Francia investiga 18 casos de malformación infantil en una región

La Agencia de Salud Pública francesa abrirá una investigación a nivel nacional sobre malformación infantil a raíz de los casos de bebés nacidos sin manos o brazos detectados entre el año 2000 y el 2014 en el departamento de Ain, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes fronteriza con Suiza.

La ministra de Sanidad, Agnes Buzyn, ha confirmado este miércoles la existencia de 11 nuevos casos de niños nacidos con alguna anomalía en los miembros superiores, que se suman a los siete confirmados a principios del mes de octubre.

El Gobierno comenzó a analizar hace unas semanas los datos recogidos durante 15 años en las bases de datos de los hospitales de Ain, la zona más afectada, pero también del departamento del Loira-Atlántico y de Bretaña, aunque estos últimos arrojan datos que no exceden la media nacional. Esa investigación inicial de la agencia sanitaria ha permitido detectar 11 nuevos casos en Ain.

Revisar los informes

 “Habrá que volver a revisar los informes y ver dónde se desarrolló el embarazo, porque estamos hablando de casos de hace 10 o 14 años. La investigación no ha hecho más que empezar”, declaró la ministra en la televisión BFM.  

En los siete casos confirmados hasta ahora, la investigación llevada a cabo en colaboración con las familias afectadas no ha permitido encontrar una causa común a todas ellas.

A las familias se les ha pedido rellenar un exhaustivo cuestionario sobre sus hábitos alimenticios, el tipo de medicación que tenían y si vivían cerca de campos donde se usaban regularmente pesticidas en el momento del embarazo. El Gobierno no descarta ninguna hipótesis sobre el origen de las deformidades.

No cerrar ninguna pista

“No podemos cerrar ninguna pista. Puede ser una pista medioambiental, puede ser lo que han comido, lo que han bebido o lo que han respirado. Hoy no se sabe”, admitió Buzyn.  Por su parte, el director general de la Agencia de Salud Pública encargada de la investigación, François Bourdillon, aseguró en ‘Le Parisien’ que se verificarán todos los casos sospechosos.

“Los registros médicos aluden a malformaciones de los miembros superiores pero hay que asegurarse de que se trata efectivamente de agenesia”, explicó.

Además, se revisarán los protocolos aplicados por el organismo encargado de registrar los casos de malformación congénita en el departamento afectado porque las autoridades sanitarias sospechan que no aplica el suficiente rigor a la hora de contabilizar y comunicar su número real.

Está previsto que a finales de enero se conozcan los primeros datos de las pesquisas. En ese momento se podrá cuantificar el número de malformaciones respecto al de nacimientos en cada departamento y si hay una incidencia mayor en determinadas regiones. En Francia se registran anualmente 150 casos de malformaciones.

Hasta ahora, la malformación estaba ligada a causas congénitas por problemas uterinos o ingesta de determinados fármacos, pero estudios recientes muestran que agricultores expuestos a los pesticidas desarrollaban posteriormente la enfermedad de Parkinson. “Estos casos de malformación infantil exige que miremos con lupa el eventual impacto de los pesticidas sobre las mujeres embarazadas”, agregó el responsable de la agencia sanitaria.