Un total de 218 personas han tenido impétigo en Catalunya desde septiembre

La Xarxa de Vigilància Epidemiològica de Catalunya (XVEC) ha registrado desde el 1 de septiembre y hasta el 9 de noviembre un total de 41 brotes de impétigo en Catalunya, la mayoría en colegios, con un total de 218 personas afectadas, la mayoría escolares.

Los datos los ha facilitado la secretaria general del Conselleria de Salut de la Generalitat, Laura Pelay, en una respuesta parlamentaria a una pregunta formulada por la diputada del PSC Assumpta Escarp sobre las medidas adoptadas por la Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspb) ante los brotes de impétigo detectados en diferentes centros escolares catalanes.

En su respuesta, Pelay recuerda que el impétigo no es una enfermedad de declaración obligatoria, pero que se han notificado un total de 41 brotes desde el 1 de septiembre a la XVEC, de los que 29 han ocurrido en escuelas de la ciudad de Barcelona, con 159 personas afectadas. Además de los brotes detectados en la ciudad de Barcelona, se han notificado desde el 1 de septiembre otros 12 en otras zonas de Catalunya, con otros 59 afectados.

Sin "vínculos epidemiológicos"

Pelay también ha informado de que algunos de los brotes identificados en Barcelona desde septiembre están relacionados con la bacteria 'Staphyloccocus aureus' y otros con la 'Streptococcus pyogenes', y que tanto la distribución geográfica como la información recogida en las diferentes investigaciones "no demuestra ningún vínculo epidemiológico entre los diferentes brotes". Por tanto, según la Conselleria de Salut, no se trata de un solo brote de impétigo, sino "de diferentes brotes que se han originado por separado". 

El impétigo es una infección bacteriana superficial y localizada de la piel, de carácter leve, muy contagiosa y frecuente especialmente en niños entre 2 y 5 años, aunque pueden resultar afectadas personas de todas las edades. Su incidencia se incrementa en verano, y también a principios del otoño, dado que se ve favorecida por el calor y la humedad.

Es una infección que se contagia por contacto directo con las lesiones de la piel, o indirecto a partir de objetos o ropa compartida (toallas o material deportivo). En general, responde bien al tratamiento y suele ser suficiente seguir un tratamiento antibiótico local para curar la infección en entre 7 y 10 días, aunque a veces se requiere tratamiento oral, especialmente si las lesiones son más extensas.