SANIDAD PÚBLICA

La espera para una resonancia se duplica en Catalunya desde el 2010

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Beatriz Pérez

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La sanidad pública catalana, al igual que el conjunto de España, no se ha recuperado de los 'tijeretazos' aplicados por el entonces 'president' Artur Mas, de la ya extinta Convergència i Unió (CiU), en el 2010. Según la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, Catalunya fue la comunidad autónoma que más recortó en gasto social durante la crisis económica, que coincidió con el inicio del 'procés'. 

La sanidad catalana no solo no se ha recuperado, sino que se ha deteriorado. Las listas de espera para una intervención quirúrgica se han disparado en toda España, pero sobre todo en Catalunya, como señalan los datos hechos públicos el viernes por el Ministerio de Sanidad. Y también han crecido las listas de espera para pruebas diagnósticas y para consultas de especialistas. Según el Servei Català de la Salut (CatSalut), si en el 2010 había 18.214 personas aguardando a hacerse una resonancia magnética y el tiempo medio de espera era de 36 días, el pasado octubre (último mes del que se tienen datos) había 31.137 pacientes que debían esperar una media de 79 días: más del doble que nueve años atrás. 

Más indicativo que el número de pacientes que esperan para realizarse estas pruebas es el tiempo medio de espera, un número que refleja mejor cómo el sistema se ha ido ralentizando y ganando en demoras. Por ejemplo, en el 2010 había 11.529 personas esperando una media de 51 días para realizarse una colonoscopia. Pero en octubre del 2019, un total de 15.158 esperaban una media de 101 días por esta prueba, más de tres meses.

Otro ejemplo: hace nueve años 3.964 catalanes esperaban una media de 33 días para someterse a una ergometría (o "prueba de esfuerzo", que consiste en realizar ejercicio físico para valorar el pronóstico de una enfermedad coronaria). El mes pasado, 2.898 catalanes esperaban una media de 81 días para hacer esta prueba: es decir, eran menos que entonces, pero esperaban bastante más del doble que en el 2010.

También han crecido las demoras en las ecografías. Para una abdominal hay que esperar hoy en Catalunya unos 92 días (51 en el 2010); para una ginecológica hay que esperar 62 días (40 en el 2010); y para una urológica, 110 días (70 hace nueve años).

Operaciones sencillas

Lo mismo para intervenciones quirúrgicas sencillas como una extirpación de las amígdalas: en el 2010 había que esperar 128 días, mientras que hace tan solo un mes 3.490 catalanes esperaban una media de 152 días. O para una operación de varices: de los 140 días de espera del 2010 hemos pasado a los 158 de ahora (con 5.006 pacientes en espera). O para una artroscopia: 144 días de espera hace nueve años y 167 este (con 4.960 pacientes en la lista).

El desgaste también ha sido evidente durante el último año, como se ve en muchas de las listas para visitar al especialista. Se lleva la palma la espera para visitar al urólogo: una media de 197 días (más de seis meses) frente a los 148 días de noviembre del 2018. Después está la visita al traumatólogo, para el que había que esperar unos 109 días de media (casi cuatro meses) hace un mes, frente a los 90 días de media que había en noviembre del 2018. Y también la visita al oftalmólogo: 106 días de media este año frente a los 83 del pasado. En la ginecología se han pasado de los 63 a los 70 días actuales de espera media.

Menos profesionales y menos camas

Los sindicatos del sector denuncian que la menor inversión en sanidad durante estos años (en el 2010 se recortaron 1.500 millones de los cuales solo se han recuperado 500) ha traído consigo una gradual pérdida de profesionales. Desde hace nueve años se han perdido, según los mismos, 860 médicos en la atención primaria. Algunos tenían contratos puntuales que no se renovaron, en otros casos no se han cubierto las plazas de las jubilaciones y otros se han ido a otras comunidades (Aragón, València) e incluso a Europa.

La atención primaria, advierten, es la puerta de entrada del sistema. Un buen funcionamiento de la misma ayudaría al descongestionamiento de los hospitales. Sin embargo, en vez de recibir un 25% del presupuesto de sanidad, tal y como se recomienda, la atención primaria catalana recibe actualmente un 17% (en el 2010, recibía un 18,5%).

Además, en estos años, se han cerrado 1.094 camas de agudos en todos los hospitales de toda Catalunya y otras 786 en los centros sociosanitarios, pese a que, según los sindicatos, la Generalitat había prometido abrir más camas en los sociosanitarios debido al "envejecimiento poblacional" y a que la medicina había evolucionado hasta tal punto, que muchos operados no requerían de un posterior ingreso médico.

"Envejecimiento poblacional" y "nuevas técnicas diagnósticas"

Fuentes de la <strong>Conselleria de Salut</strong> justifican que el aumento del volumen de las personas en todas las listas de espera se debe al<strong> "envejecimiento poblacional"</strong> y a la "incorporación de <strong>nuevas técnicas diagnósticas</strong> y terapéuticas". Las mismas explican que el departamento ha tomado <strong>medidas, </strong>en los últimos años, como el "incremento en un 11,35%" de las intervenciones quirúrgicas entre el 2015 y el 2018, el aumento de un "21,7%" de las pruebas diagnósticas en el mismo período y el "incremento de la actividad de las consultas externas en un 1%". También aseguran que "desde el CatSalut se vela por que las pruebas y las intervenciones quirúrgicas se hagan en los<strong> tiempos de espera garantizados y de referencia".</strong>