SANIDAD PÚBLICA CATALANA

Médicos de primaria explican por qué hacen huelga en los CAP: "Esto es insostenible"

Médicos en huelga

Cinco médicos y un enfermero de la sanidad primaria explican por qué harán huelga. / periodico

Beatriz Pérez

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Los médicos y médicas catalanes de la atención primaria irán a huelga del lunes 26 de noviembre al viernes 30. Ni siquiera la propuesta hecha el miércoles por parte del Institut Català de la Salut (ICS) de incorporar 200 médicos de familia más los ha disuadido. La huelga sigue en pie y puede ser histórica: cinco días nada menos. A ella están llamados unos 5.700 médicos de cabecera, pediatras, odontológos y ginecólogos de los 957 centros de atención primaria (CAP) y consultorios locales del ICS, así como otros 10.000 facultativos de la sanidad concertada. Convocada por el sindicato Metges de Catalunya (MC), todo apunta a que el seguimiento será masivo. Por su parte, CGT y la plataforma Rebel·lió Primària han convocado otra huelga para los mismos días para la que, además de a los médicos, llaman a enfemeras y administrativos de primaria.

Los profesionales de la atención primaria catalana claman contra los recortes, aún sin revertir, del año del 2010. Denuncian carencia de profesionales (hacen falta 920 médicos de familia más, dicen), sobrecarga de trabajo, malas condiciones laborales y lo peor de todo: la sensación de que todo esto puede acabar repercutiendo (si no lo está haciendo ya) en la salud de la población. La atención primaria es la auténtica puerta de entrada del sistema de salud. Además, facilita el acceso a la sanidad de la población y resuelve un alto porcentaje de problemas de salud dentro del sistema sanitario. Es mucho lo que está en juego.

Tamara Sancho: "La mayor parte del presupuesto de Salut va para los hospitales"

"Porque la situación que tenemos en la atención primaria es insostenible". Este es el motivo principal por el que Tamara Sancho, de 56 años y médica de familia en el CAP Can Vidalet (Esplugues de Llobregat), irá a la huelga de la próxima semana. Asegura que esta insostenibilidad se agudizó "sobre todo" desde los recortes del 2010 que fueron aplicados por la entonces Convergència i Unió (CiU) de Artur Mas. "La atención primaria solo recibió en el 2017 un 16,9% del presupuesto de Salut. Según la OMS, lo idóneo debería ser un 25%. La mayor parte del presupuesto de la 'conselleria' va para los hospitales", explica esta médica miembro del colectivo Rebel·lió Primària.

Sancho recuerda que los CAP atienden a una población "cada vez más envejecida" y que, además, los centros de atención primaria realizan cada vez más técnicas que antes se hacían en hospitales, como el control de anticoagulantes, la crioterapia o las infiltraciones, entre otros. "Estamos asumiendo nosotros los pacientes crónicos que antes iban a hospitales", denuncia la médica. "Y la complejidad de las patologías que presentan son mayores. Asumir esta complejidad nos gusta porque somos capaces, pero necesitamos más recursos", añade. En la mayoría de los centros de atención primaria no se sustituyen las bajas laborales o los permisos, algo que sobrecarga de trabajo del resto de la plantilla. "En ocasiones tampoco se sustituyen las jubilaciones que estaban previstas. En mi CAP han estado cinco meses sin sustituir a una compañera que se había jubilado. Todo esto genera desánimo y pérdida de ilusión", relata Sancho.

Ella está acostumbrada a tener unas 38 visitas diarias (Metges de Catalunya pide limitarlas a 28), lo cual le impide destinar un mínimo de 10 minutos con cada paciente. "Es muy habitual que tengamos más de un paciente en una misma hora y minuto. Además, mucha gente no viene a la consulta por un solo motivo, sino por varios". Sancho finaliza recordando la importancia de la atención primaria: "Existen evidencias científicas de que los índices de calidad en salud de la población mejoran con una atención primaria fuerte y eficaz".

Roberto Mourelle: "La mala atención primaria aumenta la mortalidad"

El médico de familia Roberto Mourelle, de 40 años, trabaja en el CAP Poblenou de Barcelona. Mourelle está en proceso de traslado al País Vasco, de donde es originario, y es posible que pronto se despida de la sanidad catalana, en la que ha trabajado durante 14 años. La conoce bien. La próxima semana se solidarizará con la situación que viven ambulatorios como el suyo. Y dice más: "Esta huelga llega tarde". Según él, el sistema "no invierte" en atención primaria, que adolece de falta de recursos y que sufre un problema "de base y endémico".

