Crisis alimentaria

Trece países europeos en alerta por lotes sospechosos de huevos tóxicos

Huevos en su caja en Dresde, Alemania.

Huevos en su caja en Dresde, Alemania. / periodico

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Hasta 13 países europeos han puesto en alerta a sus servicios de seguridad alimentaria por la crisis de los huevos contaminados con fipronil, cuyo origen sigue sin ser aclarado. Las autoridades sanitarias de Bélgica y de Holanda se han enzarzado este miércoles en un rifirrafe, después de que el ministro belga Denis Ducarme asegurara que Holanda detectó la sustancia en sus partidas de huevos el pasado noviembre, sin advertir a otros países en el sistema europeo de alerta rápida (Rasff). Los Países Bajos han desmentido rotundamente la acusación.

El sistema de alertas europeo informa de que ya son 13 los Estados miembros a los que han llegado lotes sospechosos de estar contaminados con el tóxico: Austria, Bélgica, Suiza, Alemania, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Irlanda Italia, Holanda, Polonia, Rumania y Suecia.

La agencia alimentaria holandesa (NVWA) ha negado que tuviera conocimiento ya en noviembre del 2016 de partidas de huevos contaminadas con el pesticida fipronil, prohibido en la cadena alimentaria europea. "No había indicaciones de la presencia de fipronil en los huevos ni de un potencial peligro para la salud", ha declarado el inspector general holandés Rob van Lint a la cadena RTL. Según explicó el experto, la NVWA recibió información sobre la utilización de este insecticida en establos pero no de que estuviera presente en los huevos.

En una comparecencia de urgencia ante una comisión del Parlamento federal, el ministro belga de Agricultura había afirmado por la mañana que la agencia alimentaria de Bélgica, la Afsca, asegura que su homóloga holandesa supo de huevos contaminados con fipronil desde el pasado noviembre.

"Estamos frente a un fraude. Hace falta que los autores sean perseguidos por la justicia, porque para enriquecerse no han dudado en exponer la salud de los consumidores", ha declarado Ducarme, durante el debate extraordinario convocado este miércoles en el Parlamento federal.

El titular belga de Agricultura ha instado a los eurodiputados y miembros del Gobierno presentes a "colaborar con la fiscalía" de Amberes, que investiga el caso, dado que, según las primeras investigaciones, fue una empresa belga de esta provincia la que proporcionó la sustancia a Holanda. La fiscalía de Amberes investiga si Poultry Vision, la empresa belga, conocía el destino de su producto, ya que, aunque el fipronil es ilegal para uso alimentario, sí está permitida su comercialización y se utiliza, por ejemplo, para el tratamiento contra los ácaros en perros y gatos.

Analizar los resultados

El ministro ha incidido, por otra parte, en la necesidad de analizar los resultados de los análisis de la autoridad para la seguridad alimentaria belga, la Afsca, que en un contraperitaje publicado este martes reveló una muestra con niveles de fipronil considerados "de riesgo", después de un primer análisis con una proporción mucho más baja.

Inicialmente se detectó una tasa de fipronil de 0,076 miligramos por kilo, cuando el límite "seguro" es de 0,72 mg/kg, pero en una serie de análisis complementarios, la Afsca concluyó que las muestras de una de las 86 empresas inspeccionadas contenían una tasa del 0,92/kg, lo que ha desatado las críticas contra la agencia.