INFECCIÓN BACTERIANA

La tuberculosis disminuye lentamente en Catalunya, pero no se erradica

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Beatriz Pérez

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En Catalunya hubo un total de 1.001 casos de tuberculosis en el 2017, el último año del que la Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspcat) dispone de datos. La tasa disminuyó en un 0,8% con respecto de la del año anterior. Esta infección bacteriana, que se transmite a través del aire y que suele atacar los pulmones, se reduce lentamente cada año en Catalunya, pero sin embargo no logra erradicarse, entre otros motivos porque sigue siendo la cuarta causa de mortalidad en un mundo cada vez más global, con cada vez más movimientos de personas.

La tuberculosis es, además, una enfermedad directamente relacionada con la pobreza. En Barcelona, por ejemplo, Ciutat Vella hay tres veces más casos de infección que en Sarrià-Sant Gervasi: en el 2016, Ciutat Vella vivió 43 casos por cada 10.000 habitantes, mientras que Sarrià-Sant Gervasi, 14 por cada 10.000 habitantes. La tuberculosis, una enfermedad desconocida para gran parte de los ciudadanos de Occidente, está sin embargo presente en todos los países en vías de desarrollo.

"En Barcelona, la tuberculosis ha ido disminuyendo desde los años 90. Fue más intensa cuando el VIH estaba en auge, porque el virus del sida favorece esta enfermedad. Aquí, desde el 2000, se quedó estancada y en los últimos tres o cuatro años vemos que disminuye un 1% al año", dice Àngels Orcau, experta del Servei d'Epidemiologia de la Agència de Salut Pública de Barcelona (Aspb).

Bajada en Barcelona

Los últimos datos de la Aspb apuntan a que en la capital catalana se registraron el año pasado 256 casos de tuberculosis (un 15,8 casos por cada 100.000 habitantes), frente a los 267 (16,6 por cada 100.000 habitantes) que hubo en el 2017. Con esta "leve bajada" (de un 0,8, como en Catalunya), Barcelona se está aproximando a las incidencias que tienen la mayoría de ciudades europeas.

En Barcelona, la tuberculosis fue más intensa durante los 90, debido al VIH. Desde el 2000, está estancada

La Aspb cuenta con enfermeras que realizan el "seguimiento" de los pacientes infectados de tuberculosis, los cuales deben seguir un tratamiento de entre seis y 18 meses. La agencia también censa a todas aquellas personas que han tenido contacto con el paciente, a quienes se les hace la prueba cutánea de la tuberculina, que consiste en inyectar en la piel del brazo una pequeña cantidad de líquido llamada tuberculina. Si hay una reacción alérgica, es que la persona está infectada. "Los casos que tenemos en la Aspb los curamos", sostiene Orcau.

Los síntomas

La tuberculosis puede atacar a los pulmones, a los riñones, a la columna vertebral y al cerebro. La tuberculosis pulmonar, que es la más frecuente tiene como síntomas una tos de más de tres semanas de duración que no se cura ni con antibióticos, pérdida de peso e incluso fiebre. Catalunya cuenta con el centro Serveis Clínics, concertado con el Servei Català de la Salut (CatSalut), que atiende a los pacientes con tuberculosis cuando estos no pueden seguir el tratamiento en su domicilio.

"La tuberculosis no tiene una vacuna eficaz. La vacuna está recomendada solo en aquellos países tan pobres, que no tienen otra opción. Pero la vacuna no tiene ninguna influencia en la disminución de la enfermedad a escala global", dice esta experta del Servei d'Epidemiologia de la Aspb. Por eso, de manera estándar, se trata combinando cuatro fármacos durante dos meses, seguido de cuatro meses con dos fármacos. "Cada enfermo debe seguir un tratamiento individualizado llevado por especialistas", dice Orcau.