Para Mourelle uno de los problemas principales es el "déficit de personal", que se mezcla con el "incremento" de la población. "En toda Catalunya faltan unos 900 médicos de familia. Y, además, el sueldo del médico catalán es bajo comparado con otras zonas de España, por eso la gente no quiere venir aquí. Porque el nivel de vida de Barcelona es de los más altos. Un médico de familia de un CAP cobra unos 1.700 euros al acabar el MIR". Por eso para él esta huelga debe servir, además, para reclamar mejoras laborales.

También hay otro problema. "Muchos pacientes van a las Urgencias porque las listas de espera son muy largas", asegura. En el CAP del Poblenou, por ejemplo, hay unas listas de espera de entre tres y cuatro semanas.

Mourelle lanza una crítica: "El sistema sanitario está muy centrado en los hospitales. La atención primaria atiende al 80% de la población pero solo recibe un 16,9% del presupuesto". Y también advierte sobre un asunto nada desdeñable: cómo esta situación repercute en la salud de la población. "Está demostrado que una mala atención primaria aumenta la mortalidad. Ojo –matiza-, si el paciente tiene algo grave, como un infarto, un ictus o un tumor, la atención es muy buena. Pero desde la atención primaria trabajamos la prevención y revertir malos hábitos, algo que afecta a la calidad de vida de las personas. Por eso una buena atención primaria, con el paso de los años, puede ahorrarle al Estado millones".

Quisqueya Province: "Aguantamos todo porque nuestra profesión es vocacional"

En el CAP La Mina una facultativa ha llegado a ver a 50 pacientes en una sola mañana. Lo cuenta Quisqueya Province, de 29 años y médica interina residente (MIR) en este centro. Un día a la semana esta joven trabaja en las Urgencias del CAP La Mina, en Barcelona. "La demanda del paciente ha aumentado porque ha cambiado el concepto de lo que es una enfermedad urgente. Alguna gente va a Urgencias por cualquier cosa. Están colapsadas", cuenta. Como explica, los ambulatorios, con los médicos de cabecera al frente, son el "punto más accesible" del sistema de salud. Especialmente para las clases bajas. "Cuanto menor nivel socioeconómico tiene una población, mayor demanda hace de los CAP. El de La Mina, por ejemplo, está colapsado", relata. Además, existen otros factores: "Las empresas exigen a sus trabajadores un justificante médico para darles la baja. Esto supone una visita más. Y contribuye a ahogar un sistema ya deficiente".

Province, que entró a trabajar hace tres años, asegura que mientras estudiaba no tenía "ni idea" de la situación de colapso que vive la atención primaria en Catalunya. "Ha ido aumentando exponencialmente. Mis compañeros me dicen: 'Esto antes no era así", dice. En palabras de esta médica de cabecera, "la calidad de la atención primaria se está manteniendo a costa de la salud mental" de los profesionales. "Trabajamos de una manera increíble. Aguantamos todo porque nuestra profesión es vocacional,", afirma. Aun así, reconoce que, debido a los recortes, "no se está manteniendo la calidad asistencial" que al colectivo le gustaría. La situación empuja a muchos médicos de primaria a marcharse de Catalunya. "Yo misma estoy mirando ofertas de empleo en Francia, allí el salario es mayor y tienes un mínimo de 15 minutos por paciente. Sin embargo, el MIR lo intentamos hacer siempre en España porque la formación es muy buena y eso se aprecia en otros países", concluye.

Elio Conesa: "La enfermería de primaria también está colapsada"

Elio Conesa, de 56 años, es enfermero en el CAP Molí Nou de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y la próxima semana se unirá a la huelga a la que CGT y Rebel·lió Primaria han convocado a todos los profesionales (médicos, enfermeras, administrativos) de los CAP. "No solo los médicos de los centros de atención primaria padecen esta situación. También el resto del personal", asegura Conesa, delegado sindical de CGT. "Yo, como enfermero, puedo tener al día unas 30 visitas. Y no hay sustituciones si falta alguien. La faena recae en los compañeros y todo esto repercute también en las listas de espera". A todo esto se suma un aparato informático con frecuencia desfasado que ralentiza todo el trabajo.

La tarde en la que Conesa hablaba con EL PERIÓDICO, por ejemplo, solo estaban trabajando dos enfermeras de las cuatro que tiene el CAP Molí Nou, que da cobertura a unas 20.000 personas. "Y esto es cada día. La situación repercute en la atención del paciente. En enfermería solemos tener una demora de una hora". Reconoce que hay un problema de personal. "Es el tiempo. Nos falta tiempo", cuenta. Además, asegura, el colectivo de las enfermeras a menudo atiende "pequeñas visitas esporádicas" entre las visitas programadas, lo cual aumenta también la sobrecarga de trabajo.

