AYUDA PSICOONCOLÓGICA

Sant Pau abre un centro de apoyo emocional a pacientes con cáncer

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Beatriz Pérez

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Un espacio protector, amable y sin referencias a los hospitales o a cuestiones de salud ofrecerá asistencia psicológica a pacientes con cáncer, tanto si lo tienen en el presente como si han pasado por uno. También a sus familiares. Es la Fundació Kàlida, un servicio gratuito del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) que, ubicado en el Recinto Modernista, echó a andar la semana pasada. La nueva entidad, financiada gracias a donaciones privadas, estima recibir entre 10.000 y 15.000 visitas por año.

"Kàlida pretende llenar un hueco del que no pueden hacerse cargo las instituciones sanitarias: ofrecer información psicoemocional, social y práctica a pacientes oncológicos", señala Agustí Barnadas, director del servicio de Oncología del Hospital de Sant Pau. "El impacto del diagnóstico [en los casos de cáncer] puede influir en la supervivencia de los pacientes", agrega.

La Fundació Kàlida está justo al lado del hospital, pero su espacio es mucho más acogedor: el edificio ha estado diseñado por la arquitecta Benedetta Tagliabue y el interior del mismo, por la también arquitecta Patricia Urquiola. Salas de estar, una cocina donde tomar café o comer, sillones e incluso una terraza con jardín son algunas de las comodidades de las que dispone este nuevo centro al que podrán acceder libremente los pacientes mayores de edad, sin importar en qué hospital estén siendo tratados de la enfermedad.

Los niños seguirán siendo atendidos en la Fundació d'Oncologia Infantil Enriqueta Villavecchia (también en el recinto modernista de Sant Pau), aunque los padres y madres de estos menores sí pueden acudir a Kàlida.

Sin cita previa

A Kàlida pueden acceder todas las personas afectadas por cáncer (directa o indirectamente) que necesite ayude sin cita previa, de lunes a viernes de 8.30 a 17.30 horas. "Cualquiera que venga será atendido por una enfermera que hará una valoración", cuenta Sara García, psicooncóloga y coordinadora del centro. "Muchas personas vienen a explicar las desazones que sienten por temas físicos, como la caída del pelo. Otras, también, para participar en el taller de nutrición o en las sesiones de relajación". En la semana que lleva abierta, Kàlida ha recibido unas 60 visitas diarias.

Kàlida ofrece tanto actividades grupales como individuales. Por ejemplo, talleres como 'Estic de baixa', para que el paciente conozca los recursos a los que puede acceder en este periodo de su vida. También cursos de 'mindfulness' (o meditación). Este nuevo, además, centro posibilita las relaciones sociales entre los pacientes. "Cuando llega una persona, la escuchamos para saber qué le ocurre. Y, gracias a este espacio, se siente como en casa. 17 voluntarios nos dan apoyo".

El modelo 'Maggie's'

"Nuestra vocación es abrir centros como este en toda Catalunya y España", señala Joan Reventós, director de Kàlida. Como relata Reventós, esta fundación se ha inspirado en la organización escocesa Maggie's, constituida en 1995 y pionera en la asistencia psicológica integral a personas con cáncer. Los centros 'Maggie's', construidos dentro de los recintos de hospitales públicos, disponen de personal altamente cualificado que ofrece un programa con evidencia demostrada para complementar el tratamiento médico.

El modelo 'Maggie's' está reconocido por el Departament de Salud del Reino Unido como 'best practice'. Cada centro sigue la visión sobre el cuidado de las personas con cáncer de Maggie Keswick Jencks. Paisajista, escritora y artista, Maggie, que vivió dos años con cáncer avanzado, sostenía que los pacientes necesitan información, apoyo psicológico y la oportunidad de conocer a otras personas en circunstancias similares.

El Hospital de Sant Pau diagnostica al año unos 3.500 casos nuevos de cáncer. Actualmente, en torno a unas 25.000 personas (con la enfermedad o ya sin ella) están siendo supervisadas por el centro.