Riesgo sanitario

La detección de bacterias en el agua obliga a cerrar varias playas valencianas

La presencia de la Escherichia Coli proviene de las acequias en la zona de huertos que vierten residuos al mar

Playa de la Malvarrosa, una de las zonas costeras que se han cerrado por presencia de bacterias

Playa de la Malvarrosa, una de las zonas costeras que se han cerrado por presencia de bacterias / periodico

Agencias

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Las playas de Massamagrell y el Puig (Valencia) se encuentran cerradas al baño por superarse los niveles permitidos de la bacteria Escherichia coli, presente en el intestino, las heces y la orina.

Según han indicado fuentes de la dirección general de Aguas de la Generalitat Valenciana, el origen de la presencia de esta bacteria en las playas sería un "problema de acequias", relacionado con los residuos que llegan al mar a través de 20 acequias situadas entre València y Sagunto, y procedentes de casas diseminadas que no cuentan con redes de alcantarillado.

En las últimas semanas, han sido varios los episodios de presencia de bacterias que han obligado a cerrar playas en el entorno de la ciudad de València. De hecho, este jueves se tuvieron que cerrar las playas de la Malva-rosa y la Devesa de València por esta misma cuestión y durante el mes de junio también se han cerrado playas en municipios como Alboraia.

El pasado viernes, la Conselleria anunció que había intensificado las pruebas para detectar el origen de los vertidos que provocaron el cierre de las playas de Malva-rosa y Devesa. Desde la Generalitat tienen previstos 4.000 muestreos.

Sin control en las huertas

El director general de Aguas de la Generalitat, Manuel Aldeguer, ha asegurado que el problema procede de "muchas viviendas" diseminadas por zonas de huerta de municipios situados entre la capital valenciana y Sagunto, donde hay una veintena de acequias que van directamente al mar o a barrancos.

"En estas zonas de huerta hay una agricultura muy potente y tradicionalmente muchos de los agricultores han vivido en el campo en casas que tienen conectadas su salida de aguas negras a las acequias", ha indicado.

Aunque los distintos ayuntamientos han ido colocando redes de alcantarillado y desconectando las acequias para que los residuos no vayan a ellas "aún quedan muchas casas conectadas a ellas, y cuando abren las compuertas el agua va directamente a la playa o al barranco", ha explicado.

"Es un volumen de agua reducido que suele tener una contaminación de E. Coli superior a la que tiene el agua de riego porque hay vertidos fecales de viviendas", ha explicado.

Según Aldeguer, no se puede hablar "del punto de vertido, sino de los puntos de vertido" y son "vertidos puntuales, cortos y que no tienen una contaminación muy elevada, pero si en ese momento se ha tomado una muestra de la playa podemos encontrar la bacteria".

Proyectos de futuro

"No se trata de depurar el agua de la acequia, se trata de desconectar las viviendas que están conectadas a las acequias y conectarlas a una red de alcantarillado para que el agua llegue a la depuradora", ha señalado Aldeguer para matizar que "no se trata de un problema de las depuradoras ni de los barcos".

En este sentido, está previsto iniciar desde la Dirección General "gestiones con los ayuntamientos para ofrecerles colaboración técnica y económica para llegar al máximo de viviendas, porque sabemos que al 100 % no podremos llegar".

Preguntado si se tienen contabilizadas las viviendas que vierten sus residuos a las acequias, el director general ha respondido que son "muchas" y están "diseminadas por la huerta desde kilómetros arriba".

"Es más cómodo hacer un agujero a la acequia y verter allí los residuos, algo que se hace desde tiempo inmemorial", ha indicado Aldeguer.

"En el momento en que desaparece la bacteria, algo que sucede muy rápido porque dura de 2 a 4 horas, no tiene por qué permanecer la playa cerrada", explicó Aldeguer.