DESDE EL PASADO JULIO

Una autopsia: 100 receptores de tejidos

El programa de donaciones del Instituto Forense de Catalunya suministra el 10% de la demanda para trasplantes

Institut de Medicina Legal i Ciencies Forenses de Catalunya

Institut de Medicina Legal i Ciencies Forenses de Catalunya / periodico

Antonio Madridejos

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La piel, los huesos, las arterias y los tendones de las personas fallecidas en accidentes violentos, en la soledad del domicilio o en cualquier otra circunstancia que requiera la realización de una autopsia son una fuente excepcional para trasplantes, tanto en calidad como en disponibilidad, según muestra un programa puesto en marcha por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya (IMLCFC). "Un solo donante de tejidos puede ayudar a un centenar de personas", resume Esteve Trias, el director del Banco de Sangre y Tejidos.

Desde que el pasado julio amplió el programa de cesión de córneas a los tejidos en general, el IMLCFC ya aporta el 10% de las donaciones de este tipo en Catalunya, solo superado por los hospitales Vall d'Hebron y Clínic de Barcelona. "El resultado ha sido muy exitoso, con más de 40 donantes", destaca Patrícia Gomà, secretaria de Relaciones con la Administración de Justicia.

En el IMLCFC se realizan anualmente unas 2.500 autopsias, de las que un 20% permiten la extracción de tejidos (entre otros factores, depende del estado de conservación del cadáver y de las posibles enfermedades del donante). Además, se ha de contar con el visto bueno del juzgado y con el lógico beneplácito de las familias, aunque el altruismo "es superior incluso que en los fallecidos en los hospitales", dice Trias. "Estamos dando una segunda oportunidad a personas que requieren un trasplante", añade.

Aplicaciones muy diversas

Como explica Trias, la piel obtenida puede ayudar mediante injertos a personas ingresadas en las unidades de quemados; los tejidos cardiacos se han empleado para neonatos con malformaciones, y el tejido óseo se utiliza con profusión en operaciones de menisco, lesiones agudas de cartílago y prótesis variadas.

Para que los cadáveres que le llegan puedan ser útiles, el Instituto Forense ha tenido que habilitar una sala de autopsias como quirófano especializado y ha firmado un convenio de colaboración con el Banco de Sangre y Tejidos, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y el Servei Català de la Salut (SCS). 

Gente joven, tejidos en buen estado

Los fallecidos cuyos cadáveres llegan al IMLCFC, muchos de ellos víctimas de accidentes de tráfico o traumatismos variados, son de media bastante más jovenes que los procedentes de hospitales, un detalle capital para que los tejidos donados puedan ser aprovechados. La edad es un factor importante en el deterioro, especialmente en huesos muy demandados como el menisco o en los cartílagos. "Es gente que en principio tenía un buen estado de salud. En definitiva, el donante óptimo", explica Gomà.

Georgina vuelve a caminar y a sonreír

Una de las beneficiarias de las donaciones ha participado esta mañana en el acto de presentación de los resultados. Georgina Serrano, que ahora tiene 18 años, sufría desde los 15 de ostiocondritis disecante, una dolencia en la rodilla que le impedía hacer actividad física y le provocaba dolores. El médico que la atendió, Pablo Gelber, traumatólogo del Hospital de Sant Pau de Barcelona, la operó cuatro veces sin que ninguna de las técnicas empleadas funcionara. La última vez se había intentado un trasplante, pero con tejido congelado.

"Un solo trozo de menisco o cartílago puede cambiar la vida de muchos pacientes"

Pablo Gelber

— Médico traumatólogo del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Especialista en rodilla

El pasado diciembre, Gelber la intervino por quinta vez y le trasplantó en esa ocasión un trozo de cuatro centímetros de cartílago fresco -casi directo del donante-, obtenido del Instituto Forense. "Al día después ya podía doblar la rodilla. Los 'fisios' se quedaron alucinados -recuerda Serrano-. Y ahora ya puedo volver a andar. Estoy muy contenta porque ya no me duele". "Quizá en los casos de menisco y cartílago no hay una percepción general de gravedad, pero puede cambiar la vida de muchos pacientes", concluye Gelber.