MEDIDAS DE DESCONFINAMIENTO

Madrid y Barcelona se quedan en la fase 0 con cierto alivio para el comercio

Ayuso: "Madrid está preparada desde hace tiempo para pasar a la fase 1"

Isabel Díaz Ayuso, entre el presidente del PP, Pablo Casado, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, en la celebración del día de San Isidro.  / periodico

Patricia Martín

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Los españoles que aún no pueden y ansian reencontrase con sus amigos o familiares y disfrutar del sol en una terraza van a tener que esperar, al menos, una semana más. El Gobierno ha decidido que la Comunidad de Madrid, Barcelona y su área metropolitana (dividida en tres zonas sanitarias), el Baix Montseny y buena parte de Castilla y León sigan en la fase 0 a partir del lunes, si bien con menos trabas para el comercio.

Se trata de una nueva etapa en la desescalada bautizada por la ‘consellera’ Alba Vergés como fase 0.5, en la que se permite la apertura del pequeño comercio sin cita previa, los velatorios con un máximo de diez personas o la apertura de bibliotecas o museos con limitaciones de aforo. Si bien, las actividades con más riesgo de contagio de la fase 1, a la que el pasado 11 de mayo escaló media España, siguen restringidas. Por ello, en estas zonas no podrán abrir las terrazas de los bares ni se permitirán las reuniones de hasta diez personas o viajar por la provincia.

Se trata básicamente de la petición que el Govern trasladó el jueves al Ministerio de Sanidad para las tres zonas sanitarias de la región metropolitana y que ha sido aceptada. Además, Salut solicitó que pasen a la fase 1 sin restricciones -y, por tanto, se unan a Terres de l’Ebre, Camp de Tarragona y Alt Pirineu-Aran- Girona, Lleida y la Catalunya Central, así como Alt Penedès y el Garraf, en el sur, y el Baix Montseny, en el norte de Barcelona. Esta solicitud también ha sido admitida, salvo el caso del Baix Montseny, sin que el Ministerio de Sanidad haya dado muchas explicaciones respecto sobre esta área concreta.

La prudencia y la movilidad

La razón principal que llevó a la Generalitat a mantener la prudencia y pedir una fase 0.5 para Barcelona y las áreas limítrofes fue la dificultad de detectar a los nuevos infectados y sus contactos en un área densamente poblada y con gran movilidad, pero dando un respiro al comercio. Catalunya es,  de hecho,  la autonomía que más fallecidos y contagios ha notificado en los últimos días. Tiene una incidencia acumulada en las últimas 14 jornadas de 44,85 casos por 100.000 habitantes.

Por debajo, con un 38,18 de incidencia, se sitúa la Comunidad de Madrid, cuyo Ejecutivo, capitaneado por Isabel Díaz Ayuso, la presidenta regional del PP más enfrentada a Pedro Sánchez, ha tenido una actitud bien distinta. El Gobierno regional pidió pasar de fase desde el primer momento, lo que le costó el puesto a la directora de Salud Pública, Yolanda Fuentes, quien dimitió la semana pasada tras negarse a firmar la primera petición.

El enfado de Ayuso

El pasado miércoles el Ejecutivo regional presentó un nuevo informe, en el que segura que ha contratado más personal y dispone de más test para mejorar la detección y el seguimiento de los casos. Pero sus argumentos no han convencido al Ministerio de Sanidad, que ha decidido que la suerte de Barcelona y Madrid vayan de la mano en el incierto desconfinamiento. Esto provoca que en ambas regiones y buena parte de Castilla y León la llamada “nueva normalidad” y donde se permitiría viajar a segundas residencias o el turismo fuera de la provincia se prolongue, como mínimo y si no hay rebrotes, hasta el 6 de julio.

La decisión gubernamental provocó el enfado de Ayuso. La presidenta aseguró que, por culpa del Ejecutivo central, Madrid “seguirá paralizada” y se "arruinarán" los comercios. Asimismo, su equipo difundió que el Ministerio había suspendido la reunión prevista para este viernes y que se enterarían de la decisión por la rueda de prensa. Sin embargo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, negó esta versión y aseguró que había comunicado la resolución en persona al consejero de Sanidad. Asimismo, se negó a entrar en cualquier “reproche mutuo”.

A su vez, el director del centro de emergencias, Fernando Simón, reconoció que habían mantenido una “discusión importante” con Madrid pero que esta comunidad aún no tiene las capacidades de detección necesarias como para desescalar. Si bien, aseguró que la previsión es que toda España el 25 de mayo esté en fase 1 o 2.

Andalucía, Castilla-La Mancha y Valencia

De hecho, sí que han conseguido pasar a la fase 1 Málaga y Granada, en Andalucía, Toledo, Ciudad Real y Albacete, en Castilla-La Mancha, así como todo el territorio de la Comunitat Valenciana. En Castilla y León, también se ha aceptado la petición de que desescalen 42 zonas básicas, que se unen a las 26 anteriores, pero que dejan fuera las grandes ciudades.

Además, las islas de Formentera y la Cabrera, en Baleares, y las de La Graciosa, El Hierro y La Gomera, en Canarias, pasarán a la fase 2. De esta forma, cerca del 70% de la población española (32 millones de habitantes) estará en fase 1 a partir del lunes y el 30% (14 millones) seguirá fase 0.