendido. En este sentido, Mendioroz ha señalado que el caso de Lleida, cuya situación se logró revertir sin llegar al confinamiento total, demuestra que es posible controlar la enfermedad con la "responsabilidad individual" y sin necesidad de imponer cuarentenas totales. Y también ha dicho que, en algunos países, ya se ve cómo medidas como la mascarilla, el lavado de manos y la distancia social, combaten también otros virus, por lo que ha considerado que, si se hacen las cosas bien, quizás en otoño e invierno los CAP y hospitales no notan tanto el aumento de pacientes. 

Presión asistencial

Dado que la mayor presión está recayendo en estos momentos en la atención primaria, los hospitales de Catalunya viven en estos momentos una situación de tranquilidad. Aun así, Comella ha reconocido que, en las últimas semanas, han notado un "cierto incremento" de la presión. Por ejemplo, las llamadas al 061 (sobre covid-19 y sobre otros asuntos) han subido un 18%. "Pero muchas son consultas por coronavirus", ha dicho. Las consultas en las urgencias hospitalarias han subido un 4,5%. Y, actualmente, hay 87 personas ingresadas en ucis, frente a las 65 de la semana pasada y a las 50 de la anterior. 

"No volveremos a la calma absoluta en dos semanas, pero sí a una situación mucho más controlada que hace 15 días"

Benito Almirante

— Jefe de Enfermedades Infecciosas de Vall d'Hebron

Para el Jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Benito Almirante, la "estabilización" en Barcelona y el "descenso" en Lleida indican que "las medidas [tomadas por el Govern] están siendo eficaces". "Sin ninguna duda, esto ha sido un rebrote, no una segunda oleada, con unas connotaciones de origen muy claras. Por un lado, en Lleida, ligadas a las malas condiciones en las que viven los temporeros. Y, en Barcelona, al ocio nocturno y a las reuniones familiares", señala Almirante, quien además subraya que la medida más importante en estos momentos es ofrecerles a los temporeros "condiciones de habilitalidad adecuadas" y "políticas sociales". "Deben incorporarse a la Seguridad Social, para que puedan hacer la cuarentena si caen enfermos, con los mismos beneficios".

Almirante cree también que Catalunya vivirá un mes de agosto "sin sobresaltos". "No volveremos a la calma absoluta en dos semanas, pero sí a una situación mucho más controlada que hace 15 días", opina.