Jóvenes y salud mental
Radiografia a las autolesiones: mitos y realidades
Identificar causas, escuchar al menor y evitar el 'efecto contagio', claves de actuación de los padres
Los detonantes van desde una actitud vital a la falta de reconocimiento social
La edad media de inicio de la conducta ha bajado hasta los 11 años
Fidel Masreal
Periodista
Licenciado en Ciències de la Comunicació por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), curso de periodismo jurídico-político por la UAM - El País, ha ejercido como periodista político en Onda Cero, diari Menorca, Ràdio Barcelona (cadena SER) -donde fue jefe de la sección de Política- y Els Matins de TV3. Desde septiembre del 2008 es redactor en El Periódico, primero como cronista parlamentario en Madrid y en la actualidad especializado política catalana. Autor de "Conviure amb la depressió" (Mina, Eniclopèdia Catalana, 2007), "Game Over: els partits polítics, corrupció i vicis del sistema" (La Mansarda, 2013), "Cuentos Ex" (Magma Editorial, 2019) y "Contes del procés" (Magma, 2019). Colabora como analista en TVE, Catalunya Ràdio, SER Catalunya y RAC-1, entre otros.
Las autolesiones entre los jóvenes han crecido de forma muy significativa tras la pandemia. Pero más allá de los datos y de la alarma (la media de edad a la que los jóvenes empiezan a autolesionarse ha bajado y está ya en torno a los 11 años) es bueno recurrir a los expertos, como es el caso de Joaquim Puntí, jefe de la sección de psicología clínica infanto-juvenil y Hospital de Día de adolescentes en el Hospital Parc Taulí de Sabadell para saber determinar causas, consecuencias y soluciones a esta práctica que se ha generalizado en edades muy tempranas. Puntí dictó una extensa conferencia en un reciente congreso en Barcelona.
La tristeza se pone de moda y las redes la expanden
"Hace treinta años no existía este tipo de adolescente con una visión lánguida del mundo, con la tristeza como motivo de vida, alimentado porque los medios de comunicación bombardean con datos sobre enfermedad mental y jóvenes, con lo cual parece que tengamos a una adolescencia enferma", explica Puntí. Las redes sociales hacen de lupa a estas percepciones: "Algunos jóvenes ven en la difusión de las redes una forma de enfrentar el malestar de manera desadaptativa". Puntí concluye que la adolescencia actual es menos resistente que la de hace 30 años. Y aumenta la conducta de internalización agresiva.
Menos psicólogo y más ocio
En los casos de jóvenes con problemáticas psicológicas, este profesional recomienda "socializar, y dedicar menos horas al psicólogo y más a tener el tiempo ocupado, porque muchas horas de psicólogo pueden dejar muy satisfecho al profesional, pero el menor sale de la consulta y sigue pensando que se quiere morir". Lo que hace que deje de pensar eso es que dedique la tarde a una actividad en un grupo, en una asociación.
Factores de riesgo
-Alta reactividad emocional (respuestas desajustadas ante situaciones cotidianas).
-Baja tolerancia a estados emocionales intensos.
-Reacción intensa a estresores de baja intensidad.
-Necesidad de más tiempo del habitual para volver al nivel basal (equilibrio, calma).
-Cualquier problema en el núcleo familiar en el que el adolescente se sienta no atendido, incrementa el riesgo.
-El bullying y la falta de pertenencia al grupo.
-Patología psiquiátrica previa. En más de la mitad de las autolesiones existe un diagnóstico de salud mental previo.
Sentirse reconocido
Según explica Puntí, "la mayoría de los chicos y chicas que se autolesionan explican, en las consultas, que viven en un entorno que les invalida, o en una escuela con un entorno invalidante, por lo que una de las maneras de actuar ante estas autolesiones es lograr que se sientan reconocidos familiarmente, que se validen sus emociones, se les escuche y se reconozca su malestar".
"La mayoría de los chicos que se autolesionan explican que viven en un entorno que les invalida
La impulsividad no lo explica todo, porque existen casos en los que se usa la herramienta para autolesionarse a primera hora de la mañan, peroo no se ejecuta la autolesión hasta tres horas más tarde ante el grupo de amigos.
Sí, las redes sociales contagian
La experiencia de los profesionales como Puntí es que las redes sociales ejercen un efecto de contagio. Claramente. Existen 'hashtags' en las redes sociales con el nombre autolesión. "A mayor gravedad de las conductas que se mostraban, más comentarios recibían, sobre todo de apoyo, lo cual indica que una medida de control es hacer un buen uso de la red social", según Puntí.
¿Por qué lo hacen?
-Para intentar controlar una emoción negativa, un estado emocional intenso. Es una actuación intrapersonal.
-Para relacionarse y comunicarse. "Así mis padres han entendido que estoy realmente mal y no solo mi hermana tiene ansiedad, yo también tengo problemas", apunta Puntí de un testimonio real. "Sentía mucha rabia, me sentía culpable y haciéndolo me quedé relajado".
-"Me levanté aburrida y no tenía ningún plan, el aburrimiento me agobiaba, me corté".
-"Porque soy EMO".
-"Porque mis padres me quitaron el móvil y esto no lo permito y al autolesionarme me lo han devuelto".
-En situaciones de riesgo de enfermedad mental o problemas de personalidad, se tiende a autolesiones más profundas.
-Por razones sociales:comunicarlo a la red social, como respuesta a un enfado o frustración.
-Por motivos identitarios: es una forma de posición, un ideario ante la vida. Es una forma de ser diferente y lograr un estatus diferencial en clase. Es habitual que en estos casos el adolescente también tenga habilidades creativas.
Es importante detectar qué cambios produce este tipo de conductas, porque el adolescente pude detectar que cuando se corta no va al colegio, se ahorra por ejemplo los exámenes. O logra una atención social positiva en la familia, ve a sus padres más unidos. O consigue identidad de grupo, para mantener el vínculo. Existen jóvenes que se cortan juntos.
¿Qué pueden hacer los padres?
El objetivo, apunta el psicólogo, no es tanto trabajar el malestar -que es obvio que existe- como entender los motivos que llevan a la autolesión. O, al menos, saber qué factores mantienen esta conducta. Y así poder trazar estrategias:
-No hablar solo de la autolesión, por mucho que nos preocupe. Centrarse en escuchar al chico y sus problemas, por más triviales que parezcan. No trivializar situaciones coma una ruptura de pareja adolescente.
-Ir a lo concreto: qué puedo hacer para ayudar, respecto a los problemas en el colegio, por ejemplo. Hablar con el tutor. Buscar soluciones.
-Buscar actividades alternativas para el adolescente.
-Al colegio no se deja de ir pese a una autolesión. Se trata de no perder funcionalidad.
-Llevar las heridas tapadas. No por vergüenza, sino para evitar crear una identidad de 'persona que se autolesiona' y evitar el efecto contagio.
-Trabajar las habilidades sociales: no utilizar el corte como forma de expresión cuando no se está de acuerdo con algo.
-Ante las autolesiones identitarias, evitar que la autolesión sea un recurso, cambiar los hobbies, los intereses.
-Consultar a los especialistas.
Para más información, visitar la página grupogreta.com
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