Boi Ruiz se incorpora a la empresa que dirige los hospitales privatizados en Valencia
Boi Ruiz, 'exconseller' de Salut durante las dos legislaturas en que Artur Mas presidió la Generalitat, entre el 2010 y el 2016, se ha incorporado al consejo de administración del grupo Ribera Salud, empresa concesionaria de los cuatro hospitales de Valencia que fueron privatizados por el Gobierno autonómico de Francisco Camps (PP), tras pertenecer a la red de centros públicos. Ruiz fue el ejecutor de los más graves recortes presupuestarios aplicados a la sanidad pública de Catalunya desde que esta competencia le fue transferida a la Generalitat, en 1981.
Esos recortes, diseñados por el president Mas, eliminaron 1.500 millones de euros del presupuesto anual del departamento de Salut, de los que en el 2017 se revirtieron 400, una cantidad insuficiente para recuperar los salarios del personal, que ha perdido un 25% de sueldo. Tampoco ha permitido renovar tecnológicamente los centros, ni dotar del persobnal suficiente a los centros de asistenciaprimaria (CAP) y hospitales públicos, diezmados de profesionales a consecuencia de los recortes. El paso de Boi Ruiz por Salut inició un deterioro asistencial que nunca se ha recuperado.
En los tribunales
Ribera Salud gestiona el Hospital de Alzira (Ribera Alta), el de Dènia (Marina Alta), el de Torrevella (Baix Segura) y el de Elx (Baix Vinalopó), así como el laboratorio clínico central de Madrid. El grupo también ha incorporado al exsecretario de Estado para la salud del Reino Unido, Alan Milburg, que formó parte del Gobierno de Toni Blair. Estas incorporaciones, ha informado Ribera Salud, responden a la intención de "continuar los planes de expansión de la compañía".
La inclusión de Boi Ruiz en el equipo directivo del grupo se produce un mes y medio antes de que venza la concesión por la que el Hospital de Alzira pasó a ser dirigido y gestionado por Ribera Salud, un contrato que el actual Gobierno de la Generalitat Valenciana ha asegurado que no renovará. La reversión del Hospital de Alzira a la red pública ha sido denunciada judicialment por Ribera Salud.
La población atendida en los hospitales valencianos dirigidos por Ribera Salud dispone de tarjeta sanitaria pública. La Generalitat financia dicha asistencia por medio de presupuestoa anuales cerrados, que la compañía privada administra según cree conveniente: Ribera Salut contrata a su personal, dota de tecnología a los centros y traza sus planes asistenciales, sin perder la perspectiva del beneficio económico que es su motivo de negocio.
Ese régimen de actuación difiere sustancialmente del que caracteriza a los centros concertados vigentes en Catalunya, en concreto, 54 hospitales públicos y 145 centros de asistencia primaria (CAP). En este caso, se trata de hospitales que, salvo dos excepciones [Hospital de Sant Joan de Déu y Mútua de Terrassa], pertenecen a entidades públicas o fundaciones sin ánimo de lucro. Conciertan con el Servei Català de la Salut (CatSalut) el 100% de la asistencia que ofrecen a población dotada de tarjeta sanitaria pública, y están sujetos a anuales contratos de actividad. Los centros concertados rinden cuentas ante la Generalitat, que preside sus consejos de administración, paga al personal y repone tecnología. No generan beneficios.
Gestor privado
Boi Ruiz, médico de formación, dirigió la Unió Catalana d'Hospital, patronal sanitaria privada, antes de ser 'conseller' de Salut. En la actualidad dirige la cátedra de gestión sanitaria y políticas de salud, es profesor de la Universitat Internacional de Catalunya y preside la consultora internacional Know How Advisers, de la que fue fundacor, con sede en Barcelona.
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