INFORME DE LA OMS

La diabetes se ha multiplicado por cuatro en el mundo entre 1980 y el 2014

Control de diabetes.

Control de diabetes. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El número de personas que sufren diabetes en el mundo se ha multiplicado por cuatro entre 1980 y el 2014, hasta alcanzar los 422 millones de casos en ese último año, según un informe publicado este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La dieta excesivamente calórica y la tendencia al sedentarismo mostrada por individuos de todas las edades son dos de las principales causas de este avance. Los endocrinólogos han vuelto ha advertir de lo arriesgado y negativo que es que los niños opten de forma creciente por jugar con tabletas y ordenadores en detrimento de las prácticas en las que ejercitan el cuerpo.

La OMS asegura en su informe que la diabetes se encuentra entre las principales causas de muerte en España. En concreto, ocupa el sexto puesto entre las principales causas de mortalidad, precedida de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o las dolencias respiratorias. En el 2014, más de 10.400 personas fallecieron en España a causa de la diabetes, mientras que otros 28.000 fallecimientos se atribuyeron a alteraciones en los niveles de glucosa en sangre, estado que precede a la diabetes.

En cifras globales, la agencia sanitaria de la ONU detalla que en el 2012 los altos niveles de glucosa en sangre fueron responsables de 3,7 millones de muertes en el mundo, de las que 1,5 millones fueron directamente causadas por la diabetes.

La escalada de la enfermedad y, teniendo en cuenta que de los 3,7 millones de fallecidos un 43% tenía menos de 70 años, ha llevado a la OMS a lanzar el primer informe global sobre la enfermedad y a dedicar el Día Mundial de la Salud -que se celebra el 7 de abril- a esta enfermedad para concienciar a la población.

MÁS EN LOS HOMBRES

El informe también alerta de que la diabetes ha crecido especialmente en las tres últimas décadas en países de bajos y medianos ingresos. Es precisamente en estos países en desarrollo en los que las tasas de mortalidad en adultos de entre 20 y 69 años por causas asociadas a altos niveles de azúcar son más altas, más en los hombres.

Por regiones, la OMS destaca la incidencia de la mortalidad en adultos en África, en el este del Mediterráneo y en el sudeste asiático, y asimismo señala el oeste del Pacífico como la zona en la que más han aumentado los fallecimientos entre los años 2000 y 2012 (de 490.000 fallecimientos se ha pasado a 944.000).

El porcentaje de población enferma también se ha multiplicado. Entre 1980 y el 2014 ha pasado del 4,7% al 8,5%, una evolución generalizada en todo el mundo.

PAÍSES CON MENOS RECURSOS

Este incremento ha sido más rápido en los países con menos recursos y, dentro de los desarrollados, en la población de economía empobrecida. La pobreza es, junto a la deficiente educación nutricional, la principal causa de la diabetes. En las sociedades desarrolladas, esto coincide con la promoción de comida preparada o precocinada, excesivamente grasa y calórica, que se ofrece a precios muchísimo más económicos que el pescado o la carne frescos.

La diabetes está directamente relacionada con el sobrepeso y la obesidad. Cerca del 50% de la población española sufre sobrepeso, proceso que en un 12% de los casos conduce a la obesidad, enfermedad escasamente diagnosticada de forma correcta y de difícil tratamiento. Las personas obesas acumulan una desproporcionada cantidad de tejido graso entre el tórax y la cadera. Esto implica que el páncreas debe producir más insulina de la que está en disposición de elaborar, proceso que conduce al agotamiento de este órgano y a la aparición de la diabetes. Sin insulina, o con escasez de ella, la glucosa que surge del metabolismo de la dieta ingerida se acumula en la sangre.    

La OMS califica la diabetes como un serio peligro para la salud pública, ya que entre sus consecuencias se encuentra la ceguera, el fallo renal, las complicaciones cardiovasculares, en especial el infarto de miocardio, y la amputación de las extremidades inferiores.