"Vivimos lo mismo que los médicos, pero la enfermería se ve aún más agravada por el número de visitas inasumibles", denuncia este enfermero que lleva 30 años trabajando en el ICS. También pide que se respete la especialidad de enfermería de familia y que, por tanto, el ICS deje de hacer convocatorias de plazas conjuntas para enfermería. "Hay que diferenciar las convocatorias de plazas de enfermería para atención primaria de las convocatorios de enfemería hospitalaria".

Elena Bartolozzi: "¿Nuestro principal problema? El agotamiento mental"

"Hago huelga porque esto es insostenible. Hemos ido resistiendo por eso de que somos la puerta de entrada del sistema de salud, pero ya no podemos más". Lo dice la médica de familia del CAP Ramon Turró Elena Bartolozzi, de 49 años. Además de los mencionados por sus colegas, Bartolozzi señala un problema al que se tienen que enfrentar en su profesión: el sistema informático del ordenador, que es "muy complejo y poco intuitivo". "No es ágil para la consulta del día a día. Perdemos tiempo registrando cosas que no son importantes", dice. "¿Nuestro principal problema? El agotamiento mental".

En el CAP Ramon Turró hay seis médicos de baja. Solo dos están sustituidos, y de manera parcial. "Mi sensación continua es que no puedo más. Todos los días salgo a la sala de espera y siento esto. Y a el estrés de ir siempre apurada de tiempo se suma la preocupación de equivocarte". Esta médica explica que la "complejidad" de los pacientes lleva a que muchas visitas requieran de, al menos, 30 minutos. "Pero no tenemos tiempo para pensar. Cada día te dices: 'Espero que no me haya equivocado'". Bartolozzi critica que el ICS haya obligado al personal a aumentar el número de visitas no presenciales (las telefónicas, virtuales o a través del e-mail). "Se ha potenciado esta medida como manera de reducir las listas". Pero, para ella, no es la manera.

Esta médica participó en la huelga del 2008. Entonces la atención primaria se movilizó contra la sobrecarga de trabajo, el colapso de las consultas y por una mejora asistencial. "Aquellas reivindicaciones eran muy parecidas a las de ahora. Parecía imposible que pudiéramos ir a peor". Y señala el último de los males: "No tenemos tiempo de formarnos". Algo imprescindible en la profesión médica.

Albert Planes: "El médico y enfermera de familia son los únicos que tienen una visión global del paciente"

Albert Planes, de 62 años, es médico de familia en el CAP Santa Eugènia de Berga, en el municipio barcelonés del mismo nombre. Es un centro de primaria rural. "Vivimos una gran dejadez desde hace años", dice Planes. "Es verdad que los recortes los sufrió todo el sistema sanitario en general, pero mucho más la atención primaria", añade. "En mi CAP, por ejemplo, debido a que es rural, tenemos que hacer turnos para cubrir la atención continuada y urgente. Antes esas horas se nos pagaban como extra, pero hace tiempo que ya no".

Planes relata que recientemente, en este centro, un médico sufrió un problema de salud y no pudo incorporarse tras sus vacaciones. No había nadie que pudiera sustituir al facultativo que empezaba su descanso y que ya tenía comprados los billetes para ir al extranjero. "Tuvimos que llamar a médicos de otros consultorios para que hicieran la sustitución. Esto demuestra lo difícil que es todo cuando hay un imprevisto. Nunca tenemos sustituciones por enfermedad, embarazo, formación... Así, el exceso de trabajo recae en el resto de profesionales". La Administración, explica Planes, "se excusa con que no hay suficientes médicos", pero la realidad es que "España tiene médicos suficientes, pero se van al extranjero porque las condiciones no son las correctas". "A la atención primaria la tratan como si fuera la Cenicienta del sistema".

La característica principal (y, a la vez, punto fuerte) de la atención primaria es su principio de longitudinalidad mediante el cual un mismo médico y enfermera atienden al paciente a lo largo de toda su vida. "El sistema sanitario es mucho más eficiente cuando la atención primaria es potente. El médico y la enfermera de familia son los únicos que tienen una visión global del paciente. Una persona no es un hígado o un pulmón, es el conjunto de todo esto. Y por eso me gusta decir que nosotros somos especialistas en personas".